El 9 de Noviembre de 1938, en Austria y Alemania se producía una serie de asesinatos, linchamientos y deportaciones masivas de judíos, sumados a la destrucción de sus inmuebles y sinagogas en lo que se llamó “La noche de los cristales rotos”. (EH)

Pese a que la población judía en Alemania no representaba mas del 1% de la población total del país en la década del '30, el Nazismo la había hecho responsable de todos los males. El 7 de Noviembre de 1938, Herschel Grynszpan, un judío polaco, asesinó a Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París. Este hecho aislado fue utilizado como excusa por Hitler para organizar una venganza a gran escala. La noche del 9 de Noviembre, Goebbels ayudado por la “Sturmabteilung” (División de asalto), las juventudes Hitlerianas, la “Schutzstaffel” (SS), la Gestapo y demás organizaciones paramilitares iniciaron “La noche de los cristales rotos”. A lo largo de todo el territorio Alemán y Austríaco se sucedieron “pogromos” (linchamientos masivos), asesinatos y torturas de ciudadanos judíos. Sus inmuebles fueron saqueados, sus negocios robados e incendiados, mas de 1000 sinagogas fueron reducidas a cenizas. Mas de 30.000 judíos fueron deportados a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau. Por su magnitud y su ferocidad, siendo que fue en tiempos de paz, este hecho es considerado el primer paso del Holocausto. La participación de la población civil alemana en los linchamientos dio una plataforma sólida donde el Nazismo basó su plan de exterminio.