martes, 2 de junio de 2015

Productos que la gente solía comprar.Mascarilla de belleza (creada para blanquear la piel y remover imperfecciones).

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El Chacay: la tragedia que enlutó a los mendocinos. ¿Qué ocurrió ese funesto otoño de 1830?

Los historiadores han aventurado varias hipótesis sobre la matanza del gobernador Juan Corvalán y su comitiva. ¿Fue una trampa planeada por el cacique Pincheira? Aquí, la memoria de un junio sangriento.

La tragedia de El Chacay, ocurrida el 11 de junio de 1830, tiene algunos aspectos poco conocidos por la memoria popular. 
La matanza repercutió en todo los mendocinos, al punto que el hecho fue destacado por el periódico Eco de los Andes, que relató aquel acontecimiento. 

Los historiadores han enfocado el tema mediante varias hipótesis. Para algunos, fue el cacique Pincheira quien, por motivos de poder, eliminó al gobernador Juan Corvalán y a sus acompañantes. Para otros, la triste fatalidad que le tocó vivir al mandatario aquel día fue ejecutada por los caciques Coleto y Mulato.
Una alianza con el poder
 Los encuentros entre federales y unitarios en Córdoba repercutieron firmemente en nuestra provincia. 
La derrota de Quiroga generó la sublevación de los unitarios al mando del capitán Juan Agustín Moyano y la renuncia del entonces gobernador Corvalán, gran aliado del caudillo federal. 
Por otra parte, el sur mendocino estaba dominado por el cacique Pincheira.
En 1829, el mandatario Juan Corvalán inició negociaciones con Pincheira y lo nombró comandante general de la frontera del sud. Luego de la “batalla del Pilar” acontecida en nuestra provincia (donde se enfrentaron unitarios y federales, con el resultado a favor de los últimos), el general Juan Corvalán, restablecido en su cargo de gobernador,  marchó meses después hacia la frontera del sur en busca de una alianza con Pincheira. 
Viaje sin retorno
A principios de abril de 1830, el gobernador Corvalán y su comitiva (integrada por su consejero, el doctor Juan Agustín Maza, el funcionario Gabino García, los coroneles José Aldao y Gregorio Rosas, los oficiales Felipe Videla, José Gregorio Sotomayor, Juan Francisco Gutiérrez y José Ilarnes, más 30 soldados) partieron rumbo al sur del territorio mendocino.
En el viaje realizaron varias paradas: la primera fue en el fuerte de San Carlos, donde se reaprovisionaron; siguieron hacia el fuerte de San Rafael, para marchar luego al encuentro del comandante Pincheira, que se encontraba muy cerca del río Malargüe. En el fortín del mismo nombre, los parlamentarios se establecieron por unos días.
Parlamento con la muerte
El gobernador Corvalán y su comitiva establecieron su campamento en la zona llamada “El Chacay”, donde un malón robó parte del ganado que traían. 
Pocos días después, el coronel Aldao recibió un mensaje por parte de los indios, quienes lamentaban el incidente. 
Para calmar los ánimos -y como prueba de amistad y desagravio- los indios le rogaron al comandante Aldao y al gobernador que pasaran a su campamento, con el fin de devolverle el ganado robado.
Esta situación creó cierta duda entre los parlamentarios, en especial del capitán Gatica, quien propuso no moverse del campamento de ningún modo. 
Se decidió que gran parte del bagaje y del ganado partiera hacia el fuerte de San Rafael y solamente quedaran las tropas.
Detrás de todo esto posiblemente estaba el cacique Pincheira, el que tendería una trampa para eliminar al gobernador y su séquito.

Aquella reunión fatal 
En su campamento, el gobernador Juan Corvalán y el coronel José Aldao recibieron de los caciques varias invitaciones para que pasasen a reunirse con ellos, con el fin de desagraviar el hecho ocurrido. 
Ante esto, Corvalán decidió aceptar la invitación y partió con sus compañeros a aquel lugar.
Por la madrugada, los parlamentarios marcharon rumbo a las tribus del jefe nativo. A la cabeza de ellos cabalgaba el gobernador seguido de Juan Agustín Maza, Felipe Videla y varios soldados.
Al llegar, Juan Corvalán fue recibido por el cacique Coleto, quien le invitó a pasar revista a sus indios y contar su número. 
Los visitantes se quedaron tranquilos, al observar que los indios les habían recibido muy bien. Parecía que nada malo les sucedería. 
Pero, de repente, y cuando estaban recorriendo en línea, un grupo de indios se dispersó y dejó a los parlamentarios en el centro del campo. Formaron un gran círculo y el cacique dio la orden de cargar contra la comitiva. 
Allí se dieron cuenta de que habían sido traicionados y de que su muerte se cernía sobre ellos. 
El gobernador y su comitiva fueron finalmente ejecutados con lanzas. 
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/el-chacay-la-tragedia-que-enluto-a-los-mendocinos-794330

