La apertura de la avenida 9 de Julio, iniciada en 1936, fue una tarea que demandó décadas. Las primeras cuadras se abrieron a partir del obelisco, hacia el norte y hacia el sur. Pero en aquella etapa inicial, algunas manzanas continuaron ocupando su lugar en medio de la importante avenida. Como por ejemplo, la que se encontraba entre Cangallo (hoy Perón) y Bartolomé Mitre. Esa manzana comenzó a usarse como centro de exposiciones y allí se realizó la Primera Feria del Libro Argentino, en abril de 1943.
No fue la primera “Primera Feria del Libro”. En 1928 se había llevado a cabo la “Primera Exposición Nacional del Libro” en el Teatro Cervantes, nada menos. Pasó algo más de una década y en 1940 tuvo lugar la “Exposición del Libro” en el Palais de Glace, en Recoleta. Las dos tuvieron una excelente organización, pero no llegaron a ser populares. En cambio, la de 1943, en medio de la 9 de Julio, sí lo fue.
Se extendió del 1 de abril al 8 de mayo. La organizó la Cámara Argentina del Libro, cuyo objetivo era instalar la costumbre de leer y estimular el consumo de libros argentinos. Fueinaugurada por el presidente de la Nación, Ramón Castillo, y el acto comenzó con la ejecución del Himno Nacional por la Banda Municipal. Luego recibió las bendiciones del Arzobispo de Buenos Aires, Santiago Luis Copello. Para finalizar, dieron discursos el Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Alberto Pueyrredon; el escritor Ricardo Rojas, y el presidente de la Cámara Argentina del Libro, Guillermo Kraft, quien resaltó que el pueblo argentino debía leer con mayor frecuencia para así conocer mejor a los escritores y brindarles su apoyo.
También concurrieron al acto inaugural los ministros de Justicia e Instrucción Pública, Guillermo Rothe, y de Agricultura, Daniel Amadeo Videla; el presidente de la Comisión de Vecinos,Ernesto Padilla; el escritor Enrique Larreta, y el presidente de la Comisión de Monumentos Históricos, Ricardo Levene.
La exposición fue visitada por más de 2 millones de personas que disfrutaron de actos culturales y promociones de libros a menor precio. Además, se entregaron ejemplares de regalo a estudiantes, turistas y tripulaciones de la flota mercante para que esparcieran la obra de los autores argentinos por todos los puertos del mundo.