¿Quién le habrá alcanzado el mate galleta al paisano? Lleva un sombrero requintado, pañuelo de fantasía a la espalda, tirador tapado de monedas y se nota una rastra de plata y chiripá largo. Tiene las boleadoras como atadas al descuido. El overo criollo, que parecería colorado u otro pelaje clarón, bien pelechado, tiene un tuse de arco y cola al garrón. A pesar de tenerlo de bocado, le tiene confianza. Si no, no le hubiese tendido el lazo en el anca. Usa un bozal con ramales derechos en la frente y con patas de gallo llegando a la hociquera. El cabresto es fino y largo, lo mismo que las riendas del bocado. No le faltará mucho al overo para enfrenarlo –si fuese más potro tal vez usaría sogas más fuertes-. El recado es chato y largo. No se ve mucho las bajeras que tiene, que parecen varias. Y arriba, como para vestir un poco el apero, ha puesto una caronilla tejida en damero. Rebenque largo, colgando de los dedos chicos. Se ve también la manea livianita, colgada del fiador del bozal. El overo parece angosto y de panza levantada por el trajín. Es probable que se haya criado en esa serranía, por los vasos medios encastillados que se le ven -vasos de mula también se le dicen, bien cerraditos, para pisar entre las piedras-. Mucho no se nota, pero puede haber un maicito ahí atrás. La imagen fue tomada por el escocés James Niven. Fuente de la imagen: @bibliotecamaxvonbuch Gracias, Diego Fariña, por mirar la foto y aportar todos estos detalles #ArchivoVisualArgentino. @turismosierradelaventana. @sierrasdelaventana.com.ar
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
etiquetas
- Efemérides (6392)
- Otras Provincias (4108)
- Década de 1920 (2473)
- otros paises (2182)
- Curiosidades Históricas (2159)
- Década de 1930 (2150)
- Década de 1910 (1751)
- Década de 1970 (1628)
- Sociales (1593)
- Década de 1940 (1398)
- Década de 1900 (1391)
- Publicidades (1295)
- Deportes en el Recuerdo (1201)
- Videos (1116)
- Década de 1950 (1084)
- Década de 1960 (815)
- Década de 1980 (701)
- Letra chica (670)
- antes de 1900 (626)
- Moda (568)
- Vendimia (522)
- graduados (276)
- solo mujer (272)
- hechos hist. de Mza (224)
- Década de 1990 (203)
- policiales (195)
- Pioneros de la Vitivinicultura en Mendoza (185)
- Conociendo Mendoza (116)
- Mendoza desde Arriba (108)
- Toponimias (87)
- década del 2000 (70)
- frases (45)
- coloreadas (37)
- el mundo desde arriba (31)
- bienes patrimoniales (24)
- portadas (16)
- Constitución de Mendoza (12)
- Joyas sobre Ruedas (5)
- boletin oficial (5)
- edificios religiosos (3)
- gastronomia (2)
Mostrando las entradas con la etiqueta Otras Provincias. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Otras Provincias. Mostrar todas las entradas
martes, 25 de marzo de 2025
1867.Todavía lo tiene de bocado al overo. Cerca del arroyo o río Sauce Grande. Sierra De La Ventana, Provincia De Buenos Aires. Fuente: @ArchivoVisualArgentino
¿Quién le habrá alcanzado el mate galleta al paisano? Lleva un sombrero requintado, pañuelo de fantasía a la espalda, tirador tapado de monedas y se nota una rastra de plata y chiripá largo. Tiene las boleadoras como atadas al descuido. El overo criollo, que parecería colorado u otro pelaje clarón, bien pelechado, tiene un tuse de arco y cola al garrón. A pesar de tenerlo de bocado, le tiene confianza. Si no, no le hubiese tendido el lazo en el anca. Usa un bozal con ramales derechos en la frente y con patas de gallo llegando a la hociquera. El cabresto es fino y largo, lo mismo que las riendas del bocado. No le faltará mucho al overo para enfrenarlo –si fuese más potro tal vez usaría sogas más fuertes-. El recado es chato y largo. No se ve mucho las bajeras que tiene, que parecen varias. Y arriba, como para vestir un poco el apero, ha puesto una caronilla tejida en damero. Rebenque largo, colgando de los dedos chicos. Se ve también la manea livianita, colgada del fiador del bozal. El overo parece angosto y de panza levantada por el trajín. Es probable que se haya criado en esa serranía, por los vasos medios encastillados que se le ven -vasos de mula también se le dicen, bien cerraditos, para pisar entre las piedras-. Mucho no se nota, pero puede haber un maicito ahí atrás. La imagen fue tomada por el escocés James Niven. Fuente de la imagen: @bibliotecamaxvonbuch Gracias, Diego Fariña, por mirar la foto y aportar todos estos detalles #ArchivoVisualArgentino. @turismosierradelaventana. @sierrasdelaventana.com.ar
1910. Álbum fotográfico del Hospital Tornú. Ciudad De Buenos Aires. @ArchivoVisualArgentino
Llegando en carruajes, galería, recreo en el jardín y pabellón de cocina. En 1904 se había inaugurado el Sanatorio Dr. Enrique Tornú, primero en la ciudad para la internación de pacientes con tuberculosis. Fuente: Biblioteca Tesoro Circe. @bibliotecasba. @gcba. @tomas.balina. #ArchivoVisualArgentino
jueves, 20 de marzo de 2025
Cuadrilla reparando un puente. Archivo del ferrocarril de Santa Fe. (Ferrocarril a Las Colonia, luego francés). @ArchivoVisualArgentino
La mayor parte de las placas fotográficas del archivo, más de 3mil, están numeradas. Sin embargo, las valiosas referencias de esos números se perdieron. El archivo cuenta también con algunos álbumes. Poco se sabe de los fotógrafos que tomaron esas imágenes. Luis Priamo cree que José Femminini y León Müller trabajaron para la compañía francesa. En 1966 -cuenta Priamo- una lluvia torrencial inundó el sótano de la administración ferroviaria donde estaban las placas frente a la plaza España, en Santa Fe. Muchos documentos se perdieron.
