jueves, 12 de junio de 2025

El día a día de Sigmund Freud estaba marcado por una rutina disciplinada y una intensa dedicación al estudio y la escritura.


Freud solía despertarse temprano y comenzaba su jornada con un desayuno ligero. Luego, pasaba gran parte de la mañana atendiendo a sus pacientes en sesiones de psicoanálisis, una práctica que él mismo desarrolló. Después del almuerzo, dedicaba tiempo a la lectura y la escritura, trabajando en sus teorías sobre el inconsciente, los sueños y la psicopatología de la vida cotidiana. Freud también disfrutaba de los paseos diarios, que le ayudaban a reflexionar sobre sus ideas. Por la noche, solía reunirse con colegas y amigos para debatir sobre filosofía, psicología y política. Freud tenía varias costumbres peculiares que reflejaban su personalidad metódica y obsesiva. Algunas de las más curiosas incluyen: Miedo al número 62: Freud evitaba alojarse en habitaciones de hotel con ese número y evitaba hoteles con más de 62 habitaciones. Fobia a los helechos: Tenía un temor irracional hacia estas plantas. Rutina estricta: Almorzaba todos los días a la 1 en punto y luego daba un paseo de tres kilómetros por las mismas calles, recogiendo setas en el camino. Obsesión con la ropa: Solo tenía tres trajes, tres mudas de ropa interior y tres pares de zapatos, porque consideraba la moda un tema banal. Fumador compulsivo: Freud fumaba constantemente, lo que contribuyó a su cáncer de garganta. Relación con la cocaína: En sus primeros años de investigación, Freud estudió los efectos de la cocaína y la utilizó como tratamiento para diversas afecciones. Psicoanálisis a su hija: Freud analizó a su propia hija, Anna Freud, lo que generó controversia en el ámbito del psicoanálisis. Freud tuvo una relación significativa con la cocaína en sus primeros años de investigación. En la década de 1880, Freud estudió los efectos de esta sustancia y la promovió como un posible tratamiento para diversas afecciones, incluyendo la depresión y el dolor crónico. Incluso escribió un ensayo titulado Über Coca, donde describía sus observaciones sobre sus efectos estimulantes. Freud también experimentó con la cocaína personalmente y la recomendó a colegas y pacientes. Sin embargo, con el tiempo, los efectos adversos de la sustancia se hicieron evidentes, y su entusiasmo por ella disminuyó. Su interés en la cocaína es considerado un episodio controversial en su carrera, pero también influyó en su exploración de la psique humana

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...