En las primeras
décadas del 1900 se construyó a metros del monumento natural de Puente del Inca
un Hotel. Al complejo llegaban hombres y mujeres del país y el mundo, atraídos
por la soberbia belleza y lujo del sitio y las propiedades curativas y anti estrés
de las aguas de sus baños termales. Los aludes del 15 de Agosto de 1965
terminaron con el oropel del establecimiento.
El Coronel Néstor
Azuaga, en ese tiempo Teniente con destino en la Compañía de Esquiadores de
Alta Montaña, relató: Nunca había visto la Montaña así, impresionaba, el jefe
de la unidad Capitán Gastón Driolet, ordenó estar en máxima alerta y preparados
por los eventos. Hacía unos minutos que había regresado del Hotel cuando un
ruido colosal envolvió Inca. Lo que temíamos se produjo, el Alud. Montamos el
operativo de rescate. Me sorprendió que la masa de nieve destruyó parte del
Hotel y la Capilla estaba Intacta. Un Milagro.
La tarea del personal
de cuadros y soldados fue brillante, solidaria y de intenso trabajo durante
días para el rescate de las personas atrapadas y el despeje de la nieve.
Otro testimonio es el
de Cabo Claudio Cruz: En medio de la tormenta se escuchó un ruido tremendo.
Fuimos a ver qué pasaba, el comedor estaba en ruinas y tapado por la nieve, se
escuchaban gritos y pedidos de auxilio. Cavamos, sacamos heridos y muertos.
Entre las víctimas estaban los soldados Edmundo Aballay y Eugenio Godoy y el
gerente del complejo. El hotel nunca se repuso del siniestro. Se abandonó. Hoy
es Historia.