miércoles, 19 de marzo de 2025
martes, 18 de marzo de 2025
lunes, 17 de marzo de 2025
En la cocina de la estancia. Establecimiento Alta Vista. El Calafate Glaciar Perito Moreno. @ArchivoVisualArgentino
Antuco Zupic y Lechoff, sentados. Zupic era hijo de inmigrantes croatas. Llegó a Santa Cruz buscando trabajo y en aquel campo sirvió de alambrador, mecánico de esquila , ordeñador y mayordomo. 📸 de familia Stipicic
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
El Calafate, Santa Cruz, Argentina
domingo, 16 de marzo de 2025
1910. Dice el epígrafe: “Pic Nic de los empleados de la construcción (del ferrocarril) Aguas Calientes”. Jujuy. @ArchivoVisualArgentino
Los muchachos se divierten y representan algunas escenas con armas, espadas, botellas e instrumentos musicales. Atrás, un puente, a la derecha una zorra de ferrocarril. Se trata de un alto en el trabajo de construcción de la línea que iba de Chumbicha (Catamarca) a La Rioja, Cebollar, Mazán a Andalgalá y Tinogasta. Fue realizada entre 1908 y 1911. Gracias Álvaro Brito por el álbum #ArchivoVisualArgentino @ferrocarril_argentino
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
Aguas Calientes, Jujuy, Argentina
Retrato grupal. Probablemente un profesor rodeado de sus alumnos. Ciudad de Buenos Aires, finales del siglo XIX. Autor: Alexander Spiers Witcomb. Fondo Galería Witcomb, Archivo General de la Nación.
El Fondo de la Galería Witcomb del Archivo General de la Nación está compuesto por 350.000 placas de vidrio y material administrativo perteneciente a la prestigiosa casa de fotografía de Alexander Spiers Witcomb. Este acervo abarca una amplia variedad de imágenes, que incluyen retratos individuales, fotos de bodas y comuniones, registros familiares, así como vistas urbanas, rurales y escenas costumbristas. El archivo abarca desde 1878, año en que Witcomb y su socio compraron el fondo del comercio fotográfico de Christiano Junior, lo que explica la presencia de documentos anteriores a esa fecha. Se extiende hasta la década de 1950, cuando la Galería Witcomb se desprendió de su archivo histórico, el cual fue adquirido por el Estado en 1960. Uno de los aspectos más destacados de este fondo es que, además de preservar la serie documental de negativos en vidrio, también conserva documentación administrativa y contable. Esta información permite comprender la magnitud de la casa fotográfica. Especialmente notable es la existencia de libros que registran los nombres de las personas retratadas, junto con el número de referencia de los negativos correspondientes, lo que abre la posibilidad de identificar a muchas de las personas fotografiadas
sábado, 15 de marzo de 2025
Circa 1880. Tarde de tenis. La Boca, Buenos Aires, Argentina. @ArchivoVisualArgentino
Amigos o familiares del fotógrafo James Niven. Según la referencia la cancha –que no se ve en la imagen- se encontraba cerca del Riachuelo Se ven cuatro raquetas. El de la derecha, con la pipa en la boca, la sujeta con las rodillas. Los jugadores de blanco, saco y corbata. La fotografía es de James Niven, un escocés que llegó a la zona de Chascomús, cerca de 1869. Niven retrató numerosas estancias de la campaña bonaerense y algunos edificios emblemáticos. Unos años después, impulsado por la crisis, se trasladó a Buenos Aires y se asoció con Samuel Boote. Colección Jamie Boyd Negativo 6x6 blanco y negro. @jamesboydniven. Fuente de la imagen: @bibliotecamaxvonbuch @udesa. @tennistimevintage
viernes, 14 de marzo de 2025
Chascomús. 1871. Pareciera con dos marcas grandes; una antigua, abajo, y una más reciente. @ArchivoVisualArgentino
