miércoles, 11 de septiembre de 2013

La verdadera historia del festejo del Día del Maestro. La odisea de las maestras yanquis.

Tres de las 61 maestras que trajo Sarmiento entre 1869 y 1898. (Foto esacademic.com)


Hoy se celebra el Día del Maestro en memoria de Faustino Valentín Sarmiento -presidente, embajador, ministro, gobernador, senador, escritor, periodista y soldado, pero por sobre todo, maestro- muerto en Paraguay el 11 de septiembre de 1888, a los 77 años. 
No, no es un error, sino su verdadero nombre: Domingo fue el apodo con que lo llamó su madre, Paula Albarracín, devota de Santo Domingo, pero no es el que figura en sus papeles de identidad. 
El error, en todo caso, está en creer que el Día del Maestro es un homenaje argentino a él y sus docentes, cuando en realidad es una conmemoración de toda América a dos hombres: Sarmiento y Horace Mann, el gran pedagogo norteamericano. 
Ambos fueron reconocidos por sus trayectorias en educación por la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas, realizada en Panamá, en 1943; y desde entonces, el 11 de septiembre fue instituido como Día del Maestro en toda América, para conmemorar sus vidas y sus obras, explica Ana María Bertolini en una excelente nota para la agencia Télam.
Semblanzas sobre una personalidad tan rica y polifacética como la de Sarmiento se han escrito a montones, a favor y en contra, pero curiosamente poco se ha dicho sobre lo que hoy, en el Día del Maestro, es lo central, y que a no dudar es también su más preciada obra: el normalismo, es decir, formar docentes para una escuela pública, laica, mixta, gratuita y obligatoria. 
Este “disparate grande y sublime”, como él lo llamó, comenzó en 1845 cuando, exiliado en Chile, fue enviado por el ministro de Instrucción Pública y luego presidente, Manuel Montt, a Europa y Estados Unidos, para estudiar durante dos años en esos escenarios nuevos métodos de enseñanza. 
Al respecto, cabe decir que a instancias de Montt, Sarmiento ya había fundado en 1842 la primera Escuela Normal de Maestros de América latina, cuyo semillero de docentes posibilitó en seis años la apertura de 72 nuevas escuelas en Chile. 
En Estados Unidos constató el modo en que Horace Mann formaba a las maestras y lo impresionó particularmente la Escuela Normal de Newton Eats, cerca de Boston, de donde sacó el modelo que aplicó más tarde en Chile y la Argentina. 
Para formar al normalismo argentino soñó con traer al país unas 1.000 maestras extranjeras, pero sólo logró que vinieran algunas. Sarmiento asumió la Presidencia en 1868 y entre 1869 y 1898 llegaron en total al país 65 docentes, 61 de ellos mujeres. 
Venidas desde Nueva York, Virginia, Maryland, Pennsylvania, Ohio y Nueva Inglaterra, habían sido atraídas por la convocatoria que Mary Mann, la mujer de Horace, difundió por la prensa: se les ofrecía un contrato por tres años, que corrían desde el embarco. 
Una vez llegadas, eran enviadas unos meses a Paraná, donde Sarmiento había creado en 1870 la primera Escuela Normal del país, para que se ambientaran y pudieran perfeccionar allí su español, tras lo cual, iban siendo destinadas a otras provincias. 
El primer censo nacional de 1869 -también obra de Sarmiento- había dejado al descubierto un país de grandes extensiones deshabitadas o en poder de los indios, y un índice de analfabetos del 71%, que había que revertir rápidamente. Y para eso, había que traer de afuera maestras que formaran a maestras. 
Pero, si para el revisionismo traer a las docentes norteamericanas constituyó otra prueba del supuesto afán extranjerizante y antinacional de Sarmiento -y no, como fue, una necesidad, ante la ausencia de maestras nacionales preparadas- para la Iglesia de aquellos tiempos fue decididamente una herejía. 
Si en Paraná, Corrientes y Rosario, las habían recibido con afecto y entusiasmo, en las sociedades más conservadoras fue muy distinto. 
La mayor parte eran protestantes y en algunas ciudades como Catamarca y Córdoba tuvieron que lidiar contra los prejuicios de quienes no querían mandar a sus hijos a educarse con herejes, actitud que estaba avalada por obispos y sacerdotes. 
En algún momento Fray Mamerto Esquiú tuvo que intervenir para serenar los ánimos de un obispo, diciéndole que "no son católicas, pero por lo menos tampoco son ateas". 
Por aquellos tiempos las escuelas eran confesionales y si bien en Buenos Aires las de varones dependían del municipio, las muy pocas de mujeres que había, eran manejadas por la Sociedad de Beneficencia, que recibía fondos públicos para dictar educación católica. 
Esto enfadaba a Sarmiento, quien en 1839, a sus 28 años, no sólo había creado en San Juan el Colegio de Señoritas -donde impuso el uniforme igualitario- sino que había señalado el absurdo de que en su provincia sólo existieran escuelas para varones."¿Una madre sin instrucción podrá inspirar a sus hijos el deseo de instruirse?", se preguntaba, bregando por la educación femenina. 
En cambio, desde 1836 Estados Unidos gozaba de los beneficios de la instrucción pública, gratuita, mixta y laica, gracias a una ley propiciada por Horace Mann y que Sarmiento aplicó, de un modo u otro, mucho más tarde, en la Argentina y Chile. 
Tanto más tarde, que debió llegar a la Presidencia para poder instrumentar algunos de los cambios deseados: elevar de 30.000 a 100.000 alumnos la población escolar; crear las primeras escuelas normales, el Colegio Militar (1870), la Escuela Naval (1872), el Observatorio Astronómico (1872), la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (1870) y alrededor de ochocientas escuelas primarias. 
También hubo de esperar hasta 1884 para ver definitivamente sancionada, a sus 73 años, la ley 1420 de educación común mixta, laica, gratuita y obligatoria. 
Aquellas maestras que vinieron al país forjaron las bases del sistema educativo argentino e introdujeron "novedades" tales como el desarrollo artístico, la gimnasia, el trabajo manual, el sentido de la responsabilidad y los deberes escritos. 
A la par, desalentaron el aprendizaje de memoria y contribuyeron a jerarquizar el rol docente, abriéndoles a las mujeres argentinas las puertas de una nueva profesión. 
Pero no les fue fácil: 5 murieron en los primeros años de fiebre amarilla o cólera; 16 regresaron a su país cuando terminaron su primer contrato; 36 enseñaron durante 13 años y se fueron porque no les pagaban el sueldo; y 20 se radicaron y murieron aquí. 
Mary Elizabeth Gorman, de 25 años, fue la primera en arribar al país. Su destino era San Juan, pero no quiso ir, porque en 1869 era una provincia beligerante y atrasada, a la que se llegaba tras diez días de diligencia y bajo el azote de los malones. 
Las tres maestras que más se destacaron fueron Clara Armstrong que trabajó en Paraná, Catamarca, San Juan, San Nicolás, La Plata y Buenos Aires; Mary Olstine Graham (Paraná, San Juan, La Plata); y Sara Chamberlain de Eccleston (Mendoza, Paraná, Buenos Aires, Concepción del Uruguay). 
Entre los hombres, George Albert Stearns, egresado de la Universidad de Harvard, sumó a su tarea de director de la Escuela Normal Nº1 de Paraná, la de inculcar a sus alumnos su ideario en materia de organización, objetivos, disciplina, espíritu de investigación y civismo, todo esto, en medio de la guerra civil y de la muerte prematura de su mujer, Julie, también docente. 

