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El operativo, dirigido por el general Carlos Cortés Vargas, dejó un saldo estimado de 1.800 muertos, según testimonios y denuncias posteriores, aunque las cifras oficiales fueron mucho menores. La United Fruit Company, fundada en 1899, se había convertido en una de las mayores empleadoras de América Latina, operando con prácticas abusivas: salarios bajos, condiciones insalubres y control monopólico de precios. En la zona bananera de Ciénaga, más de 30.000 personas dependían de la empresa. Ante esta situación, los trabajadores elaboraron un pliego de peticiones el 6 de octubre de 1928, reclamando derechos básicos como: Seguro colectivo y reparación por accidentes laborales. Viviendas higiénicas y descanso dominical. Aumento del 50% en los salarios más bajos. Supresión de los comisariatos y pago semanal en efectivo. Mejor servicio hospitalario. El gerente de la UFC, Thomas Bradshaw, ignoró las demandas y pidió intervención militar. Con apoyo tácito de Estados Unidos, que movilizó una flota de marines para proteger los intereses de la compañía, el ejército colombiano declaró la ley marcial y ejecutó la represión. La masacre fue denunciada al año siguiente por el joven político liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien acusó al gobierno de sacrificar a su pueblo en beneficio de una empresa extranjera. Este hecho se convirtió en un símbolo de la explotación laboral y la injerencia estadounidense en América Latina, y es recordado como uno de los episodios más oscuros de la historia social colombiana. Según el Banco de la República de Colombia, la Masacre de las Bananeras marcó un antes y un después en la conciencia obrera del país, influyendo en las luchas sindicales y en la narrativa política que desembocaría en cambios hacia 1930. #MasacreBananeras #Ciénaga1928 #UnitedFruit #HistoriaColombiana #LuchaObrera #MemoriaHistórica #JorgeEliécerGaitán #ApartheidLaboral #EfeméridesLatinoamericanas #JusticiaSocial #mendozantigua
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