Cuando se vendía un caballo el nuevo dueño le ponía la suya arriba y esa era la que valía. Salvo que la primera que vemos haya sido una marca machaza por demás. Florencio Molina Campos supo pintar con gracia esos casos. En vez de telón de fondo usaron la pared del rancho, de adobe blanqueado. Se nota una mirada firme, segura y como pidiendo cancha. De gorra ladeada pero bien usada y barba rala. Pañuelo tendido a la espalda, blusa que parecería de Crimea bordada, faja apretando también un Chiripá fino, bota fuerte de taco carretel, caña alta, pero lo raro es que tienen costura al lado de adentro. Lleva un tirador que, pareciera, tiene pelo o bordado, rastra con los tiros de alambre de plata, y el centro parecería como imitando a una flor hecha con monedas de plata acollaradas. El zaino, largo, de cabeza acarnerada, parece criollo. Capaz con un chorrito de mestizo. Lleva tuse de arco, crinera larga y cola bien cuidada por debajo del garrón. El bozal parece hecho con trenza patria, con muchas argollas, pasadores de tiento lo mismo que la cabezada, las riendas y el cabresto. Se ve un muy lindo trabajo en sogas. Lazo largo y parejo tendido en el anca, cinchado al medio, con cincha de cuero. Freno de argolla con pontezuela que parece fija y copas de plata. Recado, largo, chato, con sobrepuesto y un cojinillo de hilo larguísimo. Lo raro es que no tiene estribos o no se le ven. ¿Será un vasco lechero? Gracias, Diego Fariña por comentar la imagen. La fotografía es del fotógrafo escocés James Niven (1847- 1890). Desde la década de 1850 numerosas familias escocesas se habían ido asentando en la zona de Chascomús y la actividad de la región se vio impulsada por la llegada del ferrocarril en 1865. Fuente de la imagen: @bibliotecamaxvonbuch #ArchivovisualArgentino #Chascomus
jueves, 13 de marzo de 2025
miércoles, 12 de marzo de 2025
Circa 1910. El vagón de la foto está fuera de la vía, tal vez, cumpliendo funciones de oficina. Atrás, la carpa. En el techo se lee FCS (Ferrocarriles del Sur). Es probable que se trate de la construcción de la línea de “Las Calaveras” que corre entre las sierras de Tandil. @ArchivoVisualArgentino
En el primer plano se puede ver una construcción de ladrillos con curiosas aberturas hacia arriba, que podría haber servido de depósito. El techo está cubierto de algún tipo de pastizal, tal vez para mantener el fresco. Uno de los hombres, empleados del ferrocarril, tiene un cordero en su falda. Su compañero acaricia un perro. Hume Hermanos fue el nombre de una empresa de ingeniería civil creada en Buenos Aires, por Bertram y Albert Hume. Entre sus obras se destacan el tendido de miles de kilómetros de vías ferroviarias, caminos, puentes, fábricas, estaciones ferroviarias y también la explotación de canteras. La empresa fue creada en Buenos Aires en 1882 por los hermanos Alexander y Washington Hume y construyó la primera sección del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, varios tramos del Ferrocarril de Santa Fe, el Ferrocarril Central Entrerriano y numerosas líneas en la provincia de Buenos Aires. Al inicio de la primera guerra mundial, uno de los Hume, vinculado con los fundadores de la empresa, se enroló voluntariamente en el ejército inglés. Durante su estadía en Francia descubrió el modo de reutilizar los rieles desgastados para prolongar la vida útil de las vías. En materia de obras ferroviarias, realizaron numerosos trabajos para el Ferrocarril de Estado como el Puente Pichanal y parte del Ramal C-14 llamado vía Huaytiquina, actualmente Tren de las Nubes, en la provincia de Salta, entre 1922 y 1924. Hume Hermanos diversificó sus actividades, por ejemplo, participando, de la instalación de la Torre de los Ingleses. Construyeron además numerosos tanques de agua y petróleo, el túnel y desvío de sobreelevación del Dique San Roque en Córdoba La colección Hume, que preserva la biblioteca de la Universidad de San Andrés, cuenta con una importante documentación escrita y numerosas fotografías. De a poco iremos mostrando algunas. Fuente: @bibliotecamaxvonbuch
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
Tandil, Provincia de Buenos Aires, Argentina
domingo, 9 de marzo de 2025
Vista de una construcción [posiblemente el hotel u hostería] en Puerto Blest, pequeño puerto ubicado en el lago Nahuel Huapi, en Bariloche, Río Negro. Argentina. (ca.1930)