En la década de 1880, las principales familias de Buenos Aires contrataban a Monsieur Desplats, carpintero especialista en escaleras.


Daniel Balmaceda

lunes, 1 de junio de 2015

Historia de la Argentina. Capitulo 8 Auge y caída del Yrigoyenismo - History of Argentina . Chapter 8 Rise and Fall of yrigoyenismo

Mendoza Comercial, Esquina de calles San Martín y Necochea. (Década 1920) - Commercial Mendoza, corner San Martin and Necochea streets


Hermosa perspectiva del paseo de la Alameda (década de 1920) Ciudad Capital de Mendoza - Beautiful view of the Paseo de la Alameda, Capital City of Mendoza


Estación de Tren del departamento de San Carlos. (década de 1920) Mendoza - Train station San Carlos department .


Hotel de Villavicencio. (década de 1920) Mendoza


Hotel de Cacheuta, Torre de Ascensor. (década de 1920) Mendoza - Cacheuta Hotel , Tower Elevator .


Vista de la fábrica de caños instalada en el Parque General San Martín por la Dirección de Obras Sanitarias de la Nación. (década de 1920) Mendoza. Vista Factory pipes installed in the General San Martin Park by the Department of Sanitary Works of the Nation.


Calle Coronel Plaza (año 1929) Ciudad Capital de Mendoza - Capital City of Mendoza


Entre el metro y la vara. Fue recién en 1863 cuando Mendoza, por ley, el Poder Ejecutivo declaró la obligatoriedad del sistema que nos rige a través de los Departamentos de Administración, colegios y escuelas.

El proceso por el cual nuestra provincia adoptó, finalmente, el Sistema Métrico Decimal tiene un largo recorrido. Desde la conquista, hasta nuestros días, hubo un extenso tránsito de cambios en los que la vara, la legua y la libra tuvieron amplia aceptación.







Los españoles trajeron un sistema de medidas y pesas que dejaron desde la fundación de Mendoza en 1561 y tuvo vigencia hasta casi fines del siglo XIX.
En nuestro país, el sistema métrico decimal que conocemos hoy, fue introducido por ley recién en 1863 quien lo adoptó con sus denominaciones técnicas y sus múltiplos y submúltiplos.
El Poder Ejecutivo declaró su obligatoriedad en los Departamentos de la Administración y en todos los Colegios y Escuelas, como también para formar los cuadros de equivalencias entre los pesos y medidas que estaban en uso y los del nuevo sistema.
Cuando la vara conquistó América
Los conquistadores utilizaron para trazar sus ciudades un solo patrón como medida de longitud que denominaron: la vara. 
Cabe destacar que los nativos utilizaban un sistema de medida basado en el cuerpo humano. 

En España, los reyes introdujeron un sistema metrológico similar en América. Sin embargo, las medidas en diferentes regiones del reino español variaban con cierta notoriedad. Lo mismo pasó en el continente hispanoamericano, cuando cada conquistador impuso las medidas a las que estaba acostumbrado en su lugar de origen. También nuestra provincia  no escapó a esto. Por supuesto que produjo un caos al no tener uniformidad en el territorio.
Desde hacía mucho tiempo que los españoles pretendieron unificar el sistema de pesas y medidas, pero no tuvieron el efecto deseado.
Los comerciantes peninsulares aprovechaban esta confusión de los patrones para obtener mejores beneficios.

