La Ley 23.492 de Punto Final argentina, entra en vigor el 22 de Febrero de 1987, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, y estableció la paralización de los procesos judiciales contra los imputados como autores penalmente responsables de haber cometido el delito complejo de desaparición forzada de personas (que involucró detenciones ilegales, torturas y homicidios agravados o asesinatos) que tuvieron lugar durante la dictadura militar genocida del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional de 1976-1983.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
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jueves, 22 de febrero de 2018
miércoles, 21 de febrero de 2018
Almuerzo en la cima de un rascacielos: la historia detrás de la famosa imagen en 1932
Durante 80 años, los 11 herreros de la foto icónica han permanecido desconocidos, y ahora, gracias a una nueva investigación, se han identificado dos de ellos.
Almuerzo en lo alto de un rascacielos (los trabajadores de la construcción de Nueva York almorzaron en un travesaño) fue tomado en 1932. (Bettmann / Corbis)
Misterio
Titulado 'Almuerzo en la cima de un rascacielos', es una foto que a menudo arroja más preguntas que respuestas. Durante 80 años, la identidad de su receptor y los once hombres en la foto permanecieron en el misterio. Fue una historia perdida en el tiempo, con sus héroes desconocidos. ¿Quiénes son los hombres en la foto? Sin embargo, un documental irlandés de 2012 titulado 'Hombres en el almuerzo' descubrió algunas verdades desconocidas, incluida una teoría de que dos de los hombres de la foto procedían de Irlanda. El cineasta de Connemara, Séan Ó Cualáin, vio la fotografía en la pared de un pub de Galway con una nota que decía: "Este es mi padre en el extremo derecho y mi tío en el extremo izquierdo". La curiosidad de Óáááin le ganó, así que le preguntó al barman si podía ponerse en contacto con la nota.
El barman debidamente obligado y, esa noche, el cineasta estaba hablando por teléfono con Pat Glynn, el hijo de un emigrante Shanaglish, quien afirmó que su padre era uno de los hombres en la viga.
Después de una investigación, confirmó que el hombre que sostenía la botella era el padre de Pat, Sonny Glynn, y el hombre de la extrema izquierda era Matty O'Shaughnessy, su tío político.
Joseph Eckner, tercero desde la izquierda, y Joe Curtis, tercero desde la derecha, también han sido confirmados.
Aunque algunos de los hombres dentro de la foto permanecen en el anonimato, está claro que la mayoría de ellos fueron hombres que viajaron a Estados Unidos en la década de 1920, con el sueño de una vida mejor
Matty O'Shaughnessy (L), ahora identificado como el hombre de la extrema izquierda y Sonny Glynn (R), ahora conectado a la extrema derecha en la fotografía 'Almuerzo en la cima de un rascacielos'. (Sonta Films)
Borrando los mitos
A pesar de que muchas personas asociaron la foto con el edificio Empire State, en realidad fue tomada en el piso 69 del edificio RCA.
Se cree que la foto se organizó para promocionar el nuevo rascacielos de Rockefeller.
Esto se debe a que hay muchas otras fotos menos conocidas tomadas como parte del rodaje.
Apareció por primera vez en público en un suplemento fotográfico dominical del New York Herald Tribune el 2 de octubre de 1932.
Corbis, que compró el archivo Acme Newspictures en 1995, ahora posee el negativo de esta famosa imagen.
El negativo original de 'Lunch Atop a Skyscraper' de 1932, que se ve en el documental, dirigido por Sean O Cualain. (Bettman / Corbis)
¿Quien tomó la foto?
'Almuerzo encima de un rascacielos' probablemente ha sido incorrectamente atribuido más que cualquier otra fotografía en la historia.
Muchas personas acusan falsamente a Lewis Hine, el famoso fotógrafo que documentó la construcción del Empire State Building.
Charles C Ebbets también recibió crédito por este trabajo, antes de que una investigación de 2003 descubriera que tal vez no fue él quien tomó la fotografía.