El nombre "Puerto Blest" proviene de un episodio de exploración en el siglo XIX. En 1856, el médico y explorador chileno Francisco "Pancho" Fonck, junto con el teniente de la Armada de Chile Benjamín Muñoz Gamero, navegó por el lago Nahuel Huapi desde el lado chileno hacia el argentino. Durante esta expedición, llegaron a una bahía tranquila en el extremo occidental del brazo Blest del lago, un lugar protegido de los vientos y rodeado de selva valdiviana, un ecosistema húmedo y frondoso poco común en la Patagonia argentina. Fonck, impresionado por la belleza y la paz del lugar, lo bautizó "Puerto Blest" en honor a su amigo inglés Henry Blest, quien había fallecido años antes. Este nombre también evocaba la idea de un lugar "bendito" (del inglés blessed), reflejando su carácter casi mágico. A fines del siglo XIX, tras la Campaña del Desierto (1878-1885) y la definición de la frontera entre Argentina y Chile, la región del Nahuel Huapi comenzó a ser explorada y poblada por colonos europeos. Francisco Pascasio Moreno, conocido como el "Perito Moreno", desempeñó un papel clave en la zona al relevar sus maravillas naturales y donar tierras en 1903 para crear lo que luego sería el Parque Nacional Nahuel Huapi (oficializado en 1934). Puerto Blest, por su ubicación estratégica en el brazo oeste del lago, empezó a ser un punto de interés para los primeros viajeros y científicos que estudiaban la flora y fauna únicas de la región. En esa época, el acceso a Puerto Blest era exclusivamente por agua, y su aislamiento lo convirtió en un refugio natural. La selva valdiviana que lo rodea, con coihues, alerces y arrayanes, sumada a la cercanía de la Cascada de los Cántaros (a unos 2 km del puerto), lo hicieron destacar como un lugar excepcional en un paisaje dominado por la aridez andina. El turismo en Puerto Blest comenzó a tomar forma en el siglo XX, especialmente tras la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi. En 1917, la Compañía Argentina de Navegación Mihanovich (antecesora de empresas modernas como Turisur) empezó a operar embarcaciones regulares en el lago Nahuel Huapi, conectando Bariloche con Puerto Blest. Estas excursiones se popularizaron entre los visitantes que buscaban explorar la Patagonia más allá de los caminos terrestres. Un hito importante fue la construcción del Hotel Puerto Blest, inaugurado en 1932 por la Administración de Parques Nacionales bajo la dirección de Exequiel Bustillo, un visionario del turismo patagónico. Este pequeño hotel, de estilo rústico y madera, ofrecía alojamiento básico para quienes querían pasar la noche en este lugar remoto. Aunque funcionó durante varias décadas, el hotel cerró sus puertas en la segunda mitad del siglo XX debido a los altos costos de mantenimiento y la dificultad logística de operar en un lugar tan aislado. Hoy, las ruinas del hotel aún son visibles cerca del embarcadero y son un atractivo histórico para los visitantes. Puerto Blest también se convirtió en una parada clave del Cruce Andino, una ruta turística entre Argentina y Chile que data de principios del siglo XX. Desde Puerto Blest, los viajeros podían continuar por tierra hasta la Laguna Fría y luego navegar hacia Puerto Frías y Peulla, cruzando la cordillera hacia Puerto Varas. Esta travesía, originalmente usada por colonos y comerciantes, se consolidó como una experiencia turística en la década de 1930 y sigue siendo popular hoy, operada por empresas como Cruce Andino. En la actualidad, Puerto Blest es un destino clásico de las excursiones lacustres que parten desde Puerto Pañuelo en Bariloche, a una hora y media en barco. Los visitantes llegan al muelle, exploran los senderos hacia la Cascada de los Cántaros y disfrutan de la selva húmeda, que contrasta con el clima seco de la región este del Nahuel Huapi. El lugar sigue siendo un área protegida, con infraestructura mínima para preservar su carácter natural. Puerto Blest es más que un puerto: es un testimonio de la historia de exploración y conservación en la Patagonia. Su aislamiento, su vegetación única y su conexión con el pasado lo convierten en un sitio especial dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Aunque no tiene una comunidad permanente ni grandes desarrollos, su legado perdura a través del turismo y las historias de quienes lo descubrieron.