Hacia 1900 la fase inicial estuvo concluida y los docentes argentinos pudieron hacerse cargo íntegramente de la tarea, convencidos, gracias a (Domingo) Faustino Valentín Sarmiento de que un buen sistema de educación pública constituye el mejor recurso para la inclusión social. 

11-S Desde el Espacio.




El astronauta Frank Culbertson, el único estadounidense ausente de la Tierra durante los atentados de 2001, captó con su cámara la humareda del derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York, en unas fotos y vídeo divulgados hoy por la National Aeronautics and Space Administration (NASA).
La mañana de los ataques, el 11 de septiembre de 2001, Culbertson se encontraba a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés) junto con dos astronautas rusos y a 250 kilómetros de distancia cuando, según recuerda, vio la bola de humo que subía desde la zona de Manhattan.
Al enterarse de lo que estaba ocurriendo, porque se lo comunicaron sus superiores, Culbertson comenzó a documentar los ataques en fotografías porque la ISS sobrevolaba en esos momentos el área de Nueva York.
"Cuando la vi por la ventana, tomamos el vídeo justo cuando colapsaba la segunda torre. No sabía que ocurría exactamente, pero supe que era algo verdaderamente malo porque había una gran nube de escombros que cubría Manhattan", señaló Culbertson, según un comunicado divulgado por la agencia espacial estadounidense.
"Allí fue cuando verdaderamente se volvió algo doloroso porque fue como ver una herida en el costado de tu país", agregó Culbertson, entrevistado por la NASA con motivo de la conmemoración del décimo aniversario del 11-S.
En una carta que publicó al día siguiente de los ataques terroristas, Culbertson señaló: "el mundo cambió hoy. Lo que haga o diga es poco en comparación con la trascendencia de lo que ocurrió a nuestro país al ser atacado".
"Es horrible ver el (sic) humo que emanaba de las heridas hechas a tu país desde semejante perspectiva. La dicotomía de estar en una nave espacial dedicada a mejorar la vida en la Tierra y ver cómo esa vida es destruida mediante unos actos terribles y deliberados sacude la psique, no importa quién eres", enfatizó Culbertson.
"Las lágrimas no fluyen de la misma manera en el espacio. Es difícil describir lo que siente; era el único estadounidense fuera del planeta en un momento como este" y sin poder consolar a sus seres queridos, dijo Culberton, de 62 años y jubilado de la NASA desde 2002.
Para Culbertson, los ataques suscitaron una reacción visceral y "abrumadora" al enterarse de que un amigo y colega suyo de sus tiempos en la Academia Naval de EEUU, Charles Burlingame, fue el piloto que falleció cuando el vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el Pentágono.

martes, 10 de septiembre de 2013

Isla del lago del Parque General San Martín. (año 1939) Mendoza


ver en la foto los bañistas en el lago y las mesas colocadas para que puedan pasar un día agradable. Foto tomada desde las terrazas del edificio de Playas Serranas, actualmente funciona el museo Cornelio Moyano

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sexo, vino y religión.

Las fiestas paganas de la antigüedad clásica tienen un origen religioso y popular, entre las que destacan las honras a Baco. Las mujeres debían "pagar" con sexo, de buena gana y con su mejor sonrisa, cierta intimidad antes, durante o después de que el dios del vino las aceptara.


Si las mujeres querían festejar a Baco debían demostrar que el sexo estaba entre sus prioridades.