Trabajadores de la construcción tomando una siesta en una viga de acero durante la construcción del edificio RCA en Nueva York en 1932, después de que se tomara la emblemática imagen de "Almuerzo encima de un rascacielos". (Bettmann / Corbis)
Legado
Esta foto no puede atribuirse a ningún fotógrafo, pero siempre estará asociada a un tipo de persona.
Una persona que está dispuesta a viajar por el mundo con la esperanza de una vida mejor. Una persona que sueña a lo grande.
(H / T JOE.ie )
Hubo varios fotógrafos en el rodaje, por lo que es imposible saber quién tomó la foto.
Efemérides. 21 de Febrero de 1870. Nace Víctor Mercante. Pedagogo argentino que contribuyó a la difusión de la educación laica y pública en Argentina
Víctor Mercante nace en Merlo, el 21 de febrero de 1870 ,muere en Los Andes,el 20 de septiembre de 1934 fue un pedagogo argentino que contribuyó a la difusión de la educación laica y pública en Argentina.Víctor Mercante era hijo de inmigrantes italianos. Su padre era un agricultor empobrecido y su madre descendía de una familia de la nobleza de Liguria. Víctor Mercante nace en el pueblo de Merlo y cuando tiene siete años de edad, los Mercante regresan a Italia para retornar a la Argentina tres años después, en 1880 y se vuelven a instalar en el pueblo rural de Merlo. Su hermano, Alejandro, fue matemático y a él se vincula la instalación de varias de las primeras usinas eléctricas de la Provincia de Buenos Aires como también la de Posadas, Provincia de Misiones.En Merlo, Mercante fue pupilo de un destacado maestro, el italiano Bernardo Moretti.Por pedido de Joaquín V. González , organizó la Sección Pedagógica en la Universidad de La Plata, basamento de la actual Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.En 1908 presidió la Sociedad Psicológica de Buenos Aires. Figura emblemática de la intelectualidad científica. Fue el primer argentino que se entrevistó con Sigmund Freud. El trascendente legado de Mercante incluye una serie de obras, además de la mencionada anteriormente. Tal es el caso de Archivos de Pedagogía y Ciencias Afines, Charlas pedagógicas, de 1925, Maestros y Educandos, publicado en 1927. También fue autor de textos para alumnos, así como de tratados científicos sobre la que se presentaba como una novedosa disciplina, la paidología. Su definición la describe como la ciencia que estudia todo lo relativo a la infancia y su buen desarrollo físico e intelectual.
martes, 20 de febrero de 2018
Efemérides. 20 de Febrero de 1813, se libra la Batalla de Salta.
En 1813 en Salta (Argentina) las tropas del general Manuel Belgrano derrotan a los invasores realistas españoles en la Batalla de Salta. La batalla de Salta fue un enfrentamiento armado librado el 20 de febrero de 1813 en Campo Castañares, hoy zona norte de la ciudad de Salta, norte de la República Argentina, en el curso de la Guerra de Independencia de la Argentina. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano y de Eustoquio Díaz Vélez como mayor general o segundo jefe, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había batido ya en septiembre anterior en la batalla de Tucumán. La rendición incondicional de los realistas garantizó el control del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata, aseguró la región y permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control del Alto Perú.
Manuel Belgrano había aprovechado la victoria patriota de la Batalla de Tucumán, librada los días 24 y 25 de septiembre de 1812, para reforzar el ejército a su mando. En cuatro meses logró mejorar la disciplina de las tropas, proporcionarles instrucción y reclutar suficientes efectivos como para duplicar su número. El parque y artillería abandonados por Tristán en la anterior batalla le había permitido organizarse con mucha mayor soltura. A comienzos de enero, buscando marchar tranquilamente para no fatigar a las tropas, emprendió la vanguardia la marcha hacia Salta. El 13 de febrero, a orillas del río Pasaje, el ejército prestó juramento de lealtad a la Asamblea Constituyente que había comenzado a sesionar en Buenos Aires pocos días antes, y a la bandera albiceleste diseñada por Belgrano. La bandera fue conducida por el mayor general Eustoquio Díaz Vélez, a quien llevaba en medio el coronel Martín Rodríguez y el general Belgrano escoltados por una compañía de granaderos que marchaban al son de música. La ocasión cuya solemnidad fue empleada hábilmente por Belgrano, como lo había hecho en la bendición de la bandera en Jujuy antes del Éxodo Jujeño dio lugar al rebautismo del río con el nombre de Juramento.
