Nació en Chile y pagó “derecho de piso” en nuestra provincia trabajando duramente en el campo. Con el tiempo se convirtió en un gran emprendedor.
Anselmo invirtió su primera fortuna en la compra de terrenos en la Media Luna, Guaymallén, donde tiempo después nacería su hijo, el legendario Hilario
El 23 de diciembre se celebró otro aniversario del natalicio del folclorista Hilario Cuadros uno de los máximos exponente de la tonada cuyana, quien con su conjunto Los Trovadores de Cuyo difundieron su música en nuestro territorio y también fueron embajadores de la música local en varios países del mundo. Mucho se ha escrito sobre la vida del Trovador de Cuyo pero muy poco se sabe que su padre, don Anselmo Cuadros, fue un importante comerciante e industrial que tuvo nuestra provincia a fines del siglo XIX. Además, se integró a la sociedad mendocina y fue miembro en instituciones vinculadas a su país de origen.
Un próspero comerciante
Anselmo Cuadros nació en Chile a mediados del siglo XIX. Cuando cumplió la mayoría de edad emigró hacia Mendoza, con el sueño que tiene todo inmigrante de vivir mejor. Cruzó la cordillera y llegó a nuestra provincia. Al principio, Anselmo tuvo que pagar derecho de piso, realizando algunas tareas de campo, pero con el tiempo, el dinero ganado por su trabajo, lo supo invertir en un pequeño negocio. Al poco tiempo, el joven trasandino se asoció con don Segundo Carreras; este último tenía un matadero de ganado vacuno. Ambos se pusieron una barraca en donde fabricaban velas y jabón. Después de varios años de trabajar juntos, se desvinculó de su socio y emprendió un nuevo negocio. Como le fue muy bien a don Anselmo, con el dinero ganado compró grandes extensiones de tierras en los departamentos de Lavalle y Guaymallén. Tres años después adquirió una casa y negocio en plena calle San Martín entre Santiago del Estero y Coronel Díaz. Allí montó su nueva barraca denominada "San Martín" en donde compraba cueros vacunos, chivatos, crin de caballos, cerda y gorduras en general. También vendía velas, jabón y cal por mayor y menor. El empresario Cuadros, tenía un establecimiento modelo en la elaboración de velas y jabón dotado de modernas máquinas. Este comercio, estuvo varios años en la ciudad de Mendoza. Al poco tiempo, el padre de Hilario, comenzó a comercializar cal y se asoció con Salvador Ortega. Ambos empresarios poseían hornos calíferos en Guaymallén y vendían este producto al por mayor y fueron los únicos que lo comercializaban en nuestra provincia. Se puede decir que por entonces la familia Cuadros tenía un muy buen pasar económico y don Anselmo estaba en su mejor momento como empresario local. A fines de 1893, se asoció con Fermín Prado para vender almidón. Este producto significó para ambos comerciantes la obtención de muy buenas ganancias. Por supuesto, Anselmo invirtió su dinero en la compra de terrenos en la Media Luna en el departamento de Guaymallén, en donde tiempo después nacerá su hijo el legendario Hilario. A principios del siglo XX, estableció unos hornos de ladrillos y construyó otra barraca. Varias eran las propiedades que Anselmo poseía; entre ellas se encontraba una en San José, otra en calle San Martín y Coronel Díaz de ciudad, una finca en el departamento de Lavalle. Todas estaban alquiladas. En 1906, Cuadros fue accionista y uno de los promotores del Banco Agrícola de Guaymallén. Junto a él se encontraban personajes como Silvano Rodríguez, Estanislao de la Reta, Juan Varalla, Leopoldo Frías y Juan Longo. Pero este personaje, no solamente se destacó como un gran empresario, sino también tuvo una activa participación en la sociedad mendocina. Además fue promotor de la música folclórica nativa. En 1890 creó y presidió la Sociedad de Socorros Mutuos de Chile, para ayudar y asistir a los necesitados chilenos que estaban radicados en esta provincia. El 11 de junio de 1915, Anselmo Cuadros falleció en su casa de la calle Cañadita Alegre.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/anselmo-cuadros-padre-de-hilario-y-destacado-empresario-mendocino
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