sábado, 24 de julio de 2021

Tarjeta Postal. Paisaje en los alrededores. Provincia de Mendoza. Principios Siglo XX



La Avenida Libertador, entrada al Parque General San Martín. (circa. 1920) Ciudad de Mendoza



Una Recorrida Nocturna por la Plaza Independencia y los Puestos de Artesanos

Vista parcial de los Viñedos del Señor Iselin. San Rafael. Mendoza. Principios Siglo XX.

 Juan Pí



Gran Hotel, Ubicado en Calle España, esquina Gutierrez. (año 1921) Mendoza

 Actualmente se encuentra el edificio del Banco Nación y anteriormente en Banco de Previsión Social.




Inventos sin éxito. Oakes demuestra su "protector de manga" que cubre una losa de mantequilla para evitar que la toque accidentalmente mientras se inclina sobre una mesa.

 


John Smith, el "hombre de 137 años"

 John Smith era un indio chippewa de Minnesota que afirmó vivir hasta los 137 años. Mucho antes de su muerte en 1922, el pueblo chippewa se refirió a él como Ga-Be-Nah-Gewn-Wonce, o "carne arrugada", debido a su rostro crudamente arrugado. Sin embargo, algunos dicen que su apariencia facial fue causada por una enfermedad y no por la edad. Aunque su edad real sigue siendo cuestionada, su lápida en Cass Lake, Minnesota, todavía enumera su año de nacimiento como 1784.


Wikimedia Commons

El "traje de hombre salvaje"

Hasta el día de hoy, el "Traje Wildman" único en su tipo se exhibe en la Colección Menil en Houston, Texas. Un conjunto de armadura de doble capa recubierto de la cabeza a los pies con clavos de hierro de una pulgada de largo que miran hacia afuera, este traje sigue siendo tan aterrador como misterioso.Si bien se la conoce ampliamente como una armadura de caza de osos siberiana desde el siglo XIX, otros dicen que se usó en el espantoso espectáculo de hostigar a los osos popular en la Inglaterra de Shakespeare. Pero el verdadero propósito del "Traje de Wildman" sigue siendo en gran parte difícil de alcanzar siglos después.


Reddit

Ann Miller por Robert Coburn, 1945


Augusto Streich, el alemán que retrató pasajes del pasado de Mendoza

 por Carlos Campana, para ciudadanodiario

Fotógrafo de profesión, emigró a nuestra provincia por motivos de salud y rápidamente se integró a la sociedad, en la que tuvo una destacada participación


La Mendoza de finales del siglo XIX fue retratada por varios fotógrafos extranjeros que llegaron desde muy lejos; entre ellos, el alemán Adolfo Alexander, quien realizó algunos trabajos y partió de la provincia antes de la destrucción que se produjo el 20 de marzo de 1861 a causa de un gran terremoto. En 1880 llegó el artista portugués Cristhiano Junior, quien estampó a través del ojo de su cámara soberbias postales que reflejaron aquella época en una ciudad que progresaba día a día.  Diez años después del trabajo del fotógrafo lusitano arribó desde Alemania el joven Adolfo Streich, quien permaneció hasta su muerte en nuestra provincia y con su máquina reflejó miles de personajes, inauguraciones, eventos y edificios con su característico sello.

El alemán que emigró por su salud
Augusto Streich había nacido en Erfurt, Alemania, en 1866. Desde muy joven se inició en el arte de la fotografía y trabajó para la famosa casa Reichard y Lindre, en Berlín. Además, por su profesionalismo, fue contratado por el Imperio Alemán para retratar diferentes eventos sociales y culturales en aquel ámbito en donde los germanos se encontraban en el máximo esplendor. A principios de 1880, aquejado por problemas de salud y por consejo de su médico, decidió viajar a otros sitios para aliviar sus molestias y eligió a Sudamérica para radicarse, al ver que este territorio vivía un gran auge con una importante inmigración europea. Así partió hacia la aventura lleno de expectativas y sueños, aunque ignoraba que en un lugar tan recóndito desarrollaría todo su potencial artístico en la fotografía.

