Proyecto del escultor Italiano Proyecto del Escultor Argentino
Rameghini Matías Alonso
Monseñor Benavente, el Obispo de Cuyo, ha iniciado entre la, población de su gobernación eclesiástica un trabajo que ha sido acogido con entusiasmo y simpatía: la erección de un monumento consagrando al Cristo Redentor en la cumbre de la Cordillera de los Andes, como símbolo de paz y de concordia entre los pueblos que separa. La iniciativa del obispo ha tenido un éxito extraordinario, y ya están llegando los fondos necesarios para cubrir los gastos que origine la obra Los dos monumentos que reproducen nuestros grabados han sido presentados, uno por el escultor italiano RameghInI, que lo ha enviado desde Italia, y el otro por el escultor argentino Matías Alonso, disciípulo de Valmitjana, quien hizo el Cristo que corona el frente de la Iglesia del Pilar. Alonso es un hombre joven que dará al país buenos trabajos y que se ha hecho notar ya, no solamente por la originalidad de sus concepciones sino por su procedimiento artístico.
El estudio de su modelo revela sus condiciones y se ha Impuesto a la consideración de la
comisión encargada de la obra y de que es alma el Canónigo Ysni, uno de los miembros más ilustrado del clero argentino. Se ha modificado la cruz que sostiene el Cristo en sus manos, quitándole los adornos y dejando sencillamente aquella en que el Redentor sufrió su martirio.
La estatua tendrá ocho metros de altura y será de bronce. La comisión se ha dirigido al
señor Ministro de la Guerra pidiéndole ceda para fundirlo, el cañón llamado El Criollo
cual se halla en el Parque de Artillería. Este cañón fué fundido en el Paraguay por
orden del tirano López, con las alhajas de las iglesias y todas aquellas que pudieron secuestrarse a las familias pudientes de Asunción, y que nunca llegó a utilizarse.
Al escultor Sr. Matías Alonso, que ha sido muy felicitado por su trabajo se le encargará la
realización de la estatua en los talleres del Arsenal de Guerra lo propio que la preparación
del bloc de granito en que descansará y que deberá labrarse en el mismo punto elegido para la erección del monumento.
Este queda en la cumbre, en el paso de Uspallata, y el primer día del siglo se colocará la
piedra fundamental realizándose una fiesta popular en Mendoza
Crónica Revista Caras y Caretas año 1900
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