Por Carlos Campana
Quedó en la memoria de muchos mendocinos por sus características muy particulares y por ser el lugar preferido de estudiantes y empleados de comercio para “hacerse la rata”
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
Por Carlos Campana
Quedó en la memoria de muchos mendocinos por sus características muy particulares y por ser el lugar preferido de estudiantes y empleados de comercio para “hacerse la rata”
Hoy en día la mayoría de los mortales manejamos una cantidad inconmensurable de información que incluso para genios de los siglos pasados era desconocida. Pero a no confundirse, que mi cuñado sepa de la existencia del átomo, los microbios o la galaxia de Andrómeda, no significa que sea mas inteligente que Arquímedes. En el marco de esa injusticia del conocimiento, me resulta increíble pensar que Leonardo Da Vinci, Cristóbal Colón, Napoleón Bonaparte, Manuel Belgrano, George Washington, Wolfgang Amadeus Mozart y toda otra persona que haya muerto antes de 1824, desconociera la existencia de los dinosaurios. El responsable que los niños jueguen con tiranosaurios de plástico y que Steven Spielberg haya amasado una fortuna fue el geólogo Británico William Buckland, que paseando por una cantera de pizarra de Oxfordshire hizo el descubrimiento mas importante de la historia de la paleontología. Lo curioso de nuestro amigo Buckland, es que era un ferviente católico que abrazaba el creacionismo y defendía la existencia del diluvio universal, su pasión por la geología nace con la idea de confirmar científicamente los postulados de la iglesia. Su dualidad académico eclesiástica lo fue enfrentando al replanteo de sus creencias, así fue que elegantemente reinterpretó la palabra "Creación" como un proceso y no un hecho, por ello mientras el Corpus Christi College lo invitó a retirarse, la Royal Society lo invitaba a incorporarse. Obsesionado en descubrir como era la vida animal antidiluviana, cambió la geología por la paleontología, así fue que el 26 de octubre de 1824, descubre un gran diente y un trozo de maxilar. William no encontró animal alguno del que pudiera proceder ese fósil aunque estaba convencido que se trataba de un reptil, lo bautizó "Megalosaurus" (gran lagarto), cuando elaboró una proyección de su apariencia en vida el mundo quedó horrorizado. La Geological Society of London estaba tan desorientada que no sabía si echarlo o premiarlo, mientras lo debatían, el geólogo Gideon Mantell presenta un descubrimiento similar, el "Iguanodón", tema resuelto, Buckland presidente de la GSL. Estos descubrimientos dieron origen a una nueva rama de la paleontología, el biólogo Richard Owen acuñó la palabra dinosaurio (deinos: terrible, saurus: reptil), para infundir respeto y temor, nunca imaginó que 150 años después los niños amarían y jugarían con uno violeta llamado Barney. (Pequeñas Piezas de la historia por Gabriel Horacio Blasco Dantuono
El negocio era propiedad de los Hermanos Oliver Vicente Jurado y Jorge Eduardo Jurado provenientes de Buenos Aires, En horas de la Noche EL FARO era el lugar preferido de las familias del populoso barrio donde iban a saborear los exquisitos helados en cómodas sillas, al aire libre
Aparecen en la imagen de pié de izquierda a derecha: E. Guiñez, (preparador físico). Jugadores: Garín, Frigolé, Elso, Méndez, Unanua, Arias, Pereyra, (masajista) Agachados, de izquierda a derecha: García, Pereyra, Cipolla, Godoy y Carabajal.
La carrera espacial comenzó con una URSS desatada corriendo riesgos innecesarios y a los EEUU con pie de plomo. Sin embargo, la tragedia los golpeó de manera inversamente proporcional. Por el lado soviético, desde que cocinaron en órbita a la pobre perra Laika, decidieron hacer mas pruebas en tierra antes de mandar a un ñato al espacio. En esos menesteres se encontraba Valentín Bondarenko cuando la pifió. En el décimo día de una prueba de resistencia en una cámara de presión se mandó un macanón ajeno a la carrera espacial. Se sacó un biosensor, se limpió con alcohol, se le cayó el algodón sobre una placa eléctrica y adiós Bondarenko. Seis años después con todos los datos obtenidos por las misiones Gemini y Mercury, los EEUU iban por la Luna. La misión Apolo I arrancó verde, todavía no se había decidido el método de alunizaje por lo que su módulo de mando no estaba diseñado para acoplarse con el lunar. Si bien la misión era orbitar primero había que simular las condiciones de vuelo en tierra y ver si todo funcionaba, y no funcionó. Los astronautas Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee no confiaban mucho en la cápsula de mando, no por su diseño sino por sus materiales. Cuando se realizó la sesión de fotos oficial de la NASA luego de la foto de rigor sonrientes con una réplica de la cápsula, hicieron una segunda toma en posición de rezo, bromeaban con sus propios temores. La prueba inicial era con la nave fija en plataforma pero totalmente desconectada de los servicios de tierra. Así se simularía el lanzamiento y ver si la nave podía operar por sus propios instrumentos, su propia alimentación y su propio oxígeno. Una vez que los tres conejillos de india se sentaron en la cápsula, se cerró la escotilla, se inyectó oxígeno puro a una presión mayor a la de la atmósfera y a rezar. Ni bien comenzaron los ensayos, la mayoría de ellos rutinarios y muy aburridos, sonaron decenas de alarmas. La tarde transcurría entre fugas, fallas y roturas, aunque la mas preocupante eran las fallas de las comunicaciones. Por el intercomunicador se escuchó “-Como vamos a ir a la Luna si no podemos comunicarnos con un edificio que está a 200 metros”. Fue lo último que dijo Grisson, acto seguido se escucharon "¡Hey!", "¡Hay fuego en la cabina!" y "¡Me quemo, me quemo!". Por los monitores se veía a White envuelto en llamas aún fijo a su butaca tratando de alcanzar la manija de la escotilla. De haberla alcanzado tampoco la hubiera podido abrir por la presión. El silencio de radio fue interrumpido por la fractura de la cabina que expandió las llamas a toda la plataforma. Tardaron horas en poder abrir la cápsula, hubieran preferido no hacerlo. Los trajes de los tres astronautas se habían derretido encapsulando sus cuerpos. White estaba aún en su asiento, Chaffe estaba de lado bajo la escotilla y Grissom tumbado en el piso, habían luchado si saber que no tenían chance. (Fuente:Pequeñas Piezas de la Historia)
Por Carlos Campana.
