domingo, 1 de noviembre de 2020

🎨 1 de noviembre de 1923: El nacimiento de un universo — Carlos Páez Vilaró, el artista total que convirtió la vida en obra



Ese día, en Montevideo, no nació solo un pintor, ni solo un escultor: nació un creador múltiple, un hombre que fue ceramista, muralista, compositor, escritor, constructor y explorador cultural. Carlos Páez Vilaró transformó cada rincón que habitó en un acto de arte, y cada experiencia en un gesto de humanidad. 
De origen modesto, Páez Vilaró emigró joven a Buenos Aires, donde trabajó en una fábrica de fósforos y en una imprenta, antes de regresar a Uruguay. Allí se integró profundamente con la comunidad afrodescendiente del barrio Sur, colaborando con comparsas, candombes y rituales populares. Estas vivencias marcaron sus primeras obras, centradas en bodas, bailes y velorios, y lo consagraron como el gran pintor de la negritud uruguaya. Su búsqueda lo llevó por toda América, rastreando huellas africanas en cada cultura, hasta llegar al Gabón, donde trabajó en un leprosario, experiencia que profundizó su mirada humanista y espiritual. En 1958, comenzó a construir su obra más emblemática: Casa Pueblo, una “escultura habitable” ubicada en Punta Ballena, a 13 km de Punta del Este. Lo que empezó como un taller fue creciendo en forma orgánica, con curvas blancas y ventanas irregulares, hasta convertirse en símbolo cultural y turístico de Uruguay. Hoy funciona como museo, galería y hotel, y es considerado un homenaje vivo al arte libre. Entre sus obras más reconocidas está el mural de casi 200 metros que une las dos sedes de la Unión Panamericana en Washington D.C. Su arte llegó a los cinco continentes, y su estilo fue celebrado por figuras como Pablo Picasso, con quien compartió amistad. En 1972, vivió una tragedia que conmovió al mundo: el accidente aéreo en los Andes que involucró al equipo de rugby Old Christians, donde viajaba su hijo Carlitos Páez. Cuando la búsqueda oficial fue suspendida, Páez Vilaró organizó personalmente expediciones de rescate. Finalmente, 16 sobrevivientes fueron encontrados, entre ellos su hijo. De esa experiencia nació el libro Entre mi hijo y yo, la luna. Carlos Páez Vilaró falleció el 24 de febrero de 2014, a los 90 años, dejando una obra que trasciende disciplinas y fronteras. Su vida fue una celebración del arte como acto vital, popular y universal. #Scroll1923 #PáezVilaróVivo #CasaPuebloEterna #ArteYRescate #CandombeUniversal #mendozantigua 

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