"Baño, vino y Venus desgastan el cuerpo pero son la verdadera vida", rezaba un antiguo proverbio griego. Y desde entonces las cosas no han cambiado mucho. 


Las fiestas paganas de la antigüedad clásica, donde las representaciones teatrales, la música y la danza eran protagonistas, tuvieron un origen religioso y popular. 

No se trataba de una religiosidad solemne: nacía de la necesidad de encontrarse de los pobladores de las dispersas ciudades del mediterráneo occidental. Eran reuniones en las que lo más importante era comer, beber, bailar y divertirse. 

El dios más popular era Baco para los romanos -Dionisio para los griegos-; existía una bien argumentada "ideología báquica" que simbolizaba y glofiricaba todo esto, es decir, el sentido profundo de la fiesta. No tenía un culto especial ni se le pedían favores como a los otros dioses.

Baco, conocido como el dios del vino, del placer y de la sociabilidad, era más bien una leyenda que servía para todo. Su invocación no necesitaba justificaciones: era la encarnación de las buenas cosas de la vida y sólo evocaba  ideas agradables. En las representaciones que han llegado hasta nosotros siempre se lo ve acompañado por un séquito de personas convenientemente ebrias, que hacen gala de su alegría tañendo instrumentos musicales y danzando. 

Dios benévolo si los hay, Baco aparece rodeado de jóvenes doncellas tan ligeras de ropas como su esposa Ariadna. Lo curioso, es que estas señoritas -que más tarde se conocerían con el nombre de "bacantes"-, de doncellas no tenían nada porque debían aceptar de buena gana y con su mejor sonrisa, cierta intimidad sexual antes, durante o después de las fiestas báquicas con los hombres que celebraban confiadamente a Baco. 

Esta suerte de "derecho de piso" era obligatorio pues las cofradías en torno de las cuales se reunían los señores para celebrar sus banquetes estaban terminantemente prohibidas para las mujeres. Si ellas querían festejar al dios de las buenas cosas de la vida, debían demostrar que estaban de acuerdo en que por lo menos una, el sexo, estaba entre sus prioridades. De ahí, que "bacanal" y orgía todavía hoy sean sinónimos. 

Patricia Rodón

viernes, 6 de septiembre de 2013

Debajo de la falda. extrañas prendas íntimas.

Ni la excomunión, la prohibición o la condena masculinas evitaron que las mujeres usaran extrañas prendas íntimas.
Ponerse el vestido era una verdadera operación que requería de gran asistencia.

Nada más arbitrario, incómodo y hasta irracional que las numerosísimas y diversas prendas inventadas para vestir a las mujeres a lo largo de la historia.
Entre las piezas que califican como verdaderos artefactos destacan los miriñaques, una elaborada suerte de armazón de madera y tela, cintas y alambres que se usó durante varios siglos debajo de las sayas, o sea, de las faldas, con diferentes matices estructurales y de tamaños según pasaban las décadas.
Los miriñaques eran una compleja y aparatosa modificación de aquellas tremendas faldas que las mujeres habían lucido antes. Se cree que estos voluminosos trajes se crearon y confeccionaron en la ciudad española de Valladolid a fines del siglo XV.
Su inmediato antecesor se llamaba verdugado que  era una falda con forma de campana guarnecida de arriba abajo con unos ribetes que, por ser redondos como los verdugos de los árboles, o por el color verde que estaba de moda, le dieron nombre a la prenda.
Nótese las varillas con que se lo acercan a la dama y las sogas de las que se sostiene la asistente para ajustarlo debido al diámetro del miriñaque.
También, en un alarde de pobreza metafórica, se los llamó caderas por lo mucho que abultaban, justamente, en las caderas femeninas. O tontillo, como imagen de algo redondo, tierno y vacío.
Por la semejanza con las canastas en las que se criaban los pollos, se denominópollera a esta infaltable pieza, nombre que se conserva hasta hoy.
Más tarde se les dio el nombre de guardainfantes porque se supone que la estructura protegía el vientre de las embarazadas y al futuro niño de posibles golpes. Pero esto entrañaba un contrasentido puesto que el peso de estas ropas era tal que eran la causa de numerosos abortos.
De España, el verdugado pasó a Francia donde las mujeres lo adoptaron y se propagó rápidamente, lo pusieron de moda a la francesa, los modificaron un poco y los llamaron vertugadins. Más tarde, el imaginario popular los denominaríapaniers, por su parecido con las famosas canastas polleras.
La moda del miriñaque, con sus diversos estilos, fue duraamente criticada y condenada, pero las coquetas mujeres no hacían caso del severo castigo como el que prometía el obispo Hernando de Talavera: “So pena de excomunión no trajesen las mujeres cierto traje deshonesto, ni grandes ni pequeñas, casadas ni doncellas, hiciesen verdugos de nuevo ni trajes en aquella demasía que ahora usan de caderas, y a los sastres que no le hiciesen dende adelante, so esa misma pena”.
El mismo Francisco de Quevedo escribió, satirizando a los miriñaques y a las mujeres que los usaban un ácido, según su costumbre, soneto: “Si eres campana, ¿dónde está tu badajo?/ Si pirámide andante, vete a Egipto. (…)/ Eres el cucurucho y el delito./ Si eres mujer, da esas faldas al demonio”.
No hubo caso: ni excomuniones ni sátiras ni inclusive una prohibición real dictada y firmada por el mismísimo Felipe V que lograra que las mujeres abandonaran el miriñaque en sus numerosos estilos, tamaños y curvas.
Incluso toda una época, el Segundo Imperio francés se llamó, irónicamente, “el imperio del miriñaque”. El período entre 1852 y 1870 reinó en Francia la española Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, llamada la “emperatriz de la moda”; ella impuso el bolero y la mantilla y dio su nombre a un cierto color violeta.
Fue un periodo de grandes transformaciones económicas y de grandes progresos industriales. La moda integró esos procesos con vestidos compuestos por grandes faldas y cuerpos intercambiables, escotados para la noche, de cuello cerrado y mangas largas para el día.
La modernización de la producción textil y la aparición de nuevos tintes transformaron las telas y enriquecieron su paleta de colores, mientras que la mecanización permitió la diversificación y una extensa utilización de encajes y pasamanería que hasta entonces eran hechos solamente a mano.
Fue también la época en que aparecieron las grandes tiendas y nació lo que después se llamaría alta costura, con modistas como Worth, que vistió a la emperatriz Eugenia.
Los vestidos de baile eran los más preciados y gigantescos, un verdadero despliegue de sedas, encajes, volantes y accesorios preciosos, puesto que los bailes marcaban todas las celebraciones y los acontecimientos políticos y la vestimenta de las mujeres era el símbolo del poder y la riqueza de sus maridos.
Joyas, chales de cachemira, mantillas de encaje de bolillos de Alençon, abanicos adornados con piedras preciosas convertían a las mujeres encerradas en los miriñaques en una verdadera maquinaria de guerra ambulante.
La prenda, considerada un “básico”, fue usada durante casi trescientos años y fue uno de los primeros intentos de las damas para modificar su silueta frente ante el espejo. Y ante los ojos de los demás.
Patricia Rodón