Después de estar activo durante casi un siglo, este medio de transporte se convirtió en un emblema que todavía es recordado por muchos memoriosos que llegaron a utilizarlo
Integrantes: Pedone; G:H: Pereyra; Yácomo; Haack; Berríos; Rodriguez; Giménez; Suárez; Paiva; Ballejos; J:O:Pereyra. Tecnico: Francisco Manuel Ontiveros
En enero de 1966, cuatro bombas atómicas fueron arrojadas sobre España. En realidad no fueron arrojadas, se cayeron sin querer. A espalda de los países europeos, los EEUU movilizaban vía aérea un arsenal atómico con destino a sus bases en Turquía. El arsenal se renovaba constantemente y para mantenerlo en secreto los aviones que transportaban las bombas atómicas no hacían escalas, eran reabastecidos en vuelo. Un bombardero B52 Stratofortress con bombas antiguas regresaba a los EEUU acompañado por un KC135 de reaprovisionamiento. A 10 mil metros de altura, al iniciar una rutinaria transferencia de combustible, ambas aeronaves colisionaron entre sí. La explosión en el aire mató a casi todos los tripulantes, solo un par safaron por sus asientos eyectores. El accidente dejó caer sobre territorio español 4 bombas termonucleares Mark 28. Cada bomba de 105 megatones pesaba 800 kilogramos y podía hacer más daño que el que estaba haciendo Francisco Franco en el Palacio de la Moncloa. A dos de ellas se les activó el paracaídas de emergencia y cayeron intactas en la costa del Río Almanzora y en el mar. Las otras 2 hicieron impacto, una en las afueras de Almería y la otra en unas sierras bajas. Pese a tener los detonadores desactivados explotaron las cargas explosivas de inicio del proceso, suficiente para destrozar los núcleos y liberar el material radioactivo. Mientras los vecinos barrían la vereda o iban al mercado estaban siendo contaminados con elementos transuránicos. Esa noche, con la tradicional paella comieron Plutonio 239 y Arménico 241. Franco envió a la Guardia nacional sin protección alguna, sabía mucho de persecuciones, torturas y asesinatos, pero poco de contaminación atómica. Luego de recuperar la caída en el mar se dio por terminado el incidente, las autoridades nacionales y el embajador estadounidense en España se dieron un mediático baño en las aguas prístinas para dar la impresión que acá no paso nada. Que es eso de andar crispándose por una pavada, en 24 mil años la contaminación habrá desaparecido. Fuente: (Pequeñas Piezas de la Historia de Gabriel Horacio Blasco Dantuono)
El 18 de febrero de 1944 cuando, en la helada y casi vertical canaleta que conduce al portezuelo último del Aconcagua, caían vencidos por las desatadas furias del coloso, Hans Georg Link y su fiel compañera Adrienne Bance. Los dos, unidos por quién sabe qué designios misteriosos del destino, en que mucho tuvo que ver el Gran Monte habían vencido una vez más la tremenda altura del Aconcagua y trataban de regresar a los refugios de altura en desesperada marcha, vacilante, en medio de las terribles ráfagas del viento blanco. El muchas veces vencerdor de los 7.040 metros del Aconcagua, enamorado organizador de las primeras grandes expediciones, caía para siempre, donde él hubiera elegido caer. Porque muchas veces lo había manifeatado: "Quiero descansar en el Aconcagua". Trágica la nutrida expedición de 1944. Cayeron otros de sus compañeros, Schiller, Kneidl, y las laderas interminables fueron escenario de uno de los mayores desastres en el historial del Cerro. Imprudencia?, malos cálculos? tormentas fuera de lo común? Muchas fueron. las hipótesis. Lo cierto es que los esposos Link, pioneros de las ascensiones al Aconcagua, quedaron allí, donde estaba la meta de sus sueños de enamorados de la altura. Descansan en el íntimo y significativo cementerio de Puente del Inca, junto a otros que pagaron igual tributo, recibiendo el significativo homenaje del silencio. A la vez, esas lápidas son llamado de atención, El Aconcagua nunca respetó nombres ni nacionalidades...