Mendoza, tierra de prosperidad
Streich se embarcó en el puerto de Hamburgo iniciar su travesía; cruzó el Atlántico y arribó a las costas de Brasil, para luego seguir rumbo al puerto de Buenos Aires. Al pisar suelo porteño, el fotógrafo teutón quedó maravillado. Se estableció unos meses en Buenos Aires y luego viajó por el país con su cámara. En Tucumán conoció a Matilde Schacoff, con quien se casó y tuvo tres hijos. Después de vivir allí unos años, los Streich partieron rumbo al Oeste, más precisamente a Mendoza, “la tierra del sol y del buen vino”. Por aquel tiempo y desde hacía varios años, nuestra provincia había comenzado a ser el hogar de miles de inmigrantes que llegaban con grandes sueños y con la esperanza de vivir mejor. Fue así que italianos, españoles, franceses, alemanes, polacos y suizos, entre otros –es decir los “gringos”– estaban por todos lados, decían los criollos.
Streich y su familia llegaron en 1890 y se instalaron para que Adolfo probara suerte con su oficio. El fotógrafo alemán se insertó rápidamente en la sociedad local e instaló su primera casa de fotografía ubicada en Necochea 48, de Ciudad. En ese estudio inició sus actividades realizando cientos de retratos a las más distinguidas familias de la alta sociedad mendocina. Demostró su bien cultivado oficio haciendo imágenes de gran calidad, no solamente artísticas, sino también con una técnica sorprendente utilizando cámaras y luces de última generación.

En la Ciudad todo el mundo hablaba del fotógrafo alemán, la mayoría de sus clientes lo recomendaban y muchas de sus imágenes se convirtieron en un verdadero tesoro de la historia local. Streich realizó un importante relevamiento cuando se estaba construyendo el Ferrocarril Trasandino y plasmó históricas imágenes a medida que la obra avanzaba en plena cordillera andina. El fotógrafo fue miembro activo de la Masonería mendocina participando en la Logia Luz, a la que se incorporó a fines del siglo XIX para después ocupar varios cargos en esa entidad.  También se vinculó con asociaciones filantrópicas y de bien público, entre otras, y también fue socio fundador –junto a su amigo Carlos Fader– de la Sociedad Alemana en Mendoza.

Una cámara muy popular
El 1 de agosto de 1897 mudó su estudio a la calle Las Heras 23, donde con la incorporación de nuevos equipos su actividad siguió creciendo. El gobierno de la provincia lo convocó para retratar a sus mandatarios y algunas de estas imágenes quedaron para la posteridad, como las de la asunción, el día 6 de marzo de 1910, de Rufino Ortega (hijo), investido por Emilio Civit con los atributos de primer mandatario de los mendocinos. Streich fue, además, el único fotógrafo local que retrató la llegada de la escultura del Cristo Redentor, que fue trasladada en partes para su posterior ensamblado, instalación e inauguración en 1904.mEn 1910, en los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo, cientos de imágenes fueron plasmadas por su máquina fotográfica. Cuatro años más tarde, durante la inauguración del Monumento al Ejército de los Andes, su cámara también fue testigo de ese particular acontecimiento.  Dejó cientos de postales de plazas y paisajes de la cordillera andina, pero su prolífera carrera fue más allá y su nombre se encuentra en la lista de los primeros reporteros gráficos que tuvo la provincia. Y en ese rol, dejó un destacado registro fotográfico del cuerpo del gaucho Cubillos, al que retrató poco después de su muerte. Aparte de su oficio de fotógrafo, Streich se dedicó a la vitivinicultura, construyó una pequeña bodega y cultivó varias hectáreas de una emblemática variedad de vid. Se casó por segunda vez con Marta Passarge viuda de Geijer y tuvo otros tres hijos.  Desde 1933 este alemán y su familia vivieron en una casa de la calle Leguizamón y luego se mudó a otra de la calle Lencinas, en pleno centro del departamento de Godoy Cruz, donde falleció el 7 de diciembre de 1948 a la edad de 82 años.  Sus restos descansan en una tumba ubicada en el cementerio de la Ciudad de Mendoza junto a su segunda esposa y varios de sus hijos.

https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/augusto-streich-el-aleman-que-retrato-pasajes-del-pasado-de-nuestra-provincia




 







F

viernes, 23 de julio de 2021

Recorriendo la Ruta Provincial 82 desde Vistalba hasta Blanco Encalada. Provincia de Mendoza

La Plaza San Martín en 1914. Ciudad de Mendoza.

A la izquierda de la imagen se observa la construcción del edificio del Ex Banco de Mendoza



Avenida Las Heras. (1927) Ciudad de Mendoza



Recuerdo de la Cordillera. Cerro La Calavera. Potrerillos. Mendoza (1905)



Trabajos del Campo. Nivelación con Rastrones. San Rafael. Mendoza. Principios Siglo XX

 Foto Juan Pi.



