En diciembre de 1919, los mendocinos recibieron a un grande de las letras argentinas; se trababa del poeta Rafael Obligado, reconocido como el creador de uno de los más brillantes poemas dedicados a un payador: el “Santos Vega”.
El eximio escritor sufría de una afección respiratoria muy severa y los médicos le recomendaron radicarse en nuestro suelo. Sin pérdida de tiempo, el destacado escritor partió en tren rumbo a nuestra provincia y se hospedó en el entonces Gran Hotel, ubicado en calle Gutiérrez entre 9 de Julio y España, de Ciudad. Allí fue visitado por personalidades de la alta sociedad, como así también renombrados intelectuales y artistas locales.
Al momento de su arribo, la atmósfera de Mendoza estaba cargada de graves problemas políticos. Primero, la provincia sufrió la intervención nacional y luego re asumió José Néstor Lencinas como gobernador, quien había sido elegido democráticamente en 1918.
Además, en aquel tiempo, una incógnita tenía en vilo a muchos mendocinos: la desaparición de Benjamín Matienzo, el piloto que intentó cruzar la cordillera de los Andes. Nada se sabía de él ni de su avión. Meses después, una partida policial descubrió el cuerpo sin vida del malogrado aviador a varios kilómetros de Las Cuevas.
Radiografía en letras
Rafael Obligado, nació en Buenos Aires el 27 de enero de 1851. Su infancia transcurrió tranquila, en una estancia de sus padres a orillas del río Paraná.
Cursó estudios en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, pero los abandonó. Su vocación como escritor lo llevó a incursionar en los clásicos antiguos y españoles, ansioso de lograr el dominio de la expresión sobria y limpia, que no solía preocupar a los jóvenes poetas de su generación.
En 1889, la Real Academia Española lo nombró miembro correspondiente. Aprovechó su viaje a la península Ibérica para recorrer gran parte de Europa. De regreso a nuestro país, viajó por las provincias mediterráneas argentinas, donde recogió testimonios para escribir sus fabulosas leyendas.
Fue uno de los fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, consejero y vicedecano en varias oportunidades. En 1909 recibió el doctorado honoris causa.
“Santos Vega” fue su obra máxima y, para muchos, el poema más perfecto del acervo de leyendas argentinas.
Mendoza despide al poeta
En enero de 1920, la salud de Rafael Obligado comenzó a deteriorarse rápidamente. Pero eso no impidió que visitara algunos lugares como Cachueta, donde se estableció algunos días por prescripción médica para recuperarse.
Al cabo, regresó a casa junto a su hijo Carlos, quien lo acompañó en su dura agonía. A pesar de todo esto, el doctor en letras pasó sus últimos días entre el estudio y la meditación, sin dejar de lado el manejo de sus posesiones rurales y su fortuna.
Siempre acompañado de varios amigos, en la tarde del 8 de marzo de 1920, dejó de existir. La noticia se expandió desde Mendoza y todos los diarios del país publicaron aquel triste desenlace del destacado literato.
Su cuerpo fue embalsamado y velado ante la presencia de personalidades de la provincia. De hecho, el ministro de gobierno decretó día de duelo provincial.
Luego, sus restos fueron conducidos en tren con destino a Buenos Aires.
Un premio de Adepa que llega a Los Andes
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) distinguió a Carlos Campaña por la tarea que desarrolla para diario Los Andes en el rubro “Cultura e historia”.
El reconocimiento (segundo lugar) corresponde a la edición 2015 de los “Premios Adepa al Periodismo”, en el cual participaron 550 periodistas, fotoperiodistas y dibujantes de todo el país, con un total de 1150 trabajos presentados. La ceremonia de entrega de premios y menciones especiales se realizará el martes 15 de diciembre de 2015 en Buenos Aires.
http://www.losandes.com.ar/article/los-ultimos-meses-de-rafael-obligado