El 2 de Diciembre de 1994, en aguas del Océano Índico frente a las costas de Somalia se incendiaba y hundía el Crucero Star Lauro, más conocido como el Achille Lauro, el "Barco maldito".

El crucero había sido botado por la empresa Rotterdamsche Lloyd con el nombre de Willem Ruys para cubrir rutas entre destinos europeos mediterráneos, el barco nació con una luctuosa foja con varios accidentes fatales durante su construcción. En 1965 fue adquirido por la Star Lauro y rebautizado con el nombre del dueño de la línea (Achille Lauro) agregando a sus destinos puertos del norte de África. En 1982, estando confiscado temporalmente por la justicia italiana sufrió un primer y devastador incendio que a pesar de la rápida solución del problema judicial, tardó 4 meses en volver a estar operativo. El 7 de Octubre de 1985 se aproximaba al puerto de Alejandría para recoger a la mayoría de pasajeros que habían desembarcado para visitar El Cairo cuando 4 integrantes del FLP liderados por Abu Abbas secuestraron el barco con 460 personas a bordo incluyendo tripulación y los turistas que no habían descendido. El secuestro terminó trágicamente cuando fue asesinado un ciudadano estadounidense de origen judío creándole al crucero una triste fama que jamás podría olvidar. Agobiado económicamente por la falta de pasajeros con ganas de subirse al Achille, decidieron venderlo, el comprador fue la Mediterranean Shipping Company, una empresa de transporte marítimo de cargas que para incursionar en el negocio de los cruceros vio una oportunidad en adquirir semejante barco a precio de remate. Cambió a bandera Suiza,  fue rebautizado como "Starlauro" en honor a su antiguo operador y comenzó a cubrir viajes de Italia a Egipto, Israel e Islas Seychelles. En la madrugada del 2 de Diciembre de 1994, mientras navegaba frente a las costas de Somalia, se desató un voraz incendio en la sala de máquinas. Las alarmas, que sonaron tanto en el barco como en las oficinas de Nápoles y Ginebra, pusieron en marcha un efectivo plan de evacuación, el mar calmo colaboró con la pronta y efectiva puesta a salvo de todos los pasajeros, unos 600, y los 400 tripulantes. A rescate de los botes salvavidas llegaron el petrolero panameño Hawaian King y dos buques mercantes de bandera italiana y liberiana, la mayoría fueron llevadas a Seychelles y a Mombassa, Kenia. Herido de muerte el Crucero se hundió sin honores poniendo fin a su triste existencia.