El 29 de Abril de 2003 una tragedia meteorológica sacudía la provincia de Santa Fé, mas precisamente su capital, ese día se desbordaba el Río Salado provocando las peores inundaciones de los últimos 30 años en Argentina.

El caudaloso Río Salado desemboca en el Río Paraná al sur de la ciudad de Santa Fé, ambos ríos son extensos y reciben afluentes de gran cantidad de arroyos, por lo que una inmensa superficie del territorio evacua las lluvias por ellos. En 1978 previendo la peligrosidad de la zona, el “Instituto Nacional del Agua” creó una serie de redes de monitoreo de los niveles, como este sistema fue abandonado en 1989 por orden del presidente Carlos Menem, luego de reiteradas y pequeñas inundaciones, durante el gobierno de Eduardo Duhalde se comenzó a construir un terraplén contenedor en la laguna Setúbal y ambos ríos. El destino jugó una mala pasada y cuando aún no estaba terminado se sucedieron 45 días de reiteradas lluvias que saturaron las napas y desde el 24 de Abril llovió 5 días seguidos con tormentas concentradas en la cuenca del Río Salado. La mañana del 29 de Abril en la zona del hipódromo, el terraplén cedió, y comenzó a ingresar el agua a la ciudad con una rapidez que sorprendió a las zonas mas bajas del casco urbano. La situación se descontroló, el terraplén que debía proteger la ciudad actuó de embalse para el agua ingresada, en varios puntos del sur de la ciudad el agua llegó a 14 mts de altura, las imágenes del estadio del Club Colón de Santa Fe totalmente bajo el agua recorrieron el mundo. Las cifras de muertos llegaron a 160 y entre los evacuados por defensa civil y los auto evacuados sumaron mas de 100 mil personas. Un tercio de la ciudad perdió sus pertenencias, se arruinaron 28 mil viviendas y 2 millones de hectáreas agropecuarias, las pérdidas totales se estimaron en 1.500 millones de dólares. A fines de Mayo asumió la presidencia Néstor Kirchner, quien junto con el entonces gobernador Carlos Reutemann debieron enfrentar una sin precedentes emergencia sanitaria, las obras de culminación del terraplén y la relocalización de 5 barrios, los trabajos se culminaron en 2008 y ya nunca se repitieron inundaciones en la zona, las calles y los barrios se repararon, pero el horror vivido por Santa Fé tardara décadas en cicatrizar.