lunes, 15 de diciembre de 2025

1980: La XXI promoción del I.C.E.I. celebró su paso a la vida adulta


En 1980, el Instituto Cuyano de Educación Integral (I.C.E.I.) celebró la graduación de su vigésimo primera promoción de bachilleres, en un acto cargado de emoción y orgullo académico. Los estudiantes, acompañados por su preceptor Carlos Stipech, cerraron una etapa formativa que los preparó para nuevos desafíos personales y profesionales. La promoción estuvo integrada por 35 jóvenes, entre ellos: Andrea Silvia Bainotti, Astrid Cáneva, Anna Laura Cerutti, María Cecilia Civit, Claudia Federica María Luisa Espinosa, Mariem Hadid, María Alejandra Martínez, Diana Elizabeth Paredes, Mónica Graciela Parisii, Valeria Ponce, Adriana Sales, Ana-María Valeée, Silvia Cira Ginia Vera, María Francisca Vigneaux Browne, María Haydée Villanueva, Juan Francisco Aliaga, José Fabián Barbuzza, Jorge Nadrés Baudón, Adolfo Benegas, Carlos Emilio Cantú, Adolfo Omar Costarelli, Jorge Néstor Criach, Luis Marcelo De Luca, Federico César Dussel, Jorge Horacio Fahnoe, Esteban García, Nelo Muino Morichi, José Daniel Muñoz, Horacio Rodríguez, Arturo Alejandro Ruiz, Marcelo Antonio Sampieri, Mario Fabián Tosi, Pedro Alberto Luis Toso y Rolando Marcelo Yanelli. El I.C.E.I., fundado con una visión integral de la educación, se destacó en Mendoza por su enfoque humanista y su compromiso con la formación crítica de sus estudiantes. La promoción 1980 se inscribió en una época de profundos cambios sociales y políticos en Argentina, y sus egresados fueron parte de una generación que transitó la adolescencia en plena transición democrática. En 1980, Argentina vivía los últimos años del régimen militar, y los jóvenes egresados enfrentaban un contexto de incertidumbre y esperanza. El I.C.E.I. fue uno de los institutos privados con mayor reconocimiento en la región cuyana por su propuesta pedagógica integral. Las promociones del instituto solían realizar actos de colación con participación activa de docentes, familias y autoridades locales. #Promoción1980 #ICEIMendoza #MemoriaEscolar #EducaciónIntegral #BachilleresCuyanos #15Diciembre #RetratoGeneracional #mendozantigua 

1883: El Kasaba, símbolo de linaje y poder entre las mujeres Yomut


En 1883, un retrato capturó a mujeres de la etnia Yomut en Krasnovodsk —actual Türkmenbaşy, Turkmenistán— luciendo el imponente Kasaba, un tocado cilíndrico de gran altura y diseño minucioso que destacaba por su riqueza simbólica y estética. Este tocado no solo cumplía una función ornamental: identificaba a mujeres casadas de alto rango social, reflejando su estatus, riqueza y pertenencia tribal. El Kasaba estaba decorado con plata, turquesas, cornalinas y bordados complejos, cada detalle cargado de significado. Representaba tanto la prosperidad individual como el orgullo por el linaje ancestral, reafirmando la conexión con las tradiciones turcomanas más antiguas. La fotografía, tomada en un estudio, se convirtió en un documento visual de gran valor etnográfico. Las mujeres Yomut, parte de una de las cinco tribus históricas de Turkmenistán, conservaron durante siglos una identidad cultural fuerte, expresada en su vestimenta, dialecto y prácticas sociales. El Kasaba anticipó el uso de la indumentaria como lenguaje visual de pertenencia, mucho antes de que la moda global adoptara códigos similares. Su presencia en retratos del siglo XIX revela cómo el atuendo femenino funcionó como símbolo de poder, respeto y continuidad cultural. La tribu Yomut habitó la costa oriental del mar Caspio y zonas de Irán y Uzbekistán. El uso de piedras como turquesa y cornalina tenía connotaciones espirituales y protectoras en Asia Central. El Kasaba fue documentado por viajeros y antropólogos desde el siglo XIX, como parte de estudios sobre las tribus turcomanas. #Kasaba1883 #YomutTurkmen #TurkmenistánHistórico #VestimentaConIdentidad #RetratoEtnográfico #15Diciembre #MemoriaVisual

1980: Mendoza y la crisis maderera que aún resuena (Imagen Ilustrativa)