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
Puerto Blest, Río Negro, Argentina
Vista de Capilla y Hotel Llao Llao en Puerto Pañuelo, Lago y Parque Nacional Nahuel Huapi, Bariloche, Argentina (ca.1940)
El nombre "Puerto Pañuelo" tiene raíces en una práctica pintoresca de finales del siglo XIX y principios del XX. En esa época, antes de que existiera una infraestructura formal, los barcos que navegaban el lago Nahuel Huapi partían desde el puerto San Carlos, en el centro de Bariloche. Los habitantes de la zona de Llao Llao, incluidos los huéspedes del Hotel Llao Llao (inaugurado en 1938) o vecinos locales, agitaban pañuelos desde la costa para señalar a las embarcaciones que había pasajeros esperando para subir a bordo. Esta señal visual era una forma efectiva de comunicación en un tiempo sin radios ni teléfonos accesibles, y así el lugar comenzó a ser conocido como "Puerto Pañuelo". El puerto como estructura formal fue construido en 1965 por la Administración Nacional de Parques Nacionales, como parte de un esfuerzo para desarrollar la infraestructura turística del Parque Nacional Nahuel Huapi. Este parque, creado en 1934 gracias a la donación de tierras por Francisco Pascasio Moreno, ya era un atractivo natural clave en la Patagonia argentina, y el puerto se diseñó para facilitar excursiones lacustres que mostraran la belleza del lago y sus alrededores. Desde su fundación, Puerto Pañuelo se convirtió en el punto de partida para paseos a destinos como la Isla Victoria, el Bosque de Arrayanes en la península de Quetrihué, y Puerto Blest con la Cascada de los Cántaros. La ubicación frente al icónico Hotel Llao Llao, un símbolo de lujo y arquitectura patagónica, reforzó su importancia como un nodo turístico. En sus primeros años, el puerto era una construcción sencilla, acorde con las necesidades de la época, pero su rol creció con el aumento del turismo en Bariloche, especialmente tras la llegada del ferrocarril en 1934 y la pavimentación de caminos que conectaron la ciudad con Buenos Aires en las décadas posteriores. En 2013, Puerto Pañuelo fue sometido a una importante transformación. Mediante una licitación pública (Nº 01/2010, expediente 600/2011) gestionada por la Administración de Parques Nacionales, se construyó una nueva terminal más moderna y funcional. Esta renovación amplió los servicios disponibles para los visitantes, incorporando cafeterías, kioscos, baños públicos, patios de comida y espacios de descanso, además de ventanillas para la compra de boletos de excursiones. La obra buscó mejorar la experiencia de los turistas mientras se mantenía la armonía con el entorno natural del parque. Hoy, Puerto Pañuelo es el principal embarcadero para las excursiones lacustres en Bariloche. Empresas como Turisur y Cau Cau operan desde allí, ofreciendo viajes a los destinos clásicos del Nahuel Huapi y hasta el cruce andino hacia Puerto Varas, Chile, por el paso Pérez Rosales. Es un lugar que combina historia, naturaleza y turismo, reflejando el crecimiento de Bariloche como destino patagónico desde sus orígenes como una pequeña colonia agrícola y ganadera a fines del siglo XIX. El puerto no solo es funcional, sino que también evoca una nostalgia por los días en que los pañuelos ondeando al viento eran la señal de partida. Su evolución de un punto improvisado a una terminal moderna muestra cómo Bariloche ha sabido adaptar su pasado al presente sin perder su esencia
1895. Jugando al truco en la campaña bonaerense. @ArchivoVisualArgentino
8 de Enero de 1938 - Es Inaugurado el Hotel Llao Llao, ubicado en una colina entre los lagos Nahuel Huapi y Moreno, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en Bariloche Argentina.
