La presencia franciscana en Mendoza se remonta a finales del siglo XVII, cuando se instalaron en la ciudad y construyeron su primer convento y templo en la esquina de las actuales calles Montecaseros y Chacabuco. Tras la expulsión de los jesuitas en 1798, los franciscanos recibieron el templo y ex colegio jesuita en Ituzaingó y Beltrán. En 1861, un devastador terremoto destruyó gran parte de la ciudad, incluyendo el templo original de San Francisco, que quedó en ruinas. Estas ruinas se conservaron hasta 1906. Después de la destrucción del terremoto, se decidió cambiar la ubicación de la iglesia. En 1875, se colocó la piedra fundamental de la actual basílica en la esquina de Avenida España y Necochea, frente a la Plaza San Martín. El diseño de la nueva basílica estuvo a cargo del arquitecto belga Urbano Barbier, inspirado en la iglesia de la Trinidad de París. La nueva basílica fue inaugurada en 1893. Posee una planta basilical con tres naves, una central y dos laterales, y su fachada es de estilo neorrománico. Sin embargo, en 1920, otro terremoto dañó considerablemente sus torres y campanario, los cuales tuvieron que ser demolidos. El 30 de julio de 1928, la Basílica de San Francisco fue declarada Monumento Histórico Nacional por su importancia histórica y arquitectónica. Dentro de la basílica, se guarda la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo, declarada Patrona y Generala del Ejército de los Andes por el General San Martín en 1817. Se exhibe también el bastón de mando del General San Martín, donado por él mismo en 1818 como agradecimiento por la protección a las armas patriotas durante la campaña libertadora. En la nave sur, hay un mausoleo que contiene los restos de Mercedes Tomasa de San Martín, hija del Libertador, su esposo Mariano Balcarce y su nieta María Mercedes, repatriados desde Francia en 1951. A lo largo de los años, la basílica ha sido objeto de varias restauraciones para mantener su estructura y elementos históricos. Es un punto importante de interés turístico y religioso en Mendoza, atrayendo tanto a fieles como a visitantes interesados en la historia local y nacional.
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