Publicidad Gráfica de Auto ISARD. (AÑO 1960)



Barrio de Pompeya. Feria popular. Año 1934. Buenos Aires



Desembarcando en el Viejo Buenos Aires.

 por Raul Forclaz

 La plataforma marítima argentina y la costa del Rio de la Plata son poco profundas y el no poder dragarlas en épocas pasadas, no permitía el acercamiento a la zona seca del puerto de los barcos de considerable calado. Por ende, el desembarco de los pasajeros se hacía por medio de un transbordo desde el buque mayor a botes y de éstos a carros tirados por caballos hasta tierra firme. En 1855 las autoridades deciden mejorar este complicado e incómodo modus operandi. Construyen dos muelles de unos doscientos metros adentrados en el Río de la Plata para así desembarcar directamente a los viajantes.mEn este posteo vamos a ver sólo el de pasajeros ya que el otro desembocaba en la Aduana Taylor y era exclusivo para mercaderías. El muelle de pasajeros era todo de madera dura, pisos y pilotes; tenía dos kioscos hacia el final, el de la derecha era un control y registro de pasajeros y el de la izquierda una especie de bar y sala de espera para los días de baja temperatura o lluvia. Fueron diseñados y construidos por el pintor y arquitecto Prilidiano Pueyrredón (1823 – 1870). Estaba ubicado entre las calles Cangallo y Bartolomé Mitre y desembocaba en el Paseo de Julio. Ambos muelles fueron demolidos en 1884 ya que rápidamente quedaron obsoletos y se decidió la construcción de un puerto nuevo. En la primera foto vemos una magnífica escena captada en un día cualquiera de trabajo. Vemos los quioscos, una vía que servía para vagonetas que transportaban los equipajes y los bancos, con un ligero detalle art-nouveau en los apoyabrazos. Los mismos eran usados para descanso de los estibadores y para solaz de personas que solían ir a pasear y disfrutar del frescor del río. Al fondo vemos la cúpula de la iglesia de la Merced, luego el edificio con una serie de arcadas se trata de la Capitanía del Puerto. A continuación, la casa inglesa Forbes dedicada a la venta de material marítimo y la sigue la Casa Corti y Rivas, que declara ser compañía introductora, lo que hoy diríamos importadora de mercaderías. Observando podemos notar que el personal del muelle se identifica con una camisa a cuadros, tipo leñadora. Uno de ellos con un lápiz en la mano está hablando con alguien fuera de foco, posiblemente con un botero. También el viejo oficio de lustrabotas, muy popular en aquella época en que los zapatos había que cuidarlos. Luego vemos muchos personajes en posiciones casuales, pero en primer plano está el momento culminante, tenemos dos purretes, uno sentado y el otro hincado, que no sé si están tramando alguna travesura o practicando algún juego de la época, intriga. Luego agrego dos fotos más, una con un desembarco en carreta y otra con la vista al muelle mirando hacia el río para que tengan dimensión de lo concurrido que era. Fuente foto: AGN – internet.









Locomotora en el Ramal C14 en el año de 1972, este seria el que luego se llamo el Tren a las Nubes de fama mundial en la Provincia de Salta.



Truco para tiernizar las carnes, 1833.

Fragmento del Manual de la Criada Económica y de las madres de familia, 1833.


'Hitler, Goebbels, Owens, Long y las paradojas II'

