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domingo, 3 de marzo de 2024

Cruce en vehículo del Río Atuel. (c.1925) San Rafael. Provincia de Mendoza. Foto: Juan Pí


En esas primeras décadas del siglo XX el sur mendocino reunía a empresarios, profesionales y periodistas con los primeros líderes sociales y con bandidos populares, Rodolfo Iselin, de origen francés e ideología conservadora, impulsó diversas iniciativas agricolas, el doctor Teodoro Shestakof, exiliado de la Rusia zarista y liberal según los cânones de entonces, era el médico más conocido del sur, Francisco Salonia, proveniente de Buenos Aires, se instaló en Alvear para dirigir el periódico Nueva Epoca; y el italiano Valentin Bianchi fue, a la ser, destacado bodeguero de San Rafael y baluarte local del socialismo: dos veces resulto  concejal por el partido de Juan B. Justo. Favorecia la movilidad social el que las familias palieran enviar a sus hijos a las universidades de Córdoba, Buenos Aires o La Plata, ya que en Mendoza todavía no existía una.Las inquietudes culturales eran expresadas por poetas como Alfrede Bufano y Rafael Mauleon Castillo, el primer ganador del premio nacional de Poesia en 1934 y el segundo, nacido en Buenos Aires, editor de la revista Brigadas Léricas, en la que dio a conocer la obra de Vachel Lindsay y René Char, entre otros. Todos los nombrados formaban la elite del sur, junto con oficiales del ejército, politicos, funcionarios y comerciantes, y compartian tertulias en el Jockey Club de San Rafael, centro de reuniones de los dirigentes locales. El sur de Mendoza era también puerta de contrastes. La intensa actividad económica de los oasis se contraponia al inmenso desierto, casi deshabitado. Algunas familias lograban reunir grandes  fortunas en medio de masas de inmigrantes pobres. Y además de los ciudadanos preocupados por el progreso de la comunidad estaban los marginales e inadaptados, como el bandido Juan Bautista Bairoletto que. cansado de huir de las policias de Buenos Aires y La Pampa, se estableció en Alvear, un lugar atractivo y suficientemente alejado





sábado, 2 de marzo de 2024

Manifestación Política recorriendo las calles de la Ciudad de San Rafael. (c.1925) Provincia de Mendoza. Foto: Juan Pí


La consolidación de la frontera y la marginación definitiva del indio abrió paso a la explotación económica, por parte de los blancos, de estancias tan extensas como pobres en vegetación y agua. Eran manejadas por criollos que vivían en puestos aislados y esporádicamente llegaban a las ciudades por caminos casi intransitables. En las cercanías de estas, en cambio, se asentaba la agricultura intensiva bajo riego, que estaba en manos de colonos europeos y constituyó la base de la futura riqueza. La mentalidad peculiar del sur combinaba, pues, en la inestable vitalidad de la sociedad de frontera, el aislamiento de los puesteros y el empuje tenaz de los colonos, Estos comenzaron a llegar, como inmigrantes de ultramar y en cantidades importantes, en las primeras décadas del siglo XX. Se instalaron en una zona rica en recursos naturales, que estaban prácticamente inexplorados y, por ende, inexplotados. El sur mendocino se convirtió en la tierra del porvenir para estos colonos, muchos de los cuales dieron muestras de una vocación empresarial que se canalizó a la minería, la agricultura, la ganadería o la agroindustria. La zona de Malargüe atrajo a mineros que, condicionados tanto por la falta de estudios de prospección como por el espejismo de leyendas fabulosas, del estilo de la ciudad de los Césares, se animaron a lanzar empresas a menudo encaminadas al fracaso. Con el andar del tiempo se alcanzó un equilibrio entre fantasía y realidad, y se consolidó una minería de veso, fluorita, baritinia, manganeso, asfalto, cobre, hierro y uranio. Mientras la ganadería extensiva de cabras y ovejas constituía la pervivencia de la cultura tradicional en un medio que avanzaba hacia la modernidad, esta estaba representada por la actividad agrícola y agroindustrial que floreció, principalmente, en torno de las ciuda desde San Rafael y Alvear. Basadas en el riego, prosperaron fincas (nombre de época que se ha conservado) dedicadas al cultivo de frutas y hortalizas y, sobre todo, de la vid. Y casi inmediatamente se instalaron bodegas y plantas de conservas. El crecimiento de la producción dio lugar a una importante demanda de mano de obra, satisfecha en su mayor parte por inmigrantes de Europa. Junto con las actividades agroindustriales, se desarrolló la industria de la construcción y se crearon empresas de servicios, al tiempo que también comenzaba a asomar una vida cultural.



viernes, 1 de marzo de 2024

La Segadora (1920)


El pesado, penoso y agotador trabajo de la siega manual del trigo y demás cereales de invierno con hoz o guadaña siempre fue una de las tareas que más tiempo demandaban en la cosecha de estos cultivos. Toda demora de la misma traía serias consecuencias en la provisión de uno de los alimentos más importantes de la humanidad, el pan. Plinio informa que ya a comienzo de nuestra era en las Galias se recogía el trigo con una especie de arrancadora, el vallus,1​ que posteriormente cayó en el olvido. Desde fines del siglo xviii se retomaron en Europa los intentos de la mecanización de la siega.