jueves, 5 de septiembre de 2013

Fotos con Historia. Una valiente - Dorothy Counts, La primera Estudiante Negra en EEUU 5 de Setiembre de 1957


Dorothy Counts la primera estudiante negra en entrar al instituto Harry Harding High School, en Charlotte, Caroline del Norte, EE.UU, hasta ese día únicamente para blancos. Esta acción desafió la segregación, la práctica de mantener a las personas separadas de acuerdo a su raza.
La foto la realizó Douglas Moartin (Associated Press), y recoge el primer día de clase de la chica, entre gritos de “go back where you came from” (regresa al lugar de donde provienes), pero ella siguió su camino... Douglas realizó ese día una serie de fotografías, igual de crueles y humillantes, en las que se pueden observar las mofas y burlas a las que fue sometida por parte de sus compañeros.
La alumna negra que desafió el 5 de septiembre de 1957 al racismo más recalcitrante y extremo de los Estados Unidos, sólo pudo estar en aquel colegio cuatro días porque la humillaron hasta la extenuación. La tiraron piedras, la escupieron y sus propios profesores la ignoraron.
Aquel día Dorothy se despertó muy temprano, no quería llegar tarde a su primer día de clase, a sus 15 años estaba escribiendo una línea en la historia de los Estados Unidos... porque era negra.
Hasta entonces, los estudiantes negros no tenían la oportunidad de acceder a las mejores escuelas, vivían segregados. Dorothy y otros tres chicos, en otras tantas poblaciones del país, tenían aquel día una misma misión, eran los elegidos. Un peso abrumador para sus juveniles espaldas.
El segundo día no fue mucho mejor, aunque dos alumnas se acercaron para tratar de entablar amistad con ella, pero la presión y acoso que sufrieron hizo que desistieran y no volvieran a intentarlo.
El tercer día fue asaltada su taquilla del colegio, el coche de su padre ataquedao y en su casa se empezaron a recibir llamadas amenazadoras.
Finalmente su padre ofreció una rueda de prensa y la sacó de la institución
Cincuenta años después regresó a la escuela y se realizó un acto de desagravio.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Código de honor del Ejército de los Andes (4 de setiembre de 1816)


"La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares."


José de San Martín, Cuartel General de Mendoza, 4 de septiembre de 1816.


lunes, 2 de septiembre de 2013

No tengas miedo a viajar sola. American Girl in Italy. (Setiembre de 1952)


En 1951 la joven fotógrafa norteamericana Ruth Orkin volvía de realizar un reportaje en Israel para la revista LIFE cuando decidió hacer una escala en Italia.

En Florencia conoció a la artista de 23 años, norteamericana también, Jinx Allen que se encontraba recorriendo Europa.
Ambas compartieron sus experiencias de viajar solas (y solteras), lo que le dio la idea a Ruth para realizar una serie de fotografías formando un reportaje que llamó No tengas miedo a viajar sola.


Este reportaje fue rechazado por varias editoras hasta que en septiembre de 1952 la serie de fotos fue publicada por la revista Cosmopolitan

Hoy estas fotografías se agrupan bajo el título American Girl in Italy.





                                                                  Para todas las fotos:

Autora: Ruth Orkin.
Italia. 1951.

Ruth Orkin.                                                 Ruth Orkin y Jinx Allen (ahora conocida como Ninalee Craig)


Esta imagen,  en la que aparece Jinx Allen avanzando por una calle florentina rodeada de varones, es una más de la serie y la que se convirtió en la fotografía que le dio fama mundial a Ruth Orkin. 