Los juegos olímpicos de Berlín 1936, son para mí los más ambiguos de la era moderna. En menos de un mes se vivieron los hechos más bochornosos de xenofobia deportiva y el acto de integración más contundente de la historia olímpica. El atleta alemán elegido por Hitler para representar ante el mundo la superioridad de la raza Aria era Lutz Long, multicampeón nacional de salto en largo y poseedor del récord europeo. Por su parte el equipo estadounidense tenía depositadas en Jesse Owens sus mayores esperanzas. El hecho que fuera de color, de color negro para ser más exactos, hizo que no lo trataran como tal. No se pudo hospedar en la villa olímpica con sus compañeros ni utilizar los mismos vestuarios en el estadio, no por orden del régimen Nazi, sino por orden del comité olímpico de los EEUU. Para cuando Jesse Owens gana brillantemente los 100 mts llanos, Hitler había decidido ya no bajar a saludar a los vencedores. Para sorpresa de todos, el que se acercó a felicitarlo fue Long. Owens y Long se admiraban y respetaban mutuamente, pero hasta ese momento habían mantenido la distancia. Les esperaba la prueba de salto en largo donde se enfrentarían mano a mano. Las semifinales de la prueba se desarrollan de acuerdo a lo previsto, Long demostró todo su talento batiendo el récord olímpico desatando la locura en el estadio. Al llegar el turno de Owens se produce un hecho curioso. El atleta camina por la pista para hacer una raya en la arena en el lugar de la marca de Long. Sin darse cuenta pasa por la línea de salto y pese a que no estaba corriendo para saltar se le anota como nulo y no se le permite hacer la marca. Owens nervioso hace un segundo salto nulo, estaba a un error de quedar eliminado. Long se acerca a Owens y le aconseja picar un paso antes de la línea de salto, ya que con su marca promedio, aunque saltara antes le bastaría para clasificarse a la final. Owens le hace caso y clasifica. Owens quedó muy sorprendido por la actitud de Long, lo saludó para darle las gracias y su colega alemán lo invita a una amena charla en el centro de la pista. Recostados conversando distendidos se convirtieron en el centro de la atención de los fotógrafos que tomaron la imagen más famosa de esos juegos. En esos minutos de camaradería, Owens le comenta a Long que no esta acostumbrado a saltar sin la referencia de hasta donde debe llegar para superar la mayor marca vigente. Llega la final y obviamente Long hace un salto casi imbatible. En vez de festejar se queda parado al lado del cajón de arena. Cuando es el turno de Owens, en un acto de deportividad por encima de lo esperado, el saltador alemán deja caer su pañuelo blanco a la altura de su marca. Owens salta y bingo, record mundial de 8.06 mts y medalla de oro. La situación lo superó, no sabía como festejar ante 110 mil espectadores enmudecidos. Long lo abraza y lo invita a dar una vuelta olímpica, lo acompaña señalándolo e incitando a la multitud a rendirse ante el nuevo rey del atletismo. Esa noche, Long invita a Owens a cenar en el comedor de la delegación alemana, allí le confiesa que su actitud le traerá graves consecuencias, pero no se arrepiente de lo que hizo. Ese fue el final de la carrera deportiva de Long. Alemania le retiró su apoyo y apenas pudo asistir a un par de competencias europeas hasta que estalló la guerra y Goebbels se encargó que fuera el único atleta de elite asignado al frente. Murió durante la invasión aliada en Sicilia en 1943. Sin embargo para Owens los juegos aún no habían terminado. Al día siguiente gana los 200 metros llanos, tercera medalla de oro para terminar unos juegos inolvidables. La locura del régimen Nazi le abrió una puerta inesperada. Goebbels le prohibe a los estadounidense que utilicen atletas judíos en la prueba de relevos 4 x 100. El entrenador Dean Cromwell se hizo encima y remplazó a los judíos Glickman y Stoller por los afro-americanos Owens y Metcalfe. Tiro por la culata alemana, el equipo estadounidense establece un nuevo récord mundial y Owens se alza con la cuarta medalla de oro de atletismo en un mismo juego. Marca vigente por 48 años hasta que Carl lewis la igualó en 1984. 

(Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono)

jueves, 22 de julio de 2021

Una vista del Cerro Aconcagua. Provincia de Mendoza. Principios Siglo XX



Antiguo Hotel Termas de Villavicencio, situado a 1800mts. sobre el nivel del mar. Principios Siglo XX. Provincia de Mendoza



Tarjeta Postal de Ruinas de Santo Domingo. Ciudad de Mendoza (1905)



Nivelando con agua a principios del siglo XX. San Rafael. Mendoza.


 Foto Juan Pi

Monolitos y Pirámide en el Campo Histórico El Plumerillo. Lugar donde El Gral. San Martín concentró su ejército Libertador (año 1934) Mendoza



Amantes en París, 1955.


 (Foto de Henri Cartier-Bresson)

Bicicletas que corrían en vías de ferrocarril en Pellston, Michigan, 1910.



Nápoles, Italia, 1960.



(Foto de Henri Cartier-Bresson)

Daguerreotipo de una mujer afroamericana no identificada que lleva guantes blancos, ca. 1855.