miércoles, 21 de febrero de 2024

Tarjeta Postal de las Ruinas de San Francísco. Terremoto de Marzo de 1861. Ciudad de Mendoza (fecha de la estampilla Agosto de 1921)



Vista del Paseo del Rosedal y el Lago del Parque General San Martín. (c.1920) Ciudad de Mendoza



Tarjeta Postal de la Estación del Ferrocarril Trasandino en Puente del Inca. Colección Carlos Birle. (1923) Las Heras. Provincia de Mendoza



Tarjeta Postal de Calle San Martín. Ciudad de Mendoza. Colección Fajardo. (c.1920)



Ruinas del Templo de San Francisco, derribado por el sismo de 1861



sábado, 3 de febrero de 2024

El Monoplano de LindBergh. El espíritu de Saint Louis, nombre con que el notable aviador bautizó al avión con el que realizó un viaje directo desde Nueva York - París. (1927)


Charles Augustus Lindbergh (Detroit, Míchigan; 4 de febrero de 1902 - Kipahulu, Hawái; 26 de agosto de 1974) fue un aviador e ingeniero estadounidense. En 1927, alcanzó la condición del primer piloto en cruzar el océano Atlántico, de oeste a este, uniendo el continente americano y el continente europeo en un vuelo sin escalas en solitario; anteriormente una pareja de aviadores británicos (Alcock y Brown) había llegado desde Terranova hasta Irlanda en 1919, pero no hasta el continente europeo.1​ El vuelo enlazó Nueva York y París, a más de 6000 km de distancia y Lindbergh obtuvo por ello el premio Orteig, de veinticinco mil dólares de la época. En 1954, ganó el Premio Pulitzer de literatura con su obra Spirit of St. Louis, un relato sobre su famoso vuelo. Murió en 1974.

sábado, 27 de enero de 2024

Recital Poético. La concurrencia en el recinto del Jockey Club, recital dado por la Señorita Wally Zenner. (1927) Ciudad de Mendoza

María Julia Wally Zenner (Buenos Aires; 1905 - Idem; 1996) fue una recitadora, escritora, docente, traductora y poetisa vanguardista argentina, hermana del actor argentino Rodolfo Zenner



viernes, 26 de enero de 2024

Inmigrantes Libaneses en Luján de Cuyo. La parte de ventas y herramientas del taller. Su propietarios: Raúl, Felisa y José Bechara posan un día de 1928. Provincia de Mendoza


La fiesta de los Iibaneses de Luján de Cuyo se erigió como uno de los pocos reductos en la provincia donde se mantienen vigentes costumbres y hechos culturales milenrios. En un mismo salón se agrupan a través del diálogo y el encuentro aquellos descendientes de los legendarios libaneses, como los Abraham, Juan, Achem, Elaskar, Dip, Masud, Abdala, Afif, Barud, Beral, Caram, Camilo, Curi, Zgaib, Tahan, Isua- ni, Hakim, Manzur, Yamin, Mu- carsel, Miguel, Farés, Nahman y tantos otros. Recopilación histórica: Doctor Rubén Mocayara

Inmigrantes Libaneses. Los Bechara, en un alto de las actividades en el taller mecánico ue tenían en Luján de Cuyo. (1928) Provincia de Mendoza


Surgieron los famosos negocios de ramos generales, como el del conocido turco Abraham, de la avenida Sáenz Peña; los Mocayar de Agrelo o el de uno de los últimos libaneses emigrados, José Hakim. Muchos de los que llegaban se ponían en contacto con un paisano radicado en la Alameda, al que le llamaban El Patriarca. Éste tenía una famosa tienda que surtia de peines, peinetas y telas; todos artículos vendidos por un rudimentario metro de fabricación casera, segmentado de a 20 centímetros, ya que era habitual que muchos de esos elementos se comercializaran a 20 centavos. Pasadas las primeras décadas del siglo XX, los paisanos sintieron la necesidad de juntarse en algún lugar que los representará, para recordar las historias del país natal, las peripecias y logros. Fue así que en 1925 se integra la primera comisión directiva de la Sociedad Libanesa de Luján, compuesta por aquellos viejos inmigrantes y jóvenes argentinos de la primera generación de descendientes. Entonces, los italianos y españoles ya no estaban solos. Otra colectividad, con sus acentos e idiosincrasia vino a completar el panorama cultural y social del Luján de entonces. La institución ya cumplió 99 años, durante los cuales funcionó siempre en una vieja casona de la avenida Sáenz Peña. Gracias al esfuerzo de numerosas comisiones, la entidad se insertó cada vez más en la comunidad de Luján. También fue y es sede del tradicional festejo del santo patrono San Marón, venerado por procesiones y misas y que luce además el tradicional banquete, siempre muy concurrido. (recopilación histórica. Doctor Rubén Mocayar)

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