Si existieron Ayrton Senna y Michael Schumacher fue porque antes existió Villeneuve. Niki Lauda dijo “Es el diablo más loco que jamás llegó a la Fórmula 1”. Nacido en Richelieu, afueras de Quebec, zona franco parlante de Canadá, de muy joven encontró su pasión en las carreras de Moto sky, el automovilismo fue posterior, cuando marcas de Motos se ofrecieron a patrocinarlo en carreras de autos locales. Exitoso en ambas categorías se inclinó por las de autos, primero en autos tipo turismo y rápidamente pasó a los monopostos, en fórmula Atlantic ganó 4 años seguidos con un auto de su propiedad, 4 años sin accidentes no se repetirían durante el resto de su carrera. En 1977 tuvo su primera oportunidad en la F1 y no la quería dejar pasar, corrió un par de carreras en Mclaren y con eso le bastó para que se fijara en él, Enzo Ferrari, quien lo contrató de inmediato. Gilles se convirtió en el niño mimado de Maranello, a pesar de su ímpetu y su arrojo aceptó gustoso ser segundo piloto de Carlos Reutemann y luego de Jody David Scheckter de quienes, según el mismo dijo, aprendió a no hacer locuras. Los fanáticos del automovilismo lo amaban, osado y talentoso, arriesgaba en cada curva, produjo el final de carrera mas memorable de la historia de la Fórmula 1, cuando en el autódromo de “Dijon-Prenois” giró las 2 últimas vueltas de la carrera a la par de Rene Arnoux, rueda con rueda, dándose topetazos, encerrándose y deliberadamente intentando sacarse de la pista. Para 1981 había protagonizado varios accidentes espectaculares inutilizando sus Ferraris, Enzo lo citó en la sede de Maranello para entrevistarse con él, cuando llegó se encontró en la entrada de la fábrica las 9 Ferraris que había destrozado, en el encuentro Enzo le pidió que al nuevo modelo lo tratara mejor. En 1982 peleaba el campeonato con su compañero de equipo Didier Pironi, en el gran premio de Bélgica, durante la clasificación en la curva Terlamenbocht se encontró con el auto lento de Jochen Mass, este se apartó hacia la derecha para dejarlo pasar, pero al mismo tiempo Gilles eligió la derecha para pasarlo, lo impactó de atrás, la Ferrari voló casi 100 mts hasta tocar el suelo, prácticamente se desintegró con el impacto, al mismo tiempo que se le salía el casco la butaca con él amarrado se desprendió del auto, cayo detrás de la primera hilera de alambrado, falleció a causa de la rotura de su cuello. La historia dirá que nunca ganó un campeonato, apenas triunfó en algunas carreras, pero eso le alcanzó para convertirse en un héroe de la Fórmula 1.