El 1 de diciembre de 1980, se visibilizó con fuerza la crisis maderera que afectaba a Mendoza y al país en general. El deterioro del patrimonio forestal era evidente, producto de la tala indiscriminada, el avance de desmontes comerciales, la acción de explotadores clandestinos y la retracción de la actividad forestadora. Aunque se dictaron normativas para frenar el daño, su aplicación fue débil. Los planes de fomento forestal impulsados por organismos oficiales no lograron resultados significativos, en parte por la burocracia lenta y la desarticulación de los créditos, que llegaban fuera de tiempo o no se ajustaban a las especies implantadas. La Cámara de Empresarios Madereros y Afines, que agrupaba a más de 1.600 asociados, alertó sobre el cierre de establecimientos, especialmente en la industria del mueble, afectada por la caída del poder adquisitivo y la falta de materia prima. En Mendoza, aserraderos locales denunciaron prácticas irracionales como la tala de álamos menores de ocho años, cuando su madurez biológica se alcanza entre los 10 y 12 años. Esta situación, calificada como suicida por los propios industriales, evidenciaba una crisis estructural que no era nueva, sino arrastrada por décadas. Paradójicamente, Mendoza producía —y aún produce— la mejor madera blanda del país, especialmente álamo estacionado, que se exportaba a la metrópoli para la industria del mueble. Lo que quedaba en la provincia era insuficiente incluso para cajonería y envases frutícolas, generando una demanda muy superior a la oferta. La falta de incentivos, planificación y control impidió el crecimiento del sector, a pesar de su potencial para fortalecer la economía regional. La crisis maderera de 1980 fue un llamado de atención que aún interpela a Mendoza. El álamo es una de las especies más cultivadas en Mendoza por su rápido crecimiento y versatilidad. La silvicultura mendocina enfrenta desafíos climáticos, edáficos y de gestión que requieren políticas sostenidas. En 1980, Argentina importaba madera para suplir la caída de producción local, especialmente en zonas urbanas.  #CrisisMaderera1980 #MendozaForestal #ÁlamoMendocino #IndustriaDelMueble #SilviculturaEnRiesgo #1Diciembre #EconomíaRegional #mendozantigua 

Tuberías de madera: el ingenio que canalizó el agua durante siglos en Europa y Norte América.







Desde el siglo XVI hasta mediados del XX, las tuberías de madera fueron una solución eficiente y extendida para el transporte de agua en Europa y Norteamérica. Estas estructuras, hechas inicialmente con troncos ahuecados de olmo o roble, se ensamblaban mediante extremos cónicos y campana, que se sellaban naturalmente al hincharse la madera con el agua. Con el tiempo, especialmente en el oeste estadounidense, se desarrollaron oleoductos de gran diámetro construidos con planchas de madera sujetas por aros metálicos, reforzados con collares y sellados con brea o arcilla. Se preferían maderas resistentes como secuoya, cedro, abeto y roble, por su durabilidad frente a la humedad. Estas tuberías fueron ampliamente utilizadas en ciudades como Boston, Filadelfia y Montreal, donde el hierro fundido aún no era accesible. En regiones agrícolas e industriales del noroeste y Pacífico norteamericano, permitieron abastecer agua a largas distancias, siendo clave para el desarrollo de asentamientos y cultivos. Con la llegada de la industrialización, el hierro fundido se volvió más económico y confiable, desplazando progresivamente a la madera. Sin embargo, algunos sistemas de tuberías de madera siguieron operativos hasta mediados del siglo XX, dejando una huella en la historia de la infraestructura hidráulica. En Londres, se descubrieron tuberías de madera aún intactas bajo calles del siglo XXI. El sistema de tuberías de madera de New York City funcionó hasta la década de 1950. En zonas rurales, algunas comunidades mantuvieron estos sistemas por su bajo costo y facilidad de reparación. #TuberíasDeMadera #IngenieríaHistórica #AguaYCivilización #InfraestructuraAntigua #16Diciembre #MemoriaHidráulica #mendozantigua 

1926: Retrato de la familia Gallerani, raíces venetas en tierra de San Carlos. Mendoza


En el año 1926, la familia Gallerani posó para una fotografía que hoy es testimonio de una historia de migración, trabajo y arraigo en Mendoza. En la imagen aparecen Ángel, Antonio, Etelvina, Marla, Blanca, Italo y Herminio de pie; mientras que Cândido (padre), Ramón, Yolanda, Arturo (Pipo), Cândido (hijo) y Rita Zanella (madre) se ubicaron sentados, conformando un retrato multigeneracional cargado de afecto y memoria. El patriarca, Cândido Gallerani, había nacido el 23 de septiembre de 1866 en Badia Polesine, provincia de Rovigo, en la región Veneto de Italia. Migró a Argentina y contrajo matrimonio en 1900 con Rita Zanella, en Maipú, Mendoza. Juntos formaron una extensa familia de 15 hijos, de los cuales 13 sobrevivieron desde 1903. Los primeros ocho nacieron en Maipú y los restantes cinco en San Carlos, reflejando el desplazamiento interno dentro de la provincia. La historia de los Gallerani es parte del legado de miles de familias italianas que se establecieron en Cuyo, contribuyendo al desarrollo agrícola, comercial y cultural de la región. Su descendencia se expandió por distintas localidades mendocinas, manteniendo viva la memoria de sus orígenes venetos y el espíritu de trabajo que los caracterizó. La inmigración italiana a Mendoza se intensificó entre 1880 y 1920, especialmente desde regiones como Veneto, Lombardía y Piamonte. Maipú y San Carlos fueron polos de asentamiento agrícola, donde muchas familias italianas se dedicaron a la vitivinicultura y la chacra. El apellido Gallerani tiene origen lombardo-veneto, y aparece en registros migratorios desde fines del siglo XIX. #FamiliaGallerani #RaícesVenetas #Mendoza1926 #MemoriaFamiliar #InmigraciónItaliana #15Diciembre #RetratoDeÉpoca #mendozantigua