Durante el reinado de Felipe II se realizó una unificación en donde la medida de longitud se la denominó “Vara Castellana” pero a pesar de todo esto, se seguía midiendo en América con grandes diferencias y nadie hizo caso; lo mismo pasó con las otras medidas de peso y capacidad. 
Medidas coloniales
Para medir longitudes se utilizaban en la Mendoza colonial las varas, que equivalían a unos 83,6 centímetros aproximadamente; luego la seguía el pie (27,86 cm) y la pulgada (2,321 cm). Para medir las distancias se utilizaba la legua que variaba según las regiones y estaba en el orden de los 5,57 kilómetros); en otros casos se tomaba la legua de posta -como le llamaban- equivalente a unos 3,5 km.
Para pesar, los mendocinos utilizaban la libra (0,460 g.), la onza (28,75 g.), la arroba (11,50 kg.) y el quintal (46,03 kg); y para las medidas de capacidad se utilizaba la arroba, para el aceite (16, 13 litros) y el vino (12,53 l.); mientras que para los cereales, la medida era el almud (4,58 l.) y la fanegas (55,501 l.).
Los argentinos y el metro
Fue en Francia, a fines del siglo XVIII, que los científicos propusieron un cambio en los patrones de las medidas en todo el mundo, basándose en: “la medición del péndulo que bate segundos sobre el Ecuador”. Así se definió luego como: “la diez-millonésima parte del cuadrado del meridiano terrestre medido en el arco formado desde Dunkerque a Barcelona”. A eso se le llamó metro y sus submúltiplos.
Lo cierto es que se tardó muchos años para adoptar definitivamente el uso del sistema métrico decimal en Mendoza, nuestro país y también en gran parte del planeta.

Luego de la independencia de nuestro país, un destacado técnico llamado Felipe Senillosa planteó la necesidad de unificar el sistema de pesas y medidas, debido a la anarquía que reinaba en las medidas y planteó la necesidad de adoptar el sistema métrico que se utilizaba en Francia. Durante el año de 1835, el gobierno de Rosas le encargó que estudiara la problemática y aplicara el metro lineal.
Un año después Senillosa midió con el nuevo sistema la nave central de la Catedral de Buenos Aires, y otras edificaciones, dándole buenos resultados; lo que hizo que el gobierno de turno “aplicara” el nuevo sistema propuesto por el científico, quedando entre uno de los primeros países con la intención de adoptar el metro como medida. Aquí en Mendoza,  se seguía utilizando la del viejo sistema español. 
Entre dimes y diretes
En 1857, el gobierno de Buenos Aires adoptó oficialmente el sistema métrico decimal y durante la presidencia de Bartomolé Mitre, mediante la ley N° 52, del 10 de setiembre de 1863, se impuso el flamante sistema en todo el país.
A pesar de todas estas leyes, en nuestra provincia, fue muy difícil dejarla totalmente impuesta, incluso en diciembre de 1884 el gobierno local promulgó una ley en donde las antiguas medidas hispanas eran protegidas legalmente.
En 1887, desde la nación, se dictó otra disposición para que se adoptara formalmente el sistema métrico decimal definitivamente. El gobierno de Mendoza lo acató recién el 1 de enero de 1889 cuando, mediante un decreto, se obligaba a toda la población a tomar este sistema como único. 
Fue así, que el metro y el kilogramo comenzaron a estar en boca de todos los mendocinos, luego de 330 años en que la vara y la libra dominaban.

Juguetes 1810: baleros, soldaditos de estaño, perinolas, cañoncitos de bronce, caballos de palo. Ellas: muñecas de trapo caseras.


Daniel Balmaceda

domingo, 31 de mayo de 2015

31 de mayo Día Mundial libre de Tabaco Vendedor de cigarrillos, c.1900


Grease- You're the one that I want.

Hermosa Imagen de la Fuente de la Plaza Independencia, (año 1907) Ciudad Capital de Mendoza


Frente del edificio donde funcionaba la sucursal del Banco de Mendoza, en el distrito de La Consulta, Departamento de San Carlos

Inició sus actividades el 28 de Octubre de 1946 en la Consulta.


Publicidad Gráfica. Cigarrillos Centerario. (año 1911)


Imagen de la construcción del edificio del Banco Unión Comercial Industrial (BUCI), en Calle España. (Abril de 1982) Capital de Mendoza


En dependencias de Gendarmería Nacional en Villa Las Cuevas funcionaban los controles aduaneros y venta del boleto de peaje para utilizar el túnel ferroviario Internacional, Argentina-Chile (Enero 1980)


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