domingo, 26 de abril de 2020

El 26 de Abril de 2003, mientras caminaba por el estrecho Blue John Canyon en Utha, una roca se desprende y atrapa al montañista estadounidense Aron Ralston, quien luego de cinco días de agonía decide mutilarse el brazo derecho para poder liberarse y sobrevivir.



Aron Lee Ralston, nacido en Marion, Ohio, el 27 de Octubre de 1975, luego de graduarse en la Cherry Creek High School inició una doble vida, mientras estudiaba ingeniería mecánica en la Universidad Carnegie Mellon se inició en la práctica de deportes de aventura como Rapel y Montañismo. Osado y ágil, comenzó a obtener logros y reconocimiento, en 2002 escalo todos los "fourteeners", los picos de mas de 14 mil pies de altura del estado de Colorado. Apasionado por las actividades aeróbicas, en Abril inició una serie de recorridos a pie por el desierto de Mohab en Utha, muñido de todo el equipamiento necesario se adentró en el Blue John Canyon, un estrecho pasadizo entre dos paredes rocosas de mas de 20 mts de altura. La mañana del 26 de Abril una roca se desprendió de lo alto del cañón cayendo sobre él, esta no llegó al piso ya que quedó trabada entre ambas paredes pero atrapando su brazo derecho. Aron mantuvo la calma y evaluó la situación, estaba solo, nadie sabía que estaba ahí pero en su mochila tenía agua suficiente y equipamiento de alpinismo. Con una cámara Go-Pro comenzó a sacarse fotos y a realizar pequeños videos para registrar su situación, por mas esfuerzos que hacía no podía liberarse. Pese a depositar sus esperanzas en ser encontrado por otro montañista intento romper y gastar la roca, al estar de pié y no poder moverse comenzó a tener severos dolores musculares, hacia el quinto día, casi sin dormir y sin agua supo que debía tomar una decisión drástica, cortarse el brazo. Por si moría en el intento, talló su nombre y la fecha en la pared del cañón, se tomo una foto, se hizo un torniquete y con una herramienta multiuso cortó el tejido vivo luego forzó la fractura de sus huesos cúbito y radio logrando liberarse. Deshidratado y mutilado debió hacer rapel para escalar la pared del cañón, tomó agua de un charco y se lanzó en la búsqueda de su auto, aunque este se encontraba a casi 30 km. Se desmayó en un par de oportunidades por la deshidratación y el dolor, 6 horas después de liberarse fue encontrado por un matrimonio y su hijo que dieron aviso a rescatistas, mientras era traslado en helicóptero, otro grupo fue a buscar su brazo para intentar reimplantarlo, pero llegó en mal estado. Una vez recuperado hizo cremar el brazo y llevó las cenizas al lugar del accidente donde "pertenecen", Aron no solo se recuperó, sino que prosiguió con una exitosa carrera de montañista, redoblando sus desafíos. Sobre el incidente escribió el libro "Entre la espada y la pared" que fue llevada con éxito al cine por el director Danny Boyle con el nombre de "127 horas", en el final del libro dice "No perdí un brazo, gané una vida".

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