La historia del Hotel Llao Llao comienza con Exequiel Bustillo, un hombre clave en el desarrollo de la Patagonia argentina como presidente de la Dirección de Parques Nacionales desde 1934. Bustillo soñaba con convertir Bariloche en un destino turístico de nivel internacional, inspirado por los paisajes alpinos de Suiza. En 1936, encargó a su hermano, el arquitecto Alejandro Bustillo, diseñar un hotel de lujo en la península de Llao Llao, entre los lagos Nahuel Huapi y Moreno, con vistas al cerro Tronador y los picos Capilla y López. Alejandro creó un diseño en estilo montañés canadiense, con tejuelas de alerce, troncos de ciprés y piedra toba verde, materiales autóctonos que armonizaban con el entorno. La construcción comenzó ese año, financiada por el Estado argentino con un presupuesto de 1,2 millones de pesos (equivalentes a unos 12 millones de dólares actuales, según cálculos históricos). El hotel, con 52 habitaciones, un comedor principal, un bar y amplios ventanales, se levantó a 22 metros sobre el nivel del lago Moreno, en un terreno donado por la familia Ortiz Basualdo. El 8 de enero de 1938, el Hotel Llao Llao fue inaugurado con una gran ceremonia. Asistieron el presidente Agustín P. Justo, figuras de la alta sociedad y hasta un obispo que bendijo el lugar. Ese mismo día, Exequiel convenció a Juana González de Devoto para financiar la cercana Capilla San Eduardo. El hotel se convirtió rápidamente en un éxito, atrayendo a la élite argentina y extranjera con su lujo rústico y su ubicación privilegiada. Sin embargo, la gloria duró poco. El 26 de octubre de 1939, menos de dos años después de su apertura, un incendio devastador destruyó el edificio. El fuego, provocado por una chispa de una salamandra mal apagada en la cocina, se propagó rápidamente por la estructura de madera. Los bomberos llegaron tarde desde Bariloche, a 25 km, y el hotel quedó reducido a cenizas. Fue un golpe duro para Bustillo y para la región, que perdía su joya turística. La tragedia no detuvo a Exequiel Bustillo. Decidido a recuperar el hotel, convenció al gobierno de reconstruirlo. En 1940, Alejandro Bustillo retomó el proyecto, ajustando el diseño para hacerlo más resistente al fuego: mantuvo el estilo montañés pero incorporó bases de cemento y un techo de pizarra negra en lugar de madera. La reconstrucción costó 4,5 millones de pesos y tomó dos años. El 15 de diciembre de 1942, el Hotel Llao Llao reabrió sus puertas, esta vez con 70 habitaciones y una impronta aún más imponente. Durante las décadas de 1940 y 1950, bajo la gestión estatal, el hotel vivió su época dorada. Fue un refugio para presidentes como Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi, y recibió a figuras internacionales como el rey Leopoldo III de Bélgica y el astronauta Neil Armstrong. Su campo de golf de 18 hoyos, diseñado en 1937, se consolidó como uno de los mejores de Sudamérica. Sin embargo, con el tiempo, la administración pública enfrentó dificultades económicas, y el hotel empezó a deteriorarse. En 1979, el gobierno militar decidió desprenderse del hotel y lo concesionó a privados. La empresa Hoteles Sudamericanos S.A. tomó el control, pero la gestión fue un desastre: el mantenimiento decayó, las alfombras se gastaron, las paredes se llenaron de humedad y el servicio perdió su prestigio. Para 1989, el hotel estaba en quiebra, y en 1990 cerró sus puertas. Durante tres años, quedó abandonado, un gigante silencioso rodeado de maleza, hasta que un nuevo capítulo comenzó. En 1991, la familia Sutton, liderada por Eduardo y Ted, vio el potencial del Llao Llao. Tras negociar con el gobierno, compraron la concesión por 20 años y se asociaron con el grupo IRSA y George Soros para invertir 15 millones de dólares en su restauración. El arquitecto Edgardo Minond supervisó la obra, respetando el diseño de Bustillo pero modernizando instalaciones. El 3 de diciembre de 1993, el hotel renació con 162 habitaciones, un spa, piscina climatizada y un restaurante de alta cocina. Desde su reapertura, el Hotel Llao Llao se ha consolidado como un resort de lujo de clase mundial. En 2001, se agregó el Ala Moreno, con 43 suites y un lobby vidriado con vistas espectaculares, elevando la capacidad a 205 habitaciones. En 2007, la concesión se extendió hasta 2037, y en 2018, para su 80° aniversario, se renovaron interiores y se instaló un sistema ecológico de calefacción. El hotel ha recibido a líderes como Bill Clinton (1997), Barack Obama (2016) y Emmanuel Macron, además de celebridades como Antonio Banderas y Shakira. En 2023, fue sede de una cumbre de empresarios del G20, y su campo de golf sigue siendo un imán para aficionados. Ha ganado premios como “Mejor Hotel de Argentina” por Condé Nast Traveler y TripAdvisor en varias ocasiones, incluyendo 2024. El incendio: Hay rumores de que el fuego de 1939 fue intencional, ligado a disputas políticas, pero nunca se probó. La campana: Una campana de bronce de la primera etapa sobrevivió al incendio y hoy se exhibe en el lobby. Cine: Apareció en películas como La Patagonia rebelde (1974) y series internacionales. Hoy, el Llao Llao es más que un hotel: es un símbolo de resiliencia y de la belleza patagónica. Desde su mirador en el hoyo 18 del golf, con el lago y los cerros de fondo, entendés por qué Bustillo lo soñó aquí.
