En el verano de 1924 se vivieron con gran expectativa los preparativos de la carrera de motocicletas que se disputaría en Morón, provincia de Buenos Aires. El entusiasmo lo generaba la participación de renombrados motociclistas uruguayos y españoles que nos visitaron con el objeto de medir fuerzas y habilidades con nuestros representantes. Entre los locales figuraba un inmigrante italiano al que todos conocían como “el loco de las piruetas”.
Se llamaba Juan Antonio “Tunín” Gaudino, había nacido en Turín (1893), y su primera pasión fueron las bicicletas. En 1913 compitió en la carrera que unía Rosario y Córdoba. Abandonó junto a Manuel Fernández. Tomaron el tren a Bell Ville, donde terminaba la primera etapa. Bajaron y pedalearon hasta la ciudad. Al llegar, los ovacionaron y los llevaron en andas: disfrutaron de los agasajos hasta que apareció el verdadero ganador y se descubrió la picardía.
Pronto Gaudino cambió la bicicleta por la moto. Solía hacer acrobacias en la Sportiva (donde hoy están las canchas de polo en Palermo). Manejaba a alta velocidad sentado al revés o con apenas un pie en el pedalín y todo el cuerpo afuera. Con la ayuda de una rampa, volaba con la moto y dejaba a todos con la boca abierta.
El 20 de enero de 1924, Tunín Gaudino venció a los uruguayos, a los españoles y los argentinos en las “XII horas de motocicleta”, disputadas en Morón. Con su Harley-Davidson completó 910 kilómetros en las 12 horas, es decir, a una velocidad promedio de casi 76 km/h. En esa jornada perdió cinco kilos y medio.
Continuó compitiendo con su Harley y más adelante se entusiasmó con los automóviles.
Algunos datos de su vertiginosa biografía:
* En 1926, cuando se inauguró el estadio de Independiente, la Doble Visera en Avellaneda, Gaudino ofreció un acto de acrobacias en moto.
* Como automovilista, ganó el Gran Premio de 1927 (Morón-Rosario-Córdoba-Morón).
* También se quedó con la copa del Gran Premio de 1928, donde por primera vez se superaron los 100 km/h en el tramo Buenos Aires-Rosario.
* El de 1930 lo ganó compitiendo bajo una intensa lluvia y desplazándose con maestría en el barro, como se ve en esta foto:
* El 30 de mayo de 1932 corrió las 500 millas de Indianápolis, con el más célebre de sus autos: el Insignia de Oro, de Chrylser. Para poder viajar, debió empeñar las 54 medallas que había obtenido en bicicletas, motos y autos. Debido a lo caro que resultaban los Estados Unidos para los bolsillos argentinos, durante su estadía se mantuvo con café con leche y algo de pan. En medio de la carrera se prendió fuego el motor y debió abandonar.
* Corrió de nuevo en Indianápolis 1933, junto a Raúl Riganti (en la foto vemos el día que embarcaron el Insignia de Oro rumbo a los Estados Unidos). ¿Cómo reunieron el dinero para participar? Los dos vendieron sus autos. Lograron un meritorio puesto 14.
* Tunín sufrió muchos accidentes. Una vez, según contó, tuvieron que coserlo de emergencia y,por falta de hilo, ¡usaron cuerdas de guitarra!
Juan Antonio Gaudino dejó de correr en 1937. Murió en 1975, el año en que Carlos Alberto Reutemann alcanzó por primera vez el tercer puesto en el Campeonato Mundial de Pilotos.
Gentileza Daniel Balmaceda