Si las activistas de Anti-Flirt de principios del siglo XX se hubieran salido con la suya, los avances descarados y el coqueteo de conductores serían hoy cosas del pasado.
El Anti-Flirt Club fue un club estadounidense activo en Washington, DC, a principios de la década de 1920. El objetivo del club era proteger a las mujeres y niñas jóvenes que recibían atención no deseada de los hombres en automóviles y en las esquinas. El Anti-Flirt Club lanzó una semana "Anti-Flirt", que comenzó el 4 de marzo de 1923.
El club tenía una serie de reglas, que pretendían ser un consejo sólido y serio. Éstas eran:
- No coquetees: los que coquetean apresuradamente a menudo se arrepienten en su tiempo libre.
- No acepte viajes de coquetos automovilistas, no lo invitan a que lo salve a caminar.
- No use sus ojos para comer con los ojos, ya que fueron hechos para propósitos dignos.
- No salgas con hombres que no conoces: pueden estar casados, y puedes estar en una pelea desgarradora.
- No guiñe un ojo: un aleteo de un ojo puede causar una lágrima en el otro.
- No sonrías a los extraños coquetos, guárdalos para las personas que conoces.
- No anexes a todos los hombres que puedas conseguir; coqueteando con muchos, puedes perder a uno.
- No se deje engañar por la comida elegante y elegante: el oro sin pulir de un hombre real vale más que el brillo de un lagarto.
- No permita que hombres mayores con la vista puesta en un coqueteo le den palmadas en el hombro y se interesen paternalmente por usted. Esos son generalmente del tipo que quieren olvidar que son padres.
- No ignores al hombre del que estás seguro mientras coqueteas con otro. Cuando regreses al primero, puedes encontrar que se fue.
Un artículo del Washington Post del 28 de febrero de 1923, titulado “10 Girls Start War on Auto Invitation”, planteó el problema: “Demasiados automovilistas se están aprovechando del precedente establecido durante la guerra al ofrecer llevar a las jóvenes peatones en sus automóviles. , La señorita Helen Brown, 639 Longfellow Street, declaró ayer. Brown, el secretario del incipiente club Anti-Flirt, advirtió que estos hombres "no todos invitan a invitar a las niñas a caminar", y aunque hubo "otras variedades de coqueteos", los automovilistas fueron lo peor.
Brown, junto con el presidente, una señorita Alice Reighly de 1400 Harvard Street, dio a conocer su plan de acción. El 4 de marzo de 1923, comenzaría la primera Semana Anti-Flirt (y solo desde entonces).
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