sábado, 8 de marzo de 2025
Vista de la Capilla San Eduardo en Llao Llao y del paisaje cordillerano en el Lago y Parque Nacional Nahuel Huapi, Bariloche, Argentina (1940)
La Capilla San Eduardo es una pequeña joya arquitectónica enclavada en el Parque Nacional Nahuel Huapi, a unos 300 metros del icónico Hotel Llao Llao y frente a Puerto Pañuelo. Su historia está íntimamente ligada al auge turístico de la región en la década de 1930, impulsado por la visión de Exequiel Bustillo, entonces presidente de Parques Nacionales, y al talento de su hermano, el arquitecto Alejandro Bustillo. La capilla nació como parte de un proyecto más grande para embellecer y desarrollar la zona de Llao Llao. En 1934, tras la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi, Exequiel Bustillo soñó con transformar la Patagonia en un destino de lujo y naturaleza. Mientras Alejandro diseñaba el Hotel Llao Llao, Exequiel vio la oportunidad de añadir un toque espiritual al paisaje. Durante la inauguración del hotel el 8 de enero de 1938, Exequiel aprovechó la presencia de figuras influyentes, como Juana González de Devoto, una acaudalada dama de la sociedad porteña, para proponer la construcción de una capilla. Según cuenta Juan Martín Biedma en su Crónica histórica del lago Nahuel Huapi, Exequiel le dijo a Devoto: “Aprovechando la presencia del obispo de la Patagonia, me propongo iniciar una suscripción para construir al lado del hotel su futura capilla”. Ella, emocionada, donó el dinero necesario, y así se puso la primera piedra. La capilla fue diseñada por Alejandro Bustillo y construida en 1938, el mismo año que el hotel abrió sus puertas. Bustillo eligió un estilo montañés con rasgos neogóticos, usando materiales locales como troncos de ciprés, tejuelas de alerce y piedra toba verde, los mismos que empleó en el hotel. Esto no solo creó una armonía visual entre ambos edificios, sino que también los integró al entorno natural de lagos y montañas. La capilla se alza en una suave elevación, accesible por una escalinata de piedra que le da un aire de majestuosidad sencilla. El nombre "San Eduardo" tiene una historia emotiva. Se eligió en memoria de Eduardo Justo, hijo del presidente argentino Agustín P. Justo, quien murió trágicamente en un accidente aéreo el 9 de enero de 1938, justo un día después de la inauguración del hotel. El accidente ocurrió en Paso de los Libres, Corrientes, y marcó un contraste sombrío con la celebración en Bariloche. La capilla, entonces, no solo fue un regalo a la región, sino también un homenaje a esa pérdida. Con el tiempo, la capilla se enriqueció con aportes de grandes artistas argentinos. En 1960, los vitrales originales se dañaron y fueron reemplazados por nuevos, diseñados por Vicente Forte y elaborados por Araceli Vázquez Málaga. Estos vitrales, bendecidos en 1970 por Monseñor José Borgatti, juegan con la luz de manera mágica, llenando el interior de colores cálidos. Más tarde, en 1973, el pintor Raúl Soldi, amigo de Forte, visitó la capilla durante un viaje a Bariloche. Al ver los vitrales, exclamó: “Si Vicente donó eso, yo también puedo contribuir”. Así nació el retablo en forma de cruz que decora el altar, con escenas de la vida de San Eduardo el Confesor, un rey anglosajón conocido por su sabiduría. Soldi lo pintó con su estilo característico, lleno de espiritualidad y detalle. La Capilla San Eduardo no es grande ni ostentosa. Su planta es simple, rectangular, con un techo a dos aguas y una torre campanario que le da un aire pintoresco. Pero su ubicación es privilegiada: desde allí se ven el Hotel Llao Llao, el lago Nahuel Huapi y los cerros López, Capilla y Tronador. Es un lugar que combina fe, historia y naturaleza, lo que la hace tan especial. Hoy, la capilla es un punto turístico muy visitado, aunque sigue siendo un espacio tranquilo, ideal para una pausa reflexiva o para sacar fotos espectaculares. Está abierta al público, y aunque no hay visitas guiadas formales, su cercanía al hotel y a Puerto Pañuelo la hace accesible para quienes recorren la Avenida Bustillo (km 25,5). Todavía se usa para ceremonias ocasionales, como bodas, y su estado de conservación es impecable gracias al cuidado del Parque Nacional. La Capilla San Eduardo, conocida por estar en la zona de Llao Llao, es un testimonio del sueño de los Bustillo por hacer de Bariloche un lugar inolvidable. Construida en 1938 con el apoyo de Juana de Devoto y adornada por artistas como Forte y Soldi, es mucho más que una capilla: es un pedacito de historia patagónica que respira arte y naturaleza.
