por Guillermo Jose Sobral
El 21 de diciembre de 1901 viajó de Buenos Aires a la
Antártida en la expedición científica sueca al mando de Otto Nordenskjöld para realizar
estudios científicos y mediciones en un continente aún desconocido. El buque se
llamaba “Antarctic”. A los 21 años, fue el primer argentino en invernar en la
Antártida dos años consecutivos. A su regreso, el úbilo y delirio que despertó
en la población argentina lo convirtieron en un personaje muy popular. En 1904
viaja a Suecia donde hará estudios en Geología en la prestigiosa Universidad de
Uppsala y obtuvo el doctorado en el año 1913. En Suecia se lo distinguió
llamando a un mineral, “Sobralite”, nombre puesto en su honor, distinción
otorgada solamente a los más brillantes estudiosos. Y, por su destacada
actuación científica y solidaria en la Antártida, el rey de Suecia lo condecoró
con la medalla de “Caballero de la Real Espada de Suecia”, condecoración que se
otorga únicamente a los extranjeros de más alto capital intelectual y
humanístico. Regresó a la Argentina en 1914 y fue designado en la Dirección
General de Minas e Hidrografía donde llegó a ser Director General en el año
1924. En 1930 fue nombrado Cónsul General en Noruega y a fines de 1931 ingresó
como geólogo en YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) donde se jubiló en
1935. Desde entonces y hasta su muerte en el año 1961 continuó recorriendo el
país haciendo estudios geológicos y dando conferencias sobre esos temas. En todos
estos años no olvidó la Antártida sobre la cual siguió investigando y en sus
conferencias al respecto siempre sostuvo la necesidad de su ocupación pacífica,
tanto del continente antártico como de los archipiélagos subantárticos. Fue
autor de importantes libros, entre ellos, "Dos años entre los
hielos" primer libro sobre la Antártida escrito por un argentino ;
"El Futuro de Nuestra Armada", "Problemas de los
Andes Australes", "Sobre Cambios Geográficos" y
"La Frontera Argentino-Chilena en el Canal de Beagle". En 1930
recibió la medalla de oro de “Hispanic of América Society” por los logros
científicos de Sobral y fue declarado el sabio geógrafo más grande del
Hemisferio Sur. Fue el primer geólogo argentino reconocido a nivel mundial con título
universitario y el mejor petróleo de su época. Fue justo e incorruptible. Como
cuenta el contraalmirante Laurio Destéfani en su libro “El alférez Sobral y la
Soberanía Argentina en la Antártida”. Sobral hablaba nueve idiomas y escribió
artículos en varios países de Europa. Llevan su nombre dos buques, una Base antártica,
un sello postal, un museo en Santa Fe y Tierra del Fuego, escuelas, plazas,
calles…en todo el territorio argentino. José María Sobral es conocido hoy como
“El Alférez Sobral”, se le considera el padre de la Antártida Argentina y un
héroe nacional. Jorge y Nahuel Sobral
Guillermo Sobral
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