Interpretando una aspiración general de la población de Mendoza, asumió el Gobierno de la provincia, la iniciativa tendiente a dotar a la capital de los factores reclamados como una necesidad, para asegurarle título de ciudad capacitada para ofrecer al turista, al viajero de gustos refinados y de más completa cultura espiritual, las satisfacciones de todas sus exigencias sobre algunas manifestaciones de arte, sobre confort en el hospedaje y sobre atracciones que son un complemento de los goces de la vida social, sobre todo de las clases adineradas . Los factores aludidos son un teatro, que represente una verdadera institución de arte, por las apropiadas condiciones de su edificación y la belleza de su arquitectura; un hotel cuyas instalaciones y servicio inspiren a huésped un sentimiento de satisfacción, por las comodidades que proporcione y la atención que se le dispense, y un casino, como complemento de los establecimientos citados.
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