En tiempos del virreinato se jugaba a las bolas en todo el territorio, es decir, desde Buenos Aires hasta Lima y de Santiago de Chile a Asunción y Montevideo. Hoy le decimos juego de bochas.Las canchas se encontraban al costado de las pulperías y eran instaladas por el propio pulpero, consciente de que, como se jugaba por dinero, los ganadores celebrarían y él saldría beneficiado.
En este juego, lo primero que se hace es lanzar una bocha pequeña para que sea tomada como objetivo. Gana quien logre arrimar su bocha lo mas cerca posible de la pequeña, llamada bochín y boliche (diminutivos de bocha y bola). La frase “arrimar el bochín”, que en realidad debería ser “arrimar al bochín”, era la acción de acercarse a una mujer, de abordarla con intenciones de seducción. Luego se sumó otro concepto: se arrima el bochín cuando se aporta una idea que se aproxima a la solución que se busca. Por otra parte, el diminutivo boliche se usó como sinónimo del juego. Asimismo, fue el término para referirse a la pulpería. Cuando alguien decía que iba al boliche, significaba que iría a la pulpería. Como en esos lugares también se organizaban bailes, la palabra se mantuvo para señalar el lugar donde se baila. ¿Adónde fueron a bailar los jóvenes de la foto tomada en 1969? Al boliche.
http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/costumbres/por-que-decimos-boliche/
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