domingo, 15 de noviembre de 2020

El 15 de noviembre de 1988, el transbordador soviético Burán realizó su único vuelo espacial no tripulado desde Baikonur, marcando un hito tecnológico que no sobrevivió al colapso de la URSS.


En plena Guerra Fría, la carrera por desarrollar un transbordador espacial reutilizable llevó a Estados Unidos y la Unión Soviética a diseñar vehículos similares en apariencia, pero profundamente distintos en funcionamiento. Mientras la NASA avanzaba con el Space Shuttle, la URSS impulsó el proyecto Burán (tormenta de nieve en ruso), que culminó con su único lanzamiento exitoso el 15 de noviembre de 1988, desde el Cosmódromo de Baikonur. El desarrollo comenzó en 1976 bajo el liderazgo del ingeniero Gleb Lozino-Lozinski, quien retomó conceptos del cancelado proyecto Spiral, un avión orbital experimental. El Burán fue construido por el consorcio NPO Mólniya, y aunque su diseño exterior era casi idéntico al Shuttle, sus diferencias eran notables: No tenía motores principales integrados, sino que dependía del potente cohete Energiya para alcanzar la órbita. Su estructura más liviana y aerodinámica le permitía transportar hasta 5 toneladas más que el Shuttle. Utilizaba oxígeno líquido en lugar de propelentes tóxicos para maniobras orbitales. Su sistema de navegación era completamente automatizado, lo que permitió que el vuelo de 1988 fuera sin tripulación humana. El vuelo duró 206 minutos, orbitó la Tierra dos veces y aterrizó con precisión en Baikonur, demostrando la viabilidad del sistema. Sin embargo, el alto costo del programa, sumado a la crisis económica y política que atravesaba la URSS, llevó a su cancelación definitiva en los años siguientes. De las varias unidades construidas o en desarrollo, solo una llegó al espacio. Actualmente: Tres naves operativas permanecen abandonadas en Baikonur, bajo custodia del gobierno de Kazajistán. Una unidad se exhibe en el Museo de la Cosmonáutica de Moscú. Cuatro están dispersas y abandonadas en distintos puntos de Rusia. Dos fueron destruidas. Tres tienen paradero desconocido. El Burán sigue siendo recordado como una hazaña tecnológica adelantada a su tiempo, con capacidades que incluso superaban a su contraparte estadounidense en varios aspectos. Su legado, aunque breve, dejó una huella profunda en la historia de la exploración espacial. #Burán1988 #TransbordadorSoviético #VueloAutomático #Energiya #Baikonur #CarreraEspacial #TecnologíaURSS #NPOMolniya #LegadoEspacial #BuránOlvidado

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