En Mayo de 1910 los mendocinos se preparaban eufóricos para los actos del Centenario de la Revolución de mayo. Los eventos se estaban preparando desde hacía varios meses, en ese decenio había mas distracciones para sacudir la modorra dominical y estirar la jornada con la ayuda de la iluminación eléctrica, que acortaba las noches. Precisamente fue por esos años que el auge del cine se encontraba como una de las diversiones aceptadas por el público mendocino. La mayoría de las funciones se exhibían en una confitería de la calle San Martín. En las tardes domingueras, las damas de la alta sociedad, lucían sus ampulosos vestidos en la Confitería Colón, donde además de tomar el riguroso té, tenían a su disposición repostería fina desde las 4 de la tarde hasta las 9, según los anuncios de la prensa de la época. Todo esto estaba en un saloncito especial para ellas, ya que los caballeros eran aún los dueños y señores del local. Una de las grandes atracciones por esos años era el Parque del Oeste (actual Parque San Martín), donde los fines de semana infinidad de familias paseaban por las tardes en carruajes y se concentraban en la rotonda que rodeaba el quiosco, atraídos por los armoniosos sonidos de la Banda de la Policía En esa época Mendoza se expandía, había venta de lotes por todas partes, en pleno centro, en Maipú, en Tres Porteñas, el sur de la provincia y Godoy Cruz. Ese crecimiento se lo veía en todos lados, en las nuevas construcciones, en los automóviles que ya ostentaban su ruidoso futuro protagonismo en las calles. En definitiva el Centenario mostraba a Mendoza en un clima de euforia generalizada, que se justificaba en buena medida por la pujanza económica del país entero, pese al contraste que se producía entre la próspera situación de las clases altas y la no tan cómoda realidad de los obreros, aún huérfanos de muchos derechos.
Así y todo el Centenario fué una fiesta para todos los habitantes de Mendoza. Se extendieron guirnaldas en todos los edificios, donde también ondeaban simbólicamente la bandera Argentina junto a la de otros países, las de los inmigrantes que decidieron sumarse a la tarea de hacer de la Argentina un gran país.
Hubo inauguraciones por doquier, monumentos, escuelas, e incluso el primer kinder garden. Para mayo se podía viajar en ferrocarril directamente hasta Chile, ya que por el mes de Abril se abrió el anhelado túnel internacional que unió ambos países.
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