jueves, 31 de julio de 2014

Deportes en el Recuerdo. Formación del Equipo de Foot-Ball. Club de la Juventud de la Provincia de San Juan (año 1926)

Integrantes: C. Recabarren, Muñoz, Rufino, Icazatti, Lemos, Segura, Romano, Elizondo, Martinez, Pelatay, Quiroga.




Camión de Carga, adquirido por la Municipalidad de la Ciudad Capital de Mendoza (año 1924)




Mundo Social y Elegante: Señora Carmen Alvarez de Alurralde (año 1920) Mendoza




Fuente: La Quincena Social 

Eleccion Reina de la Vendimia en Chapanay




Gentileza de Luis Cerroni
Celulide TV

Era costumbre de mis padres de elegir reina de la vendimia entre las cosechadoras. Se realizo durante varios años, desde 1955 hasta 1962. Luego se hizo otra vez en 1976, pero ya no tenia sentido, ya que las reinas distritales se empezaron a elegir en el mes de enero, y no se empezaba a cosechar todavía, y quedaban fuera de termino para las elecciones departamental-

martes, 29 de julio de 2014

De infieles, cornudos y lances.

Los hombres, en general, no sospechan de su mujer.
Los piropos y hasta los lances hacia la mujer se consideran naturales y halagan el ego masculino al confirmar que su esposa es atractiva. (Foto vintage.fr.com)

Los primeros cornudos eran felices. En los países nórdicos durante la Baja Edad media los gobernadores de las comarcas podían seleccionar a las mujeres con las que deseaban intimar. Cuando esto se producía, la puerta de la casa donde se encontraba el gobernador con la mujer elegida era adornada con los cuernos de un alce en señal de su presencia. Si la mujer estaba casada, su marido mostraba felizmente a sus vecinos la cornamenta puesto que representaba un orgullo que el gobernador estuviese allí. El que estuviera intercambiando fluidos con su esposa era un detalle.
Con el paso de los siglos, los cambios de costumbres y los caprichos morales de aquel curioso origen del término “cornudo” entre los varones no quedó ni una pizca de orgullo pero sí un oscuro rencor, celos devoradores y un creciente y sostenido temor.
Los hombres argentinos no aceptan la palabra cornudo; la palabra les resulta tan intolerable que incluso, siendo ellos los infieles niegan que su mujer pueda ser cornuda.
Al sostener una relación extramatrimonial el argentino dice que tiene un fato, una mina, una amigota, una amigovia, una loca y sólo usa la palabra amante para la mujer con quien mantiene una relación estable, explica en su libro Infidelidad la psicóloga Janick de Oliveira Cézar.
Los hombres, en general, no sospechan de su mujer. No conciben la idea de infidelidad de su mujer; no se pueden pensar cornudos. Si su mujer recibe flores, cambia su ropa o su cabello, luce una nueva alhaja o tiene lencería provocativa, nunca duda de la respuesta que ella le da: “Lo conseguí baratísimo” o “me lo regaló mi hermana”. Si ella está radiante, ni se le ocurre asociar el cambio con un rival.
Por otra parte, los piropos y hasta los lances hacia la mujer se consideran naturales y halagan el ego masculino al confirmar que su esposa es atractiva; de ahí, que los hombres descartan que su mujer, en privado, pueda corresponder al deseo de otro.
En una reunión son muy pocos los hombres que pueden interceptar una mirada “intensa” entre su mujer con otro hombre ni entre otras personas presentes.
En cambio, las argentinas son mucho más sutiles y captan inmediatamente ese tipo de miradas; y mucho más si el emisor o el receptor de esa mirada es su pareja. Cuando las mujeres se encuentran con una amiga y la encuentran radiante rara vez atribuyen ese esplendor al marido: tienden a creer que hay otro hombre.
El varón argentino que engaña a su mujer se considera fiel. Sólo reconoce la infidelidad cuando se involucra sentimentalmente con otra mujer. Mucho más sinceras, las mujeres argentinas se reconocen como infieles, aún con un solo levante.
“Más allá de lo psicológico y social, la fidelidad es un valor moral y filosófico. `Te doy mi palabra´, `Te prometo´, `Me comprometo´ son palabras que implican la creencia en una ética personal y universal. Mantener vivo un valor requiere de un trabajo diario”, asegura la especialista De Oliveira Cézar.
De su experiencia clínica deduce que la calidad de vida de los matrimonios donde se instala o persiste la infidelidad es pésima.
Según una encuesta, el 84% de los argentinos reivindica la fidelidad como valor fundamental para el éxito de la pareja pero está claro que las personas dicen una cosa y hacen otra, bien en clave argentina: se promete y no se cumple. En público pregonan un valor que violan en privado y en una vuelta más de nuestra doble moral, aducen “creo en la fidelidad, pero para vos, no para mí”.

