Esta frase significa que la educación no debería ser vista como un proceso separado de la vida real, sino como una parte integral de ella. Implica que el aprendizaje y la experiencia son procesos continuos que ocurren a lo largo de toda la vida, y no solo en instituciones educativas. Más allá de la preparación: La frase rechaza la idea de que la educación es simplemente un medio para un fin (prepararse para el trabajo, la vida adulta, etc.). La vida como aprendizaje: Argumenta que la educación es la propia experiencia de vivir, interactuar con el mundo, aprender de los errores y adaptarse a nuevas situaciones. Aprendizaje continuo: Sugiere que el aprendizaje no termina con la escuela o la universidad, sino que es un proceso que dura toda la vida y que está intrínsecamente ligado a la experiencia. Experiencia y reflexión: La frase también conecta la educación con la reflexión sobre las experiencias vividas, la búsqueda de significado y la construcción del conocimiento a partir de la interacción con el entorno. En resumen, la frase de Dewey enfatiza que la educación no es algo que se adquiere para después, sino que es la propia actividad de vivir y aprender de esa experiencia.
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