Entre 1830 y 1930 millones de europeos emigraron hacia América. Bajos costos y rapidez de los viajes transoceánicos permitieron ampliar el área de reclutamiento de los emigrantes agregando a las tradicionales regiones de emigración. La emigración masiva fue un negocio muy lucrativo para las compañías de navegación. En 1850 los tiempos de las travesías eran 50 días de viaje y en 1930 eran 13 días de viaje. En esa época disminuye el costo del pasaje y mejora la seguridad, el confort y las condiciones de los barcos en general. Los armadores lograron obtener bajos costos de transporte reduciendo la tripulación, sirviendo comida de escasa calidad, ofreciendo a los viajeros espacios reducidos y precarias condiciones de higiene a bordo. El viaje se transformaba para los emigrantes en una pesadilla de gentío, de malos olores, de exceso de frío o de calor, según las estaciones, y más en general de intolerable promiscuidad (datos: arcondebuenosaires.com.ar) (foto: Archivo General de la Nación)
Arturo W. Boote. Nació en 1861 en Buenos Aires, Argentina. Proveniente de una familia inglesa radicada en Argentina en la década de 1840, Arturo aprendió el oficio de su hermano Samuel Boote. Ambos fotógrafos recorrieron gran parte de la Argentina y realizaron numerosos álbumes fotográficos de vistas y costumbres. En 1890, Arturo comenzó a comercializar sus fotografías bajo el nombre Arturo W. Boote y Cia. Hacia fines del siglo XIX, Arturo W. Boote abandonó la actividad fotográfica y se dedicó a los negocios inmobiliarios y al trabajo en instituciones benéficas de la colectividad británica.
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