Patricia Rodón
Fuente: http://www.mdzol.com/opinion/484392-de-infieles-cornudos-y-lances/

San Martín en la Casa Blanca.

Cuando Perón asumió la presidencia en 1946, destinó al doctor Oscar Ivanissevich como representante argentino en Estados Unidos. Aclaremos que eran tiempos de gran ebullición en las relaciones internacionales en todo el planeta: el fin de la Guerra Mundial obligaba a una reorganización de las piezas. Washington y Moscú eran los ejes del conflicto. Los dos querían acumular aliados. La política exterior de esos meses fue muy activa y vertiginosa.

El 29 de octubre, el flamante embajador fue recibido por el presidente Harry S. Truman. El argentino –prestigioso cirujano, elegante en toda ocasión–, llevó presentes para el mandatario estadounidense: un ejemplar de“Capitán de los Andes”, de Margaret Harrison; un folleto titulado: “Teoría y doctrinas del general Perón” y la reproducción de un retrato al óleo del general San Martín. Nos referimos a uno de los cuadros más conocidos del prócer. Se trata del San Martín abanderado, obra anónima que se realizó en Bruselas, en 1829. Se cree que pudo haber sido pintada por la maestra de dibujo de Merceditas San Martín. El Libertador lo contaba entre sus preferidos.Hoy, el cuadro original se conserva en el Museo Histórico 

Nacional, en Parque Lezama.

Ivanissevich se ocupó de aclarar antes los periodistas que semanas antes le había prometido a Truman el óleo del Libertador y que esta era una demostración de confiabilidad: “Cumplimos nuestras promesas”, subrayó. La noticia se reprodujo en los diarios locales.
¿Adónde fue a parar el cuadro regalado? Un par de semanas después, el presidente de los Estados Unidos lo ubicó en su despacho, en el célebre Salón Oval de la Casa Blanca, según vemos en las imágenes, a la izquierda de la chimenea, encima de la figura ecuestre de Andrew Jackson, séptimo presidente del país del norte y figura destacada en los billetes de veinte dólares. El prócer argentino reemplazó un retrato del presidente Franco Delano Roosevelt.Encima de la chimenea se colocó un cuadro de George Washington y del lado derecho se ubicó a Simón Bolívar.
Los obsequios sanmartinianos continuaron. En 1948, Truman recibió una réplica del Monumento a San Martín que también pasó al Salón Oval, pero del otro lado, junto al televisor del mandatario.

No hemos logrado establecer cuándo se retiró el cuadro del despacho del presidente. Truman lo tuvo durante su mandato y se sabe que Eisenhower lo mantuvo al menos un tiempo. El último registro oficial que hemos encontrado del cuadro en el Salón Oval corresponde a septiembre de 1957.

La Biblioteca y Museo Truman, que se encuentra en Missouri, contiene una réplica del despacho presidencial. Allí se encuentran el cuadro y el bronce del Libertador.