Ninalee Craig (Jinx Allen) con la famosa fotografía hace unos pocos años.


sábado, 31 de agosto de 2013

Autódromo Presidente Perón. XI Premio Vendima de Turismo Carretera. Parque General San Martín. ( año 1953) Mendoza



La disputa del XI premio Vendimia realizada como principal complemento de la inauguración del flamante autódromo. El ganador fué Juan Galvez en la categoría Turismo Carretera, Alfredo Pian vencedor en la categoría mecánica Nacional.
Este Autódromo estaba ubicado donde hoy está el Estadio Mundialista Malvinas Argentinas.

viernes, 30 de agosto de 2013

Confitería del Gas



Un gran cambio vivió Buenos Aires a partir de 1856 cuando se incorporó la novedad de la iluminación a gas. Entre los que aprovecharon la ventaja figuró Francisco Roverano. Era el dueño de la Confitería del León, ubicada en la actual Bartolomé Mitre, entre Esmeralda y Suipacha, que atendía junto a sus cuatro jóvenes hijos. Luego se mudaron a la esquina de Suipacha y Rivadavia, enfrente de la recientemente creada Compañia del Gas (la que se ocuparía de la iluminación de Buenos Aires). Don Francisco y sus hijos innovaron con la idea de colocar dos grandes faroles a gas en la puerta. De inmediato se convirtió en la atracción de la zona y se popularizó el nombre Confitería del Gas, que los Roverano adoptaron con claro criterio comercial.
El tipo de iluminación hizo que captaran la mejor clientela de la noche; incluso, han tenido cierto protagonismo en un sonado caso policial: Enrique Ocampo tomó unas copas de más en la Confitería del Gas antes de partir rumbo al fatal destino que le impuso a Felicitas Guerrero.
Los Roverano mantenían una muy cordial competencia con un café situado a una cuadra de distancia, en la misma manzana: el Tortoni, ubicado desde 1858 en la esquina de Rivadavia 801 y Esmeralda, donde ahora se encuentra la plaza Roberto Arlt. En 1880, cuando el Tortoni se instaló enfrente, en Rivadavia 826, los Roverano se mudaron a la esquina que dejaron sus colegas. Volvieron a ser pioneros cuando en 1882 una empresa de electricidad que repesentaba los intereses de Tomás Alva Edison y debía demostrar a las autoridades sus capacidades, colocó lamparitas en la siempre moderna Confitería del Gas.
Célebre por sus masas, que convocaban a las señoras a la hora del té, la confitería de los Roverano (grandes benefactores) mantuvo un lugar de privilegio en las preferencias de los porteños durante décadas. La imagen que vemos (Rivadavia y Esmeralda) es de mayo de 1961, cuando cerró sus cortinas por última vez la Confitería del Gas. En abril de 1964 se demolió el histórico edificio.

martes, 27 de agosto de 2013

San Martín escribe la famosa Carta a Simón Bolívar. 28 de Agosto de 1822.



La retirada de San Martín del Perú en medio de la plenitud de su gloria, inexplicable ocaso de un astro en el zenit, fué un misterio que tardó unos años en despejarse. Solo sabía de el Bolívar.
Estrechado por el General Guido, San Martín apartó una vez ligeramente el velo de su silencio, pero no lo bastante para descubrir el secreto de la célebre entrevista de Guayaquil. Entre otras frases dijo entonces el Gran Capitán:  Bolívar y yo no cabemos en el Perú y tal vez no pudiese evitar yo un conflicto, dando al mundo un escándalo. Antes de retirarse escribió la celebre carta a Bolívar anunciándole su resolución, carta cuya existencia se ignoró hasta el año 1844, en que se pudo leer en el libro del Capitán Lafond de Surcy. 

Fuente; Colección de cuadros de Don Francisco Fortuny.

lunes, 26 de agosto de 2013

Fotos de la Nevada en Agosto del año 1923 en Mendoza

Proximidades del Rosedal

Un rincón del Parque Gral. San Martín

Niños disfrutando de la nieve

Otro aspecto del Parque




domingo, 25 de agosto de 2013

Trapitos al sol. El curioso origen de algunas prendas que te ponés todos los días.