  (colección de la casa de George Eastman)





Ramos Correas, el arquitecto que construyó media ciudad de Mendoza

 Por Carlos Campana, para ciudadanodiario.com.ar

Nacido en Chile, el destacado profesional eligió a Mendoza como tierra adoptiva, en la que dejó un valioso legado de históricos íconos edilicios


Hace 30 años, a principios de mayo de 1991, desaparecía una de las figuras más importantes de la arquitectura local, pero que también fue reconocido en el ámbito nacional e internacional. Se llamaba Daniel Ramos Correas y por más de medio siglo dedicó su vida a la urbanización y el paisajismo en nuestra provincia.

Mendocino por adopción

Ramos Correas nació en Talcahuano, Chile, el 12 de mayo de 1898. Era hijo de José Antonio Ramos, de nacionalidad chilena e ingeniero en minas de profesión, y de Elcira Correas, una dama de la alta sociedad mendocina. La prematura muerte de su progenitor hizo que su familia partiese hacia la provincia de Mendoza de donde era oriunda su madre. Tenía ocho años cuando llegó a Mendoza y realizó parte de sus estudios primarios en el colegio religioso San Luis Gonzaga, en pleno centro de la ciudad. Luego, la familia se trasladó a la provincia de Santa Fe, en donde cursó el bachillerato en otro colegio católico, llamado De la Inmaculada, perteneciente a la compañía de Jesús. Siendo un adolescente, Daniel decidió dejar Santa Fe y marcharse hacia la ciudad de Buenos Aires. Había elegido la carrera que tanto amaba: la arquitectura. Era muy grande el desafío que iba a emprender: una nueva vida que le produciría muchos cambios, pero valía la pena.

 Un largo camino
Fue así que ingresó en la Escuela de Arquitectura dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Al poco tiempo de iniciar su carrera, el joven fue profundizando sus conocimientos destacándose como un alumno fuera de lo común. A partir de 1914, el eximio arquitecto francés René Villeminont inició dentro de la Escuela de Arquitectura los denominados ‘talleres’ de Arquitectura y Composición decorativa, a los que el joven estudiante asistió con gran entusiasmo y con el tiempo, fue su gran discípulo. Otro de los grandes profesores que formó a este inquieto chileno, argentino por adopción, fue otro francés, llamado René Karman. El joven comenzó apoyarse en su gran dominio del dibujo, lo que fue tenido en cuenta por varios profesionales y el 12 de febrero de 1925 obtuvo el título de arquitecto. De regreso a Mendoza, la ciudad que lo había cobijado en su niñez, comenzó una importante actividad como arquitecto y desarrolló interesantes estilos que luego se convirtieron en íconos de la arquitectura mendocina. Fue en los primeros años de la década de los 30' cuando alcanzaría una gran trascendencia y sus diseños serían aceptados por la alta sociedad mendocina al desarrollar con éxito construcciones de estilos historicista y pintoresquista.

El hombre que cambió a Mendoza
Durante los gobiernos demócratas de Corominas Segura y Adolfo Vicchi, Daniel Ramos Correas asumió como director de Parques y Paseos de la Provincia de Mendoza. Desde esa Dirección desarrolló una gran tarea al remodelar y refaccionar diferentes lugares, como el Parque General San Martín, en el que incluyó renovaciones en el Cerro de la Gloria, la construcción de un nuevo Jardín Zoológico, el Teatro Griego, el pequeño teatro al aire libre denominado Pulgarcito y la Plaza Independencia, apostando de esta manera a la revalorización de los espacios verdes en la ciudad.