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
Mozart 44, Llao Llao, Río Negro, Argentina
Vista de El Hito fronterizo entre Chile y Argentina también llamado Paso Pérez Rosales - Puerto Frías, Río Negro - Región de Los Lagos
El Paso Pérez Rosales es un paso fronterizo entre Argentina y Chile, ubicado en la Patagonia, que conecta dos regiones espectaculares a través de un recorrido lacustre y terrestre único. Lleva el nombre de Vicente Pérez Rosales, un destacado personaje chileno del siglo XIX, conocido por su rol en la colonización del sur de Chile y por haber impulsado la reapertura de esta ruta en 1855. El paso une la provincia de Río Negro, Argentina, con la Región de Los Lagos, Chile. Del lado argentino, la localidad más cercana es Lago Frías, a unos 58 kilómetros de San Carlos de Bariloche, mientras que del lado chileno está Peulla, a 26 kilómetros del paso. Se encuentra en plena cordillera de los Andes, rodeado por los parques nacionales Nahuel Huapi (Argentina) y Vicente Pérez Rosales (Chile), con paisajes que quitan el aliento: lagos cristalinos, bosques frondosos, volcanes imponentes como el Osorno y el Tronador, y ríos de deshielo. El Paso Pérez Rosales tiene raíces que se remontan al siglo XVII. Según el explorador Óscar de Fischer, fue utilizado por primera vez en 1669 por el jesuita Nicolás Mascardi para establecer la Misión del Nahuel Huapi. Sin embargo, las dificultades de la navegación lacustre en esa época hicieron que se abandonara en favor del Paso Vuriloche, más al sur. No fue hasta febrero de 1855 que Vicente Pérez Rosales, entonces intendente chileno, lideró una expedición que remontó el río Peulla y llegó al lago Nahuel Huapi, reabriendo y bautizando el paso como "Boquete de Pérez Rosales". Su objetivo era facilitar la colonización del sur de Chile por colonos alemanes, conectando Puerto Montt con la región del Nahuel Huapi. A principios del siglo XX, el paso tuvo un auge comercial gracias a los colonos alemanes que comerciaban entre Puerto Montt y Bariloche. Pero tras la Primera Guerra Mundial y la instalación de controles aduaneros más estrictos, su uso comercial decayó en la década de 1920. Desde entonces, se ha convertido en una ruta turística icónica, conocida hoy como parte del "Cruce Andino". El Paso es famoso por esta travesía turística que combina buses y catamaranes. El recorrido típico comienza en Puerto Varas (Chile) o Bariloche (Argentina) y atraviesa varios lagos: Llanquihue, Todos los Santos, Frías y Nahuel Huapi. En el camino, pasas por lugares como Petrohué, con sus saltos de agua, y Peulla, un pequeño pueblo chileno rodeado de naturaleza virgen. La ruta es un espectáculo: volcanes nevados, selvas valdivianas y aguas de un azul intenso. Cada año, entre 30.000 y 50.000 turistas, muchos de Europa, Brasil y Estados Unidos, hacen este cruce, que también genera cientos de empleos en ambos países. Horarios: Está abierto en verano (diciembre a marzo) de 08:00 a 21:00, y en invierno (abril a noviembre) de 08:00 a 19:00, aunque puede cerrar temporalmente por condiciones climáticas o geológicas, como ocurrió en abril de 2024 por riesgo de deslizamientos. Cómo llegar: Desde Argentina, se accede por la Ruta Nacional 237 hasta Puerto Pañuelo, y desde Chile, por la Ruta 225. El trayecto incluye tramos en barco y bus. Altura: El punto más alto está a unos 1.017 metros sobre el nivel del mar. Aduana y migración: Los trámites se hacen en Peulla (Chile) y Puerto Frías (Argentina). El paso ha sido escenario de expediciones históricas, como la de Theodore Roosevelt en 1913, la de Carl Skottsberg (1907-1909) y el primer viaje latinoamericano de Ernesto Che Guevara y Alberto Granado en 1952, inmortalizado en Diarios de motocicleta. Además, su reapertura en 1855 marcó un hito en la integración de la Patagonia chileno-argentina. Hoy, el Paso Pérez Rosales no solo es una vía de conexión, sino un símbolo de la belleza natural y la historia compartida de ambos países.
Etiquetas:
Otras Provincias
Mendoza, Argentina
Llanquihue, Los Lagos, Chile
La Quinta de los Anchorena fue construida en 1840 en un terreno que llegaba hasta el río. San Isidro, BsAs, Argentina. @ArchivoVisualArgentino
viernes, 7 de marzo de 2025
Mar del Plata, circa 1910. Al principio se utilizaban caballos para recoger la pesca del día. @ArchivoVisualArgentino
El puerto de la ciudad era sólo un apostadero de lanchas pesqueras en las actuales playas céntricas. Y a los que sacaban las lanchas del mar se las denominaba cuarteadores. Había uno famoso en la zona, Francisco Paleo, inmigrante español, que tenía 14 hijos y una tropilla de tordillos. Todos los aportes, bienvenidos Alguna vez contaremos la historia de César Gotta, médico y gran coleccionista que atesoró esta y otras imágenes. #ArchivoVisualArgentino @fotos.antiguas.mdp
Suscribirse a:
Entradas (Atom)