¿Qué me pongo?, ¿me queda bien?, ¿me hace más joven?, ¿es adecuado para la ocasión?, ¿estoy a la moda? son preguntas constantes desde hace siglos para miles de personas. La definición de moda es ambigua y amplia, ya que se refiere tanto a la industria de la indumentaria, a la que se suma la de la cosmética, y que incluye directamente a las modas del consumo de muy diferentes grupos sociales.
Pese a lo efímero de la moda hay piezas que después de siglos, y aún con los cambios de cada época, siguen vigentes. Sin embargo, la mayoría de esas prendas tiene su origen en las necesidades del hombre en un momento dado de la historia, para mejorar su comodidad, su rendimiento en el trabajo o en el desempeño de una determinada tarea.
Los zapatos. Hasta el siglo XVII el calzado era prácticamente igual para hombres y mujeres y como los zapatos femeninos quedaban tapados con largas faldas y casi no se veían, se decoraban menos. Pero en el siglo XVIII todo cambió. El primer adicto a los zapatos elegantes fue el mismísimo Luis XIV, el Rey Sol: tenía lindas piernas y le encantaba mostrarlas. Desterró de Versalles las botas altas, relegándolas para montar a caballo y puso de moda el uso de todo de tipo zapatillas. Durante su reinado se inventaron casi todos los modelos de zapatos y botas que se conocen. De la imaginación de los zapateros franceses, los famososcordonniers, surgieron los diseños más emblemáticos de esa y de todas las épocas: los mules o zapatos sin talón, las botas sin costura, los zapatos de mujer con elevado empeine y los souliers des bottes, es decir, la mezcla de zapato con bota.
Los tacos. Eran literales: le daban unos centímetros más de altura a quien los portara, es decir, denotaban cierto estatus social. A una persona que no perteneciera a la nobleza, aristocracia o creciente burguesía, se le llamaba pied plat o pies planos porque llevaba un calzado liso, sin tacos. Los mules, también llamadas pantoufles o chinelas, acompañaban al déshabillé negligé, una vestimenta de interior considerada altamente erótica, y tenían un taco especialmente alto. Este conjunto, reservado inicialmente para el tocador, pronto empezó a verse en público, tanto en la corte, en veladas y bailes elegantes, como en las iglesias. Al salir del dormitorio, la delicada chinela lo hizo de manera masiva ganando en erotismo al sumarle finos tejidos, gemas, encajes y bordados.
La corbata. Un regimiento de caballería de croatas (cravates) visitó la corte de Luis XIV; el rey y sus cortesanos se quedaran prendados de los largos paños que llevaban anudados al cuello los soldados y así fue como adoptaron la corbata como elemento de su refinado vestuario.
Los guantes. Mientras que en los siglos XVII y XVIII eran un artículo especialmente masculino relacionado con la caza y la monta, actividades propias de los aristócratas, durante el siglo XIX se “democratizó” y se convirtió en un accesorio indispensable y tanto las mujeres como los hombres de buen tono no salían a la calle sin ellos e incluso debían usarlos cuando recibían visitas. Sus portadores podían usarlos como signo de distinción social, como herramienta de seducción puesto llevar las manos y los brazos cubiertos invitaba a imaginar el resto del cuerpo o, literalmente, como arma para insultar a un contrincante propinándole un breve latigazo de tela o cuero en el rostro.
El bolero. La española Eugenia de Montijo, esposa de Napoléon III y llamada a “emperatriz de la moda” fue la primera en utilizar esta chaqueta corta que diseñó su modisto Charles Worth, considerado el padre de la alta costura.
El corset. A lo largo de la historia toda semejanza de la mujer con el hombre era una inquietante anomalía. Hacia los siglos XVIII y XIX, Ilustración y Romanticismo de por medio, se valoró en las mujeres con toneladas de poemas, sus diferencias corporales: la piel pálida y suave, el cabello largo y trabajado, las manos y los pies pequeños. Aquellas zonas de su cuerpo vinculadas a la reproducción, es decir, la cadera y los pechos abundantes volvieron a convertirse en sinónimos de feminidad deseada. Por ello, los siempre atentos franceses inventaron el corset, macabro heredero de los corpiños y ceñidores de tela que habían usado las mujeres hasta el 1600. El corset tenía como objetivo resaltar las formas femeninas; se trataba de afinar el talle y destacar la cola y los pechos. Las modistas ponían tanto empeño en esta misión de afinar el talle que se llegó al extremo de lograr cinturas de 40 centímetros, las llamadas “cinturas de avispa”.
El vestido de novia. Hacia 1850, entre los mandatos religiosos y el comienzo del mandato de "estar a la moda" entre las mujeres, el vestido de boda adquiere gran importancia entre las burguesas, puesto que habla no sólo de la mujer que lo lleva, sino también de su cuerpo y de su misión. Y el blanco se convertirá en el símbolo de la máxima pureza, de la castidad y de la entrega. Por ello el vestido de novia y el vestido de la primera comunión comienzan a ser blancos; los tules y muselinas de los vestidos de baile son blancos y blancos son los hábitos de las novicias.
El leotardo. El trapecista francés Jules Léotard necesitaba una prenda que le otorgara libertad de movimiento en sus piruetas en las alturas y causó un gran revuelo entre las mujeres impactadas por esas medias tupidas ajustadas al cuerpo que dejaban adivinar perfectamente lo que el acróbata escondía entre las piernas. El leotardo, creado en 1867, se quedó con el apellido de su creador.
El chándal. Su origen es muy humilde. Los mercaderes de ajo (marchand d´ail, que derivó en chand’ail) y otras hortalizas del mercado de Les Halles en París necesitaban una ropa cómoda y abrigada para pasar horas a la intemperie. El nombre comenzó a usarse en 1893 y después utilizado por el ejército y más tarde por los deportistas.
Los jeans. El origen del vaquero se remonta al siglo XII en Génova (Gêne es Génova en francés, que derivó en jean para los angloparlantes). La armada necesitaba una prenda recia para sus duras travesías. Se les hicieron unos pantalones con tela de cobalto de la ciudad de Nîmes (de ahí el denim). Siglos después, el 20 de mayo de 1873, la oficina de patentes americana autorizó al comerciante Levi Strauss y al sastre Jacob Denis a la producción de estos particulares pantalones con remaches metálicos.



Los trenchs. Los primeros fueron diseñados en 1914 para los oficiales del ejército británico por el propio creador de la marca que aún hoy los sigue incluyendo en todas sus colecciones, Sir Thomas Burberry. Esa prenda de algodón resistente a la lluvia que necesitaban los soldados ingleses en la I Guerra Mundial fue después elevada a la categoría de icono gracias al cine y a actores como Humpfrey Bogart, Ingrid Bergman, Audrey Hepburn y Meryl Streep.

Las bermudas. El ejército británico también creó los pantalones cortos después de que los soldados destacados en zonas cálidas comenzaran a utilizarlos en el siglo XX, bautizándolos con el nombre de su colonia Bermudas del Atlántico.