Fuente: http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/artes/san-martin-en-la-casa-blanca/

domingo, 27 de julio de 2014

Romerías Españolas, en el Departamento de Rivadavia. (Enero de 1929). Mendoza


Eran organizadas por la Sociedad Española del Departamento de Rivadavia, asistían  numerosas familias. El campo de las Romerías era muy concurrido, amenizando la fiesta con bandas de música. Se realizaban concursos de baile, trajes típicos, concurso de belleza  y de feos. 
El kiosco de bazar y de rifa era el mas concurrido. Durante los días de las Romerías, concurrían 5000 personas. Señoritas Magnaldi y Carrascosa, ataviadas con trajes regionales, que eran una nota destacada en las Romerías Españolas. Romerías; significado: Fiesta popular que se celebra en el campo inmediato a un santuario en el día de la festividad religiosa del lugar.  Afluencia de personas a un determinado lugar.

lunes, 21 de julio de 2014

Camión Regador, adquirido por la Municipalidad de la Ciudad Capital de Mendoza (año 1924)




La carreta Quinchada de San Martín, es donada al Museo del Transporte en el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de Lujan (año 1928) Buenos Aires

El Museo de Lujan recibió en el año 1927 de Doña Elvira Quesada de Zapata, por intermedio del General Isidoro Arroyo quién fue quién gestionó la carreta que la tradición conoce por la del General José de San Martín, la cual estaba en la finca del General Don Pedro Pascual Segura, dos veces Gobernador de Mendoza, dueño del solar donde estuvo el campamento del ejercito de Los Andes denominado El Plumerillo.


 Situado a una legua de la ciudad donde San Martín hizo construir cuarteles de tapial para el alojamiento de los Jefes, Oficiales y Tropas. En ese famoso campamento se acantonó el ejército desde 1814 a 1817.
Un antepasado de la señora de Zapata que fue dueño de esta carretela, era de Ejes de Naranjo, ruedas de lepacho, sin yantas, con algunas grampas de hierro, con sus paredes quinchadas con parantes de caña tacuará y techo de junco y cueros de potro en su exterior, atados con tientos.. San Martín la utilizaba en transporte de toda clase víveres, fusibles, sables, carabinas y otros artículos indispensables. Se la utilizaba también para los viajes entre Mendoza y Buenos Aires cuya travesía de 300 leguas no se hacía entre menos de 3 meses, ida y vuelta. 
En el museo se le construiría un local especial para resguardarla de la intemperie. La empresa de los ferrocarriles de Pacífico y del Oeste trasladaron la Carreta gratis desde la estación la Lagunita hasta Lujan.
El  Museo de Transportes  Histórico de Lujan de Cuyo,era único en el país.
Como la carreta estaba deteriorada fue  hábilmente restaurada por Don Eugenio Barrenechea quén se valió de referencias de  personas ancianas y de antiguas láminas para arreglarla.
actual estado que está la carreta en el museo

Fuente: Diario La Palabra

jueves, 17 de julio de 2014

Programa Radial HOLA PAÍS, Radio Nihuil. (foto año 1987) Mendoza



De izquierda a derecha: Gabriela Figueroa, Miriam Arancibia, Cacho Cortez, Carlos Marcelo Sicilia, Susana Fontemacchi, en plena emisión de Hola País (año 1987)