Su obra paisajística marcó el inicio de un nuevo tratamiento del paisaje en la región, tanto en la escala urbana como en la regional. Una de las políticas trazadas por el gobierno fue la proyección del llamado Plan Regulador de Mendoza, cuya gestión fue encomendada a Ramos Correas quien para llevarlo a cabo organizó un concurso internacional. Por aquel tiempo, en la provincia de Mendoza se produjo un acelerado proceso de urbanización y crecimiento: nuevos barrios, construcciones públicas y privadas e importantes residencias particulares, contribuyeron al desarrollo de la ciudad. Parte del proyecto consistió en la habilitación de dos centros principales (de Gobierno y Municipal) y otros núcleos menores de concentración. El denominado Palacio de Gobierno se localizaría en la zona de la Quinta Agronómica –actual emplazamiento- mientras que el Edificio Municipal se ubicaría en los terrenos del ferrocarril, por entonces denominado Pacífico. Con ventajas funcionales y simbólicas, la proyección ubicaba los dos espacios más atrayentes del casco urbano mendocino. Por una parte, se habían concebido edificios y espacios adecuados para el Poder Ejecutivo, la Legislatura y la Justicia. Además, se tenía en cuenta la realización del monumento a la Bandera en la explanada cívica. La Universidad de Cuyo se encontraría más hacia el Sur de ese emplazamiento. Por otra parte, la calle Mitre sería una arteria principal y se comunicaría con la Plaza Independencia.  Además de las otras vías de acceso, en ella se instalarían hoteles, pequeños negocios para turistas y lugares de distracción.  Además de proyectar recovas, desde la calle Patricias Mendocinas se accedería por una galería –por el Este y el Oeste– a la plaza San Martín, y por la calle Necochea se llegaría al centro del vino, que se ubicaría en la calle San Juan, entre Buenos Aires y Entre Ríos. El conjunto de la catedral estaría situado en un sector de los terrenos que ocupaba la estación del Trasandino. Esta gran proyección fue realizada por el arquitecto uruguayo Mauricio Cravotto, luego de ganar el concurso. Ramos Correas dejó su cargo en la Dirección luego del golpe de Estado que se produjo el 4 de junio de 1943.

Reconocimiento mundial
En 1944, Ramos Correas fue contratado para el estudio del ‘Plan de Urbanización, Ampliación y Verdes’ de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Posteriormente, en1951 viajó a España, donde fue galardonado con el premio ‘Ayuntamiento de Madrid’ durante la Primera Exposición Bienal Hispanoamericana de Arte, al ser considerado por sus excelentes realizaciones paisajísticas en la provincia de Mendoza. A fines de los 50' y comienzo de los 60' el destacado arquitecto fue presidente de la Comisión Especial para el Planeamiento Urbano y Código de Educación de la Ciudad de Mendoza. En 1961 fue uno de los fundadores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, junto a Enrico Tedeschi. También tuvo el honor de ser vicedecano de aquella casa de altos estudios. Además de presidir algunos cargos de suma importancia, en 1963 fue nombrado intendente municipal de la Ciudad de Mendoza, cargo que ocupó durante un breve periodo. También fue miembro del Honorary Fellow del American Institute of Architects. La obra que dejó como legado Ramos Correas en Mendoza tiene un valor incalculable por su estilo y belleza. Recordemos como ejemplos la casa de Moyano –Emilio Civit y Olascoaga–, la de la familia Arenas –E.Civit y Boulogne Sur Mer-, el Hotel Argentino, el Golf Club Andino, el viejo edificio de YPF–Avenida San Martín e Infanta Mendocina-, el monasterio de Santa Catalina de Siena, el Calvario de La Carrodilla, el hogar de ancianos San Vicente de Paul y la parroquia de San Nicolás y Santiago Apóstol, entre muchas otras obras. Este gran arquitecto mendocino por adopción, falleció en Mendoza el 9 de mayo de 1991 a los 93 años de edad.

https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/ramos-correas-el-arquitecto-que-construyo-media-ciudad





Balneario de Cacheuta. (c.1920) Provincia de Mendoza



miércoles, 21 de julio de 2021

Alrededores de Potrerillos. Quebrada de Colores. Provincia de Mendoza. s/f



Balneario y Restaurant, Sierras Mendocinas; EL CHALLAO. (año 1940) Mendoza

Gran Piletas con aguas surgentes permanentes, esmerado servicio de restaurant sin recargo de precios,  hermosa pista de baile , todo en un ambiente de sana sociabilidad.




Entierro de algunas de las víctimas del terremoto del 30 de mayo de 1929. Villa Atuel. Foto Juan Pi.



Andrea Leeds en "La verdadera gloria" de Robert Coburn, 1939


Club de ciclismo, 1900.



Joven lugareña de San Salvador de Jujuy. Jujuy, 1965.



Una vista del Puente del Inca. Mendoza, Octubre de 1915.



Muchacho ordeñando una cabra. Santiago del Estero, s/f.