Tristán, entretanto, había aprovechado la ocasión para fortificar el Portezuelo, el único acceso a la ciudad a través de la serranía desde el sudeste; la ventaja táctica que esto le suponía hubiera hecho el intento imposible, de no ser por el superior conocimiento de la zona que los lugareños conscriptos aportaran. Tras que el General Manuel Belgrano pernoctara en la Finca de Castañares, el capitán Apolinario Saravia, natural de Salta, se ofreció a guiar el ejército patriota a través de una senda de altura que desembocaba en la Quebrada de Chachapoyas, que les permitiría empalmar con el camino del norte, que llevaba a Jujuy, a la altura del campo de la Cruz, donde no existían fortificaciones semejantes. Aprovechando la lluvia que disimulaba sus acciones, el ejército emprendió la marcha a través del áspero terreno, avanzando lentamente a causa de la dificultad de transportar los pertrechos y la artillería. El 18 se apostaron en el campo de los Saravia, ubicado en esa zona, mientras el capitán, disfrazado de indígena arriero llevaba una recua de mulas cargadas de leña hasta la ciudad, con la intención de informarse de las posiciones tomadas por la tropa de Tristán.
El general José María Paz en sus Memorias póstumas describió el orden de batalla:
"Nuestra infantería estaba formada en seis columnas de las que cinco estaban en línea y una en reserva, en la forma siguiente: 1° principiando por la derecha, el Batallón de Cazadores a las ordenes del comandante Dorrego, 2° y 3° eran formadas del Regimiento N° 6 que era el mas crecido, una á las órdenes del comandante Forest, y la otra, aunque no puedo asegurarlo á las del comandante Warnes, 4° del Batallón de Castas á las órdenes del comandante Superi, 5° de las compañías del N° 2 venidas últimamente de Buenos Aires, al mando del comandante D. Benito Alvarez, 6° y última compuesta del Regimiento N° 1 al mando del comandante D. Gregorio Perdriel. La artillería que consistía en doce piezas, si no me engaño, estaba distribuida en los claros, menos dos que habían quedado en la reserva."
El día 19, gracias a la inteligencia de Saravia, el ejército marchó por la mañana con la intención de acometer las tropas enemigas al amanecer del día siguiente. Tristán recibió noticia del avance, y dispuso sus tropas nuevamente para resistirlo; alineó una columna de fusileros sobre la ladera del cerro San Bernardo, reforzó su flanco izquierdo, y organizó las 10 piezas de artillería con que contaba. En la mañana del 20 Belgrano ordenó la marcha del ejército en formación, disponiendo la infantería al centro, una columna de caballería al mando de José Bernaldes Polledo en cada flanco y una nutrida reserva al mando de Manuel Dorrego.
La herida de bala que al inicio de la batalla recibiera Eustoquio Díaz Vélez, segundo jefe de las fuerzas y jefe del ala derecha, mientras recorría la vanguardia de la formación, no fue obstáculo para que volviera al campo. El primer choque fue favorable a los defensores, ya que la caballería del flanco izquierdo encontraba dificultad para alcanzar a los tiradores enemigos por lo empinado del terreno.
