miércoles, 11 de noviembre de 2020

El 11 de noviembre de 1821, en Moscú, nacía Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, el alma humana escrita en carne viva



La temprana muerte de su madre lo dejó bajo la tutela de un padre autoritario y violento, lo que marcó su infancia con dolor y resentimiento. Para alejarlo de ese entorno, fue enviado junto a su hermano Mijaíl a la Escuela de Ingenieros Militares en San Petersburgo, donde descubrió a los grandes autores europeos, especialmente Victor Hugo. La muerte de su padre —asesinado por sus sirvientes— le provocó una culpa tan intensa que derivó en ataques epilépticos. Influido por Schiller, escribió dos obras teatrales hoy perdidas. Aunque era ingeniero y subteniente, dedicaba tiempo a la literatura, traduciendo a Balzac y publicando su primera novela epistolar, Pobres gentes, que lo lanzó como escritor. A los 27 años fue arrestado por participar en el Círculo Petrashevski, acusado de conspirar contra el zar Nicolás I. Condenado a muerte, estuvo frente al pelotón de fusilamiento, pero fue indultado y enviado a trabajos forzados en Siberia. Luego sirvió en el ejército y recuperó el derecho a publicar. Obras como Humillados y ofendidos, Noches blancas y Recuerdos de la casa de los muertos restauraron su prestigio. Con Crimen y castigo alcanzó fama internacional, aunque sus finanzas siguieron siendo precarias por contratos abusivos. Sus novelas posteriores —El idiota, El eterno marido, Los endemoniados y Los hermanos Karamázov— lo consagraron como un pensador obsesionado por el destino moral de la humanidad. Falleció el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo, víctima de una hemorragia pulmonar durante un ataque epiléptico. Fue enterrado en el Cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Alejandro Nevski. Su obra sigue resonando como un espejo oscuro y luminoso del alma humana. #Dostoyevski1821 #AlmaYLiteratura #CrimenYRedención #RusiaProfunda #PensarLaHumanidad #FilosofíaNarrada #SanPetersburgoEterno #CírculoPetrashevski #KaramázovVivos #EpilepsiaYGenio #mendozantigua 

1 comentario:

Dante Salatino dijo...

Es importante, por la trascendencia que tiene vuestro blog que cuiden los comentarios, sobre todo de índole médica, que frecuentemente se deslizan en las publicaciones, con evidentes errores. En este caso, la conclución "sintió una profunda culpa que derivó en epilepsia", es, además de precipitada, improcedente. No hay antecedentes que un sentimiento de culpa derive en una enfermedad orgánica como la epilepsia. En el único caso que una enfermedad psíquica puede derivar en un cuadro epiléptico es en la histeria grave, pero aún no se ha podido comprobar si estos casos no cursan concomitantemente con una patología orgánica. Dante Salatino, médico, mat. 2652.

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