Así quedó la Iglesia de San Francisco tras el terremoto de 1861 (foto tomada en 1891).
En los últimos 300 años, Mendoza fue la provincia donde más terremotos se han registrado, según los datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). El organismo cuenta con una base de datos de sismos destructivos (mayores a grado VI en la escala Mercalli) ocurridos en el país desde 1692. Desde esa fecha y hasta 2011, último gran sismo con epicentro en Argentina, nuestra provincia registró 16 terremotos, como lo muestra el mapa interactivo elaborado por Unidiversidad.
En segundo lugar está Salta, con 15 terremotos, mientras que San Juan cierra el podio de lugar más sísimico del país con 8 grandes temblores. Pero también provincias como Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Tierra del Fuego y hasta las islas Orcadas han sufrido estos fuertes movimientos de la tierra desde el 13 de setiembre de 1692, la fecha del terremoto más antiguo del que tiene registrado el INPRES, ocurrido en Salta y de magnitud IX.
El Instituto afirma que en la zona centro-oeste del país, los terremotos han representado verdaderos desastres regionales. Por ejemplo, el del 20 de marzo de 1861 que afectó a Mendoza (grado IX), es considerado uno de los más desastrosos del siglo XIX en todo el mundo. Mientras que el del 15 de enero de 1944 (grado IX), que destruyó a San Juan, representa con sus 10 mil muertos la mayor catástrofe de toda la historia argentina. Salta y las dos provincias cuyanas se vieron afectadas por terremotos de grado XI en la escala de Mercalli, de categoría muy destructivos. Estos provocaron daños considerables en estructuras, desplazaron edificios de sus bases y ocasionaron derrumbes parciales.
La medición con la escala de Mercalli evalúa la intensidad a través de los efectos y daños causados a distintas estructuras. Este método ofrece 12 grados. En el I, la sacudida es sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables, mientras que en el grado XII la destrucción es total y pueden verse ondas sobre el terreno y perturbaciones de las costas de nivel (ríos, lagos y mares).
Otra escala posible para medir un sismo es la del sismólogo estadounidense Charles Richter. Con este método, los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y la amplitud de la onda. Mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, establecen el grado de magnitud del temblor. Desde menos de 2 hasta 2.9 son microsismos generalmente no perceptibles; entre 3.0 y 3.9, un sismo es considerado menor; la medición va aumentando a ligero, moderado, fuerte y mayor hasta llegar a 8.0 - 9.9, calificados como de grandes características. La tabla prevé un grado 10, épico, que no se ha registrado nunca.
Fuente: http://www.unidiversidad.com.ar/mapadelosterremotos?utm_source=click&utm_medium=fb&utm_content=mapaterremoto&utm_campaign=atmp