La bikini. En 1946, su inventor, el sastre francés Louis Réard, tenía claro que esas dos piezas minúsculas iban a tener un efecto “explosivo” y las bautizó con el nombre de lugar donde Estados Unidos estaban haciendo en ese momento pruebas nucleares: el atolón de Bikini, en las islas Marshall.
Patricia Rodón

sábado, 24 de agosto de 2013

LLega a Mendoza, el Ferrocarril Andino, el Tranvía a Caballo y la Iluminación Eléctrica (año 1885)


La Inauguración Oficial del Ferrocarril Andino representa un hecho de especial importancia para el desarrollo de Mendoza. Las máquina Maipú y Paraguay ingresan a la estación Mendoza el 7 de Abril de 1885  transportando el tren presidencial para ofrecer más relieves a los actos. Julio A Roca es acompañado por más de trescientas personalidades de la época entre ellas el ministro del interior, Bernardo de Irigoyen, el de relaciones exteriores  Doctor Ortiz, el ministro plenipotenciario de Chile Ambrosio Montt, el general Osborne de Estados Unidos, los doctores Luís y Roque Sáenz Peña  y Juárez Celman, con lo que llega a cuatro el número de personalidades que en algún momento  ocuparan la presidencia de la Nación.
Mendoza festejaba alborozada el fin de un profundo aislamiento , que la vinculaba más fácilmente a Chile que al litoral Argentino, en arrias de mula a través de la llanura con tropas de carros, carretas o mensajerías.  Tras la llegada del Ferrocarril Andino se declaran feriados varios días.
Dieciséis  escuadrones en calle Belgrano rinden honores y desfilan posteriormente por calle Las Heras y San Martín. Los soldados son agasajados con terneras con cuero, en reemplazo de los 20 centavos que se les entregaba por día para comer.  En horas de la noche del 7 de Abril se inaugura el primer tendido de luz eléctrica con que contaría Mendoza. Se extiende por Avenida San Martín desde Alem a Colón, sede de la exposición industrial (primer edificio iluminado) con que se procuraba mostrar el potencial de Mendoza.
El día anterior comenzó a circular el Tranvía a caballo con un recorrido que permitía trasladarse desde la estación ferroviaria por Avenida Las Heras, hasta calle San Martín y llegar de esa forma a calle Colón.  La exposición atrapa la atención de propios y extraños . La entrada se fijó en 40 centavos durante el día y un peso por la noche. Las bandas militares ofrecen conciertos , se estrena la polca “La Exposición”. El 10 de Abril se ofrece una gran velada danzante a la que asiste el Presidente Roca . (Hacia la medianoche en plena animación, se interrumpe el suministro de luz, media hora dura el corte y al reanudarse la iluminación se comprueba  que desaparecieron una docena de sobretodos….)
En 5 años los ingenieros Argentinos tendieron 5289 kilómetros de vías integrando a Mendoza al cuerpo económico del país. En 1885 el tren Andino produce una utilidad neta de $478.900 pesos  sobre una facturación  de $ 1.008.800 permitiendo un interés del capital del 3,5%  trabajando con tarifas promocionales.



jueves, 22 de agosto de 2013

El Challao y las reuniones sociales de música vernácula. A fines de 1800 y principio de 1900


A fines de 1800 y principio de 1900, se reunían en el “Challao” un selecto grupo de mendocinos cultores de nuestra música vernácula.
En comidas de camaradería y memorables fiestas criollas, lucían su ingenio a través de improvisaciones de diferentes temas musicales y poéticos.
Miembros de distinguidas familias mendocinas, cantaban con el arpa o la guitarra, cuecas, gatos, tonadas y valses, que alternaban con sonetos y romances. A través de la riqueza rítmica que atesora nuestra raza, se cronicaban los más diversos temas de la apacible vida lugareña de esos tiempos.
En 1853 en “El Nacional” de Buenos Aires, aparece una crónica que describe:
Un pequeño arroyo de aguas cristalinas nace en las sierras, corre en lo bajo de una hondonada cubierta de árboles puestos por la mano del hombre. Estamos en El Challao, donde muchas de las familias pudientes de Mendoza, pasan el verano. Se ven, ocultos entre los cerros, ranchos espaciosos, rodeados de árboles frutales...”.
Nombre huarpe
El nombre del lugar se originó en el de un cacique huarpe homónimo. Era un aborigen recordado por su docilidad y obediencia al conquistador. A la llegada de los españoles, el manso aborigen y su zona, fue parte de la encomienda que la corona hispánica otorgó al capitán Lope de la Peña, compañero del fundador Pedro del Castillo.
A su muerte en 1600, de la Peña, lo dejó a los jesuitas. En el siglo 18 cuando la Compañía de Jesús, fue expulsada de América por los propios españoles y sus bienes fueron subastados quedando en manos de varios señores.

El escritor Lucio Funes comenta en su libro “Recuerdos del pasado” que:
“...pasar los domingos en aquel sitio, era un lujo que estaba reservado sólo a los que contaban con una familia amiga que los recibiese y hospedase...porque en el lugar no cabían ni se aceptaban intrusos, manteniéndose un riguroso control sobre los visitantes, porque la gente de aquella época era más exigente en la selección de sus relaciones”.

Así, El Challao, era la exclusiva comarca de familias como Carlos González, Domingo Bombal, José María Videla, Federico Palacio, Lisandro Moyano, Fernando Raffo, entre otros varios notables.
Alguna vez se dijo que El Challao, “la perla de los Andes”, era para los mendocinos, lo que Mar del Plata para los porteños.
Pero con el transcurso del tiempo, ese atractivo se fue diluyendo y todo cambió.
En 1926 la familia González Ortiz, colocó en una de las lomas, una imagen de la Virgen de Lourdes. En diciembre de 1941 los padres misioneros del Corazón de María, concluyeron la edificación de una pequeña capilla, gracias al esfuerzo de sus feligreses.

