En 1950, Coca Cola decidió iniciar una gran campaña de marketing dirigida a la gente de Francia. El fotógrafo de la revista LIFE, Mark Kauffman, estuvo allí para fotografiar las reacciones genuinas de los franceses que probaron la bebida por primera vez. Bajo el lema “Drink Fresh”, camionetas recorrían las calles y los vendedores distribuían muestras a adultos y niños, en lo que Coca-Cola ahora llama “La révolution du froid” (La revolución del frío). Como muestran estas imágenes, los franceses inicialmente no encontraron el 'gran sabor de la Coca-Cola', tan bueno. Coca Cola había estado disponible en Francia desde 1919 cuando Raymon Aaron Linton registró la marca en Francia y el oficial de infantería francés Georges Delcroix comenzó a importar y vender la bebida en Burdeos. Después de que terminó la Segunda Guerra Mundial, Coke decidió elevar su perfil y capitalizar la proliferación de refrigeradores en los hogares franceses. La Coca Cola, antes de llegar a Francia, era una bebida muy popular en los Estados Unidos ya que fue el primer refresco que se comercializó ampliamente. Originalmente diseñada a partir de un vino de coca francés, la Coca Cola se popularizó rápidamente porque fue la primera bebida no alcohólica de gran sabor que se consumió ampliamente, y se hizo aún más popular durante la Prohibición. La Guerra Fría sirvió como un momento para que Estados Unidos se probara a sí mismo y los beneficios de una sociedad capitalista sobre una comunista. Coca Cola trajo dinero a los lugares donde llegó, demostrando así cómo este icónico producto estadounidense podría beneficiar a los lugares donde se comercializaba.
Coca Cola, sin embargo, no era muy popular en Francia, e incluso hasta el día de hoy no es tan popular en Francia como en otras naciones de Europa Occidental. Debido a que Coca Cola representaba a Estados Unidos en su esencia, una sociedad capitalista, la entrada de Coca Cola en Francia encontró cierta resistencia: “Las barricadas amenazaron con aparecer en París cuando se supo que Coca-Cola solicitó una licencia para embotellar su bebida allí” . El público francés no quería que Francia fuera superada por empresas estadounidenses y por eso luchó para evitar la producción masiva de Coca Cola en Francia. Hoy, sin embargo, hay una fábrica de Coca Cola en Francia, que ha aumentado la producción y el consumo de Coca Cola, aunque la receta varía ligeramente de la versión estadounidense original.
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