Falleció en 2014 a los 96 años de edad. Fue docente, tenista y nadadora y hasta su muerte, tuvo una interesante actividad social. Se llamaba María Hilda Lahoz y fue la primera mujer que obtuvo su brevet de piloto para volar en Mendoza en 1938. Seguramente esta afición fue inspirada en aquellas pioneras de la aviación argentina como Amalia Figuerero, Carola Lorenzini, Myriam Stefford o Helena Mansilla, quien se dice que fue la primera mujer que surcó el cielo de Mendoza a mediados de los 30 y una de las fundadora, junto a su pareja Edgardo Romero Day, del Aeroclub de San Rafael. Por aquellos años, las mujeres se dedicaban en general, a las actividades domésticas y muy pocas efectuaban trabajos profesionales o practicaban deportes. Fue toda una novedad que esta joven obtuviera la licencia como aviadora y la prensa local no dudó en publicar este extraordinario acontecimiento.
Destacada deportista
María Hilda Lahoz nació en la ciudad de Arequipa (Perú) el 27 de diciembre de 1918. Sus padres eran mendocinos y estaban radicados temporalmente en ese lugar. Cuando tenía dos años, sus progenitores regresaron a nuestra provincia y Marilda –como le llamaban– inició una nueva vida en Mendoza. Desde adolescente se destacó en deportes como la natación y el tenis, y durante la participación en estas dos disciplinas deportivas obtuvo en varias ocasiones importantes premios a mediados del los 30 y principios de los 40. También alternaba con los estudios terciarios y con una de sus grandes pasiones: volar. Se recibió de maestra y ejerció por muchos años la docencia para luego jubilarse como directora. Se casó en 1941 con el corredor automovilístico Armando Brega. Ambos se conocieron cuando hicieron el curso de piloto civil en el Aeroclub Mendoza de Los Tamarindos. En 1950, Marilda contrajo matrimonio por segunda vez con otro deportista, el ciclista español Antonio Martín, quien descolló en Buenos Aires y luego en Mendoza, en donde se radicó. Murió en nuestra ciudad el 29 de abril de 2014.
Amalia, la primera en volar
Fue la santafesina Amalia Cecilia Figuerero quien, con solo 19 años, se transformó en la primer mujer sudamericana en volar un avión. El 6 de setiembre de 1914 intentó un primer examen pero tuvo un accidente. Se supo luego que horas antes de realizar su vuelo, alguien le había aflojado intencionalmente los tensores de su aparato y al llegar a los 70 metros de altura perdió el control al soltarse los cables, pero gracias a su pericia consiguió descender lentamente y planear hasta llegar al suelo sin ningún rasguño. Un mes después, aprobó y le fue extendido el brevet de piloto civil de la Federación de Aeronáutica Internacional. Así, la aviación nacional tuvo a su primera piloto. Luego, el ejemplo de Amalia le dio la oportunidad de volar a otras féminas como la suiza-argentina Stefford, Ferrari Billinghurst, Mansilla, Maureen Dunlop y la extraordinaria Carola Lorenzini.
Con Marilda, en el cielo...
Desde muy niña, Marilda sintió una gran pasión por la aviación y, con el consentimiento de su familia, la adolescente se asoció e inició el curso el 22 de mayo de 1937. Unos meses antes de que la futura aviadora comenzara sus actividades se produjo en las instalaciones del Aeroclub Mendoza un gran incendio que destruyó sus hangares, con seis aviones adentro. Gracias al arrojo de varias personas, se pudo salvar dos aeronaves, a pesar de que los daños fueron millonarios. Luego, todo el país se solidarizó con esta institución y se organizaron varios encuentros deportivos para recaudar fondos. En aquel mes de mayo, el entusiasmo crecía día a día al recibir las primeras lecciones de vuelo en su avión Waco RNF de 110 HP. pero la máquina quedó averiada y el aeroclub suspendió las actividades por varios meses. Reparado el aparato, la joven reanudó su curso en agosto de ese año. A pesar de la momentánea interrupción, aprovechó ese lapso para aumentar sus conocimientos teóricos de aviación, siempre motivada por José Atencio, quien era su instructor. Al regresar, acumuló muchas horas de vuelo y cuando tuvo la experiencia necesaria fue convocada para su examen de vuelo solo. Para el 17 de enero de 1938 quedó fijada la fecha. Aquel caluroso día, la temperatura fue de 29°C y en la pista del aeródromo Los Tamarindos, ascendía a unos 40°. Marilda, se subió a la máquina y partió a la pista para despegar y luego de cumplir con las exigencias del vuelo, fue aprobada por sus examinadores. Así, con sólo 19 años se había recibido de piloto civil. El 3 de abril, la flamante aviadora recibió su brevet acompañada de varios pilotos que llegaron de todo el país. Marilda Lahoz será siempre recordada en la historia en la aviación mendocina por ser la primera mujer en la provincia que obtuvo la licencia de piloto civil.
http://losandes.com.ar/article/view?slug=marilda-lahoz-primera-piloto-mendocina
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