Embalse Potrerillos desde Arriba. Mendoza. Argentina. Septiembre de 2018

martes, 20 de julio de 2021

Recorriendo Calle 25 de Mayo, hacia el Sur. Ciudad de Mendoza. Diciembre de 2018

El Desaguadero, antigua "aduana" para ingresar a Mendoza: su importancia política y turística

 por Gustavo Capone, para Memo .com.ar

El Desaguadero fue la aduana natural de la Provincia de Mendoza y primer registro administrativo, ineludible, para ingresar formalmente al territorio provincial por el Este mendocino. La historia del lugar, en la pluma y los datos de Gustavo Capone


La gestión del gobernador de Mendoza, el rivadaviense Guillermo Cano, junto a su ministro Frank Romero Day establecieron un antecedente directo de lo que implicaría una pionera política de desarrollo estratégico en el campo del turismo mendocino. Será en 1936 en materia turística el año de la primera Fiesta de la Vendimia y la creación de la Dirección Provincial de Turismo, la apertura de la colonia de vacaciones de Papagayos, el surgimiento de Vialidad Provincial que unirá los circuitos productivos de Mendoza, la construcción del balneario de Playas Serranas, el embaldosamiento de El Rosedal en el Parque General San Martín con el asfalto de las avenidas circundantes y la mencionada inauguración, del Arco del Desaguadero. Dicha política turística se completará en pocos años con la construcción del Hotel de Uspallata, la Hostería del Manzano Histórico, la ampliación del Hotel Potrerillos, la pista de patinaje de Vallecitos, los caminos hacia los ríos del sur mendocino, la Hostería Refugio, la escalinata de acceso y el ofrendatorio con el plaquetario en la explanada del Cerro de la Gloria, más la inauguración de la Hostería del Arco Desaguadero

El Paso del Desaguadero
Pero volviendo a la conmemoración de los 85 años de la inauguración del Arco que da la bienvenida "a la tierra del Sol y el buen vino", resulta importante citar algunos antecedentes históricos sobre el "Paso sobre el Río Desaguadero".


El Desaguadero fue la aduana natural de la Provincia de Mendoza y primer registro administrativo, ineludible, para ingresar formalmente al territorio provincial por el Este mendocino. Relatan las crónicas del siglo XVIII y XIX que el viaje de ida o de regreso a Buenos Aires se hacía muy peligrosSobre el arriesgado paso sobre el río Desaguadero existían por entonces dos caminos para cruzarlo. 1) El "del medio, de la travesía o viejo". Ingreso oficial a Mendoza sobre un precario puente de madera, constituía el límite político con San Luis, existiendo sobre ese paso una "aduana formal", antecedente de las futuras barreras sanitarias y los puestos de peaje actuales. Una posta y un pequeño oratorio completaban la configuración de la zona en aquellas lejanas épocas. Pero también había por aquellos tiempos un paso alternativo. 2) El paso del "Bebedero, de la costa del Tunuyán, de la Frontera o nuevo".o a partir de San Luis por dos motivos sustanciales: el peligro indio y el mismo paso del río Desaguadero. 


El primero de los caminos citados ("del medio, de la travesía o viejo") carecía de agua dulce, lo que generaba un problema enorme para los viajeros, pues el agua del Desaguadero es sumamente barrosa. El paso del "Bebedero" (más al sur que el anterior) fue creado entonces como una opción por los troperos mendocinos. Era un sendero con más vegetación y poblaciones a su alrededor, y por sobre todas las cosas, el paso sobre el río Desaguadero se efectuaba sin pagar un "impuesto oficial", esquivando aquella "aduana".


"Una razón importante explica la preferencia por este camino (el de Bebedero) y es que no se pagaba el derecho de 'pontazgo' que se efectuaba por el puente de madera de Desaguadero a Don Serra Canals, constructor del puente. Tal es así, que en un dictamen de 1789 se establece que de ningún modo, ni con ningún pretexto se puede hacer uso del paso del Bebedero, sino transitar por el puente, pagando el derecho establecido". La cuestión es que más allá de la normativa oficial, "el paso del Bebedero" fue sumamente utilizado. Lo cierto, es que ambos pasos (el oficial y el clandestino) convergían fusionándose en las cercanías de La Dormida del Negro. De ahí la masiva concurrencia y popularidad de la posta santarrosina (posterior Distrito La Dormida), pues era el punto concentrador para los que se disponían llegar o abandonar Mendoza por el Este, ya sea por uno u otro de los paso del Desaguadero.




https://www.memo.com.ar/hechos/historia-aduana-desaguadero-mendoza-nota-capone/


























Tarjeta Postal de la Plaza San Martín. Ciudad de Mendoza. (1912)



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