Aquellas reuniones
Canciones, cuecas, tonadas y décimas, alternaban con sonetos y romances. Fueron protagonistas destacados de aquellas citas criollas, Félix González, el presbítero Videla Cuello, Ezequiel García, Federico Palacio, Lucio Funes y otros que se destacaron como excelentes autores letristas. Muchas de sus creaciones, que por falsos escrúpulos, han quedado en la tradición oral mendocina como anónimas.

Cantores populares
Los cantores populares de aquel tiempo se destacaron no sólo por sus dotes vocales, también por su prestancia y carisma.
Domingo Zenteno, su gallarda figura montada en su caballito criollo, paseaba por el histórico barrio del Matadero de la ciudad de Mendoza. Fue el más querido y popular allá por 1905, con su blanca y larga barba, mostrando en sus ojos la reminiscencia del trovador cuyano, con su pasado de payador. Era el tipo clásico del mendocino auténtico. Cotudo, conservaba el acento de su voz fuerte y melodiosa. Cantó con su mujer, Concepción Zenteno, luego con su hijo Domingo Segundo y con Salvador, “el pollo” Zalazar.
Fue el cantor oficial de todos los festejos populares de Mendoza.
Olegario Mendez, también de aquellos años, era el “serenatero”, fue el cantor preferido delos enamorados tímidos y uno de los predilectos del pueblo que lo consideraba elalma de toda fiesta criolla.
Formó dúo con Advertano Maza, constituyéndose en uno de los mejores de su época por sus ajustadas voces e insuperables interpretaciones.
Juan Antonio Carreras prestigioso músico y payador, venía de una tradicional familia local. Fue el primero que utilizó y difundió el requinto como instrumento de acompañamiento. Lo secundaron varios jóvenes de la sociedad mendocina, a la que era frecuentemente invitado por su trato gentil y carácter respetuoso. Fue un gran difusor de la música cuyana en Chile y en Buenos Aires, donde tuvo muchos e importantes admiradores.
Ulderico Ibañez vivió en San Martín Tunuyán y Colonia Segovia. Fue un notable y admirado cantor mendocino que recorrió todos los ricones de su suelo natal. Contaba que había conocido a las famosas hermanitas Coria, hijas de los fundadores del distrito de Chacras de Coria. “...cantaban tan lindo a dúo, que la gente se desgañitaba animando y aplaudiendo a rabiar, mientras los rricos quemaban a montones los cajones de cuetes para festejarlas...”.
Angel Vidadel Olivera, conocido como “El Pescado”, entre fines de 1800 y las primeras décadas de 1900 fue el cantor y guitarrista más conocido. Su melodiosa voz y su registro tonal, le otorgaron un lugar de prestigio en su medio y como intérprete de nuestra música genuina, el más autorizado.
Heriberto “El Pichón” Videla dominó la guitarra y el requinto con asombrosa facilidad. Fue un apasionado cultor de las tradiciones musicales cuyanas, igual que de sus antiguas danzas. Fue un auténtico músico y extraordinario instrumentista mendocino.
Nicolás Bustos cabal artista de nuestra música y canto popular, fue un guitarrista de fibra y hábil ejecutante del requinto de admirable impieza y dominio de ambos instrumentos. Fue conocedor y difusor de antiguos temas de nuestro folclore que dio a conocer en su notable belleza armónica.
Gregorio Torcetta

miércoles, 21 de agosto de 2013

La Habana - Cuba a principios de 1903/1904

La imagen actual es de 1904, y muestra una familia cubana acaudalada en un carruaje. Me parece interesante que el conductor del carro está montando el caballo. No he visto ese tipo de configuración antes.

Esta es  una fotografía de una fábrica de puros en La Habana, Cuba. Wow, me sorprende lo pequeño de su espacio de trabajo. Yo hubiera pensado que tendría cada uno  más espacio de mostrador, pero estoy seguro de que sabían lo que estaban haciendo.Ah sí, buenos puros cubanos. 

Esta foto  muestra la Plaza de Luz en La Habana, Cuba. La foto fue tomada en la década de 1800. El Ferry Regla está en el fondo. Parece que era un lugar muy concurrido.

Esta imagen  muestra los muelles de La Habana, Cuba. La foto fue tomada en 1904. Parece que se trataba de una zona en pleno auge en aquel entonces.

Esta foto  muestra un puesto de verduras en el Mercado Tocon en La Habana. La foto fue tomada en 1904. No estoy seguro de qué tipo de melones de ellos están en el primer plano.

Es esta imagen de un carro tirado por caballos. La foto fue tomada en una calle de La Habana en 1900.


La imagen actual se adoptó en 1903, y muestra un carro para entregar la carne.


martes, 20 de agosto de 2013

Ciudad Eva Perón, actual Las Cuevas. (año 1951). Mendoza.


Frente a la inmensidad de la montaña, la vieja localidad de Las Cuevas, situada en nuestra frontera con nuestra hermana Nación de Chile, acababa de experimentar una transformación digna de las mayores ponderaciones, fruto de la inquietud humanista de la esposa (Eva) del Señor Presidente (Perón). El  Gobierno de la provincia de Mendoza le dio la denominación de “Ciudad Eva Perón”. La foto muestra las obras realizadas. Luego del derrocamiento de Perón los militares le devolvieron el nombre original de Las Cuevas.

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