En Maipú se esconden algunos verdaderos tesoros patrimoniales como la Bodega Giol y las dos casas que pertenecieron a Juan Giol y Gerónimo Bautista Gargantini, esta última declarada Museo Nacional del Vino y la Vendimia. Sobre el carril Ozamis, tanto la antigua Bodega Giol como las dos casonas de los fundadores de Giol, llaman la atención por su belleza arquitectónica, sus jardines y estilo. Es uno de los principales atractivos que tiene Maipú pero que no todos los mendocinos conocen.
En 1896 los italianos Juan Giol y Gerónimo Bautista Gargantini fundaron la bodega La Colina de Oro (luego Giol) y poco tiempo después –allá por 1910– cada uno construyó dentro del predio su residencia. Ambos socios estaban casados con las hermanas Bondino, por eso no tuvieron inconvenientes en construir sus casas en el mismo terreno. Cada una de las mansiones fue diseñada por el arquitecto Emmanuele Mignani y desde la calle se aprecia su estilo señorial e impactante.