Algunos artistas trabajando con Ferrari en Buenos Aires en la fundición en bronce la monumental escultura.
Según la ley de la Nación número 6286, la Comisión Nacional del Centenario acordó la erección de un monumento en la ciudad de Mendoza que conmemorara la gesta emancipadora de América del Sur por el Ejército de los Andes. Ante este pedido, en 1911, fue convocado para presidir esta comisión el reconocido científico Francisco P. Moreno, quien fue encargado y enviado especialmente a nuestra provincia para el levantamiento de esa obra conmemorativa. A pesar de algunas diferencias entre las distintas comisiones para poner la piedra fundamental en el cerro del Pilar, esta se estableció en aquel lugar. Sobre una base de piedra cordillerana, se erigió un conjunto escultórico realizado en bronce cuya fundición se realizó en el entonces arsenal de guerra de la Nación. Se cree que el escultor uruguayo Ferrari se basó en una de las estrofas de Nido de cóndores, del poeta Olegario Andrade, que sirvió de musa al artista permitiéndose crear, dentro de aquel espléndido cuadro imaginativo, los grandes rasgos y finísimos detalles de aquella sublime obra. A principios de mayo de 1910, el escultor oriental llegó a nuestra provincia para profundizar sus conocimientos sobre los acontecimientos de la gesta sanmartiniana. Tres años después regresó a Mendoza, esta vez para trabajar en los detalles de la obra ya montada en el llamado cerro del Pilar. Entre sus colaboradores y amigos se encontraba el sacerdote y escultor salesiano Quintino Piana, quien había nacido en Italia en 1879. Su íntegra formación artística fue realizada en ese país con grandes maestros de la escultura. Para la composición de la obra fue muy importante el aporte de este religioso, que falleció en Buenos Aires en 1950. El 12 de febrero de 1914 el monumento fue inaugurado con la presencia de autoridades nacionales y provinciales.
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