Poco antes de mediodía, Belgrano ordenó el ataque de la reserva comandada por Dorrego sobre esas posiciones, mientras la artillería lanzaba fuego granado sobre el flanco contrario. Al frente de la caballería, condujo él mismo una avanzada sobre el cerco que rodeaba la ciudad. La táctica fue exitosa; columnas de infantes al mando de Carlos Forest, Francisco Pico y José Superí rompieron la línea enemiga y avanzaron sobre las calles salteñas, cerrando la retirada al centro y ala opuesta de los realistas. El retroceso de los realistas se vio dificultado por el mismo corral que habían erigido como fortificación; finalmente, se congregaron en la Plaza Mayor de la ciudad, donde Tristán decidió finalmente rendirse, mandando tocar las campanas de la Iglesia de La Merced. El enviado realista a parlamentar fue el coronel La Hera quien negoció con Belgrano que al día siguiente los soldados abandonarían la ciudad en marcha, con honores de guerra, y depondrían las armas; Belgrano garantizaba su integridad y libertad a cambio del juramento de no empuñar nuevamente las armas contra los patriotas, un gesto inusual que ganó para su causa a no pocos de los combatientes enemigos. Los prisioneros tomados antes de la rendición serían liberados a cambio de los hombres que José Manuel de Goyeneche retenía en el Alto Perú.
"Dígale usted a su general que se despedaza mi corazón al ver derramada tanta sangre americana: Que estoy pronto a otorgar una honrosa capitulación, que haga cesar inmediatamente el fuego en todos los puntos que ocupan sus tropas, como yo voy a mandar que se haga en todos los que ocupan las mias."
Como consecuencia del triunfo patriota en la batalla de Salta, todo el ejército realista fue muerto o puesto en cautividad, los 3.398 combatientes.45 Los españoles tuvieron 481 muertos, 114 heridos (capturados) y 203 prisioneros sanos, incluidos 17 oficiales; otros 2 generales, 7 jefes, 117 oficiales y 2.023 hombres que se rindieron al día siguiente, entregando 2.188 fusiles, 1.096 bayonetas, 156 espadas, 17 carabinas, 10 cañones y 6 pistolas,4 también todo el parque de guerra y tres banderas reales.6 Durante la batalla habían sido capturados 5 de los cañones y 500 de los fusiles. Otras fuentes elevan el número de capitulados a 2.786 hombres. El ejército de las Provincias Unidas tuvo 101 soldados y 2 oficiales muertos más 419 soldados y 14 oficiales heridos.
La generosidad de Belgrano, que abrazó a Tristán y lo dispensó de entregar sus símbolos de mando los unía una estrecha amistad personal; habían sido condiscípulos en Salamanca, convivido en Madrid y amado allí a la misma mujer, atraería sorpresa en Buenos Aires, pero la resonante victoria silenció las críticas y le granjeó un premio de 40.000 pesos dispuesto por la Asamblea. Belgrano declinaría recibirlo, disponiendo que el dinero se destinara a crear escuelas en Tucumán, Salta, Jujuy y Tarija; el libramiento de los fondos sería una deuda histórica durante 185 años, hasta que en 1998 finalmente se equipó en Tarija la última destinataria de los mismos.
La batalla de Salta fue la lid en que por primera vez flameó la enseña patria en una acción de guerra y resultó una nueva e importante victoria para los revolucionarios. Como consecuencia de este triunfo los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el extinto Virreinato.
Esta decisiva batalla fue:
"la primera y única rendición de un cuerpo de ejército enemigo en batalla campal, que registra la Guerra de la Independencia."
Belgrano nombró a Díaz Vélez gobernador militar de la provincia de Salta y éste colocó a la bandera argentina por primera vez en el balcón del Cabildo y los trofeos apoderados de los realistas los ubicó en la Sala Capitular.
Los triunfos de Tucumán y Salta permitieron la recuperación del Alto Perú por los rioplatenses. Díaz Vélez, como jefe de la avanzada del ejército vencedor en la segunda campaña al Alto Perú, entró triunfante en la ciudad de Potosí, el 7 de mayo de 1813.
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