En el año 1987 el Programa Hola País ocupaba gran parte de la mañana Mendocina de lunes a viernes de 8 a 13 hs. Su conductor Carlos Marcelo Sicilia un experimentado locutor y animador que a viajado por varios países del mundo (vivió durante un tiempo en Inglaterra)  fue profesor de Televisión en la Facultad de Periodismo de la Universidad Juan Agustín Maza. Lo acompañaban en el programa hacia 1987 el periodista deportivo Hugo Cacho Cortez, la locutora Susana Fontemeacchi y el conductor Rafael Bazán desde el móvil del programa. Hola País nació el 8 de Abril de 1985, pero luego de dos años su propuesta era diferente a la idea original, el programa contaba con una oficina de producción tanto o más grande que la cabina de locución. Allí se gestaban todas las novedades  periodísticas  que luego salían al aire. El jefe de Producción Eduardo Pavese junto a maría Teresa Barnabó conversaban literalmente con todo el mundo ( no había restricciones en cuanto a las llamadas telefónicas o enlaces doble o triples cuando los locutores lo requerían). Los operadores del programa eran José Luis Stagni, Daniel Sirolesi y Claudio Villarroel. El servicio de prensa lo integraban Carlos Dillon, Gabriel Bustos Herrera, Miriam Arancibia, Gabriela Figueroa y Gustavo Solanes (editorialista)  Hay una hermosa anécdota cuando se logró una comunicación con un senador salteño que estaba en Tartagal en ocasión de un Congreso Indigenista, y se lo oyó llorar de emoción cuando Eduardo Pavese rezó a dúo con el una oración a la Pachamama, en lengua quechua.
En la actualidad dicho programa sigue al aire.  

Fuente: Diario Hoy

Teodoro Fels, el héroe castigado (1910)


El entusiasmo por la aviación en el Río de la Plata comenzó en 1910 cuando un grupo de pilotos franceses e italianos realizaron demostraciones de vuelo en Villa Lugano y El Palomar. En el caso de Teodoro Fels, venía soñando con los aviones desde el día que los conoció durante un viaje a Europa. A nuestro héroe le tocó hacer la colimba en el Regimiento 1ro. de Ingenieros, cuyo comandante era el general Enrique Mosconi, también simpatizante de la aviación.

Pocos días después de cumplir los 21 años, en mayo de 1912, el conscripto Fels rindió el examen de piloto civil. Para aprobarlo, debía despegar, hacer cinco “ochos” en el aire, aterrizar, volver a despegar, otra vez cinco “ochos” y aterrizar. Nuestro héroe fue aprobado con la mejor calificación. Le correspondió el registro número 11 y se convirtió en el más joven de los aviadores recibidos.
Era el tiempo de las hazañas aéreas y Fels quería cumplir una: volar desde Buenos Aires hasta Montevideo, unir las dos capitales, sin escalas. La idea lo obsesionaba hasta que un día se conoció una noticia que lo inquietó. Jorge Newbery había volado de Buenos Aires a Colonia. Fue el 23 de noviembre, siempre de 1912. El pionero había partido de El Palomar y, luego de 37 minutos de vuelo, había aterrizado en la Barra de San Juan, cerca de Colonia.
Fels comprendió que su instructor -Newbery le había tomado la prueba de los “ochos”- estaba a un paso de arrebatarle la gloria: si había cruzado el Río de la Plata hasta Colonia, era evidente que el próximo desafío sería unir las capitales. Por ese motivo, el joven aviador resolvió hacerlo antes, aun sin permiso.
El 1 de diciembre a las cinco de la mañana llegó a El Palomar con dos amigos, Carlos Borcosque y Juan F. Zuanich. Entre los tres se ingeniaron para llevar el avión desde el hangar a la pista. Fels tomó vuelo, avanzó hacia Dock Sud, cruzó el Plata y arribó a Montevideo luego de 2′ 20 horas. Aterrizó en Carrasco, donde hoy se encuentra el aeropuerto internacional.
La audacia de Fels se celebró en ambas orillas. Voló de regreso al día siguiente, bajó en Ensenada y tomó el tren en La Plata. Al arribar a Constitución, fue ovacionado por un multitud. Pasó por el diario La Prensa y luego fue a La Nación, donde lo aguardaban su madre y sus hermanas. En la redacción brindaron con champagne. Era un héroe. Pero Mosconi, apegado a las normas, lo castigó “por ausentarse del país sin pedir permiso”. Debía cumplir un arresto. Sin embargo, el presidente Sáenz Peña lo indultó y lo ascendió. En pocas horas, el conscripto Fels se convirtió en cabo. Menos mal. Porque lo mejor que puede pasarle a un piloto es que lo asciendan.
Fuente: http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/personalidades/teodoro-fels-el-heroe-castigado/
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