Armagnac S.E.2010: el gigante francés que soñó con cruzar el Atlántico



El SNCASE S.E.2010 Armagnac, avión francés de gran porte, realizó su primer vuelo el 2 de abril de 1949. Fue concebido como una aeronave presurizada, espaciosa y flexible, con capacidad para transportar pasajeros en cabinas de descanso de tres niveles, además de ofrecer amplio espacio para carga y equipaje. Con 39,6 metros de longitud, 48,95 de envergadura y un peso máximo de despegue de 77.500 kg, prometía comodidad incluso para los viajeros más altos. Su diseño apuntaba a cubrir la ruta transatlántica, pero su alcance limitado lo dejó fuera de competencia. Tras evaluar el prototipo, Air France rechazó su incorporación en 1952, alegando bajo rendimiento. La aerolínea Transports Aériens Intercontinentaux lo utilizó brevemente, pero lo descartó por su ineficiencia en rutas cortas. El Armagnac encontró utilidad como transporte de carga y tropas, especialmente entre Toulouse y Saigón, donde fue valorado por su capacidad. A pesar de estar equipado con cuatro motores Pratt & Whitney Wasp Majors, los más potentes de pistón fabricados en serie, su desempeño seguía siendo insuficiente. Aunque solo se construyeron nueve unidades, su diseño adelantado presagió la evolución de los aviones comerciales de gran tamaño. El Armagnac quedó en la historia como un hermoso intento fallido, símbolo de una época de ambición tecnológica y estética aeronáutica. SNCASE (Société Nationale de Constructions Aéronautiques du Sud-Est) fue una empresa estatal francesa que luego se integró en Sud Aviation, precursora de Aérospatiale y Airbus. El Armagnac fue exhibido en Le Bourget y otras ferias aéreas como ejemplo de innovación postbélica. Su diseño interior inspiró configuraciones posteriores en aviones como el Boeing 747 y el Lockheed L-1011 TriStar. #Armagnac1949 #GiganteFrancés #HistoriaAeronáutica #AviónOlvidado #AirFrance #15Diciembre #DiseñoVisionario #mendozantigua 

Acequias, canales y urbanización: el sistema hídrico que moldeó Mendoza en el siglo XX. (Imagen Ilustrativa)


Durante el siglo XX, el Área Metropolitana de Mendoza transformó su sistema hídrico en paralelo al cambio de modelo económico: la vitivinicultura reemplazó al cultivo de trigo, y los antiguos molinos se adaptaron con turbinas hidráulicas alimentadas por canales. El casco urbano de Mendoza, con sus 192 manzanas rectangulares, mantuvo el uso de acequias para regar árboles y chacras. En los años 40, la ciudad alcanzó su mayor densidad poblacional, y comenzó a expandirse hacia el sur y el oeste, buscando mayor disponibilidad de agua. El crecimiento urbano absorbió funciones residenciales de los departamentos vecinos, consolidando el llamado Gran Mendoza, cuarta aglomeración del país. La expansión hacia la “cuarta meseta” (zona oeste) trajo consigo villas de emergencia sin acceso al sistema hídrico tradicional. Mientras tanto, barrios de alto poder adquisitivo perforaban pozos propios, y los sectores vulnerables dependían de bombas estatales para acceder al agua. La construcción de las autopistas de Acceso Sur y Este fragmentó el sistema de acequias secundarias, muchas de las cuales desaparecieron por el alto costo de los cruces subterráneos. Esto afectó la capilaridad hídrica, desarticulando un sistema con más de 500 años de historia. Hacia fines del siglo XX, Mendoza conservó su red principal de canales, aunque muchas acequias agrícolas fueron cegadas o rediseñadas. Persisten canales como el Jarillal, el Civit, el del Oeste, y el Zanjón Cacique Guaymallén, que cumplen funciones de riego urbano y colectores aluvionales. El canal Tajamar, entubado desde 1912, sigue abasteciendo plazas y arboledas del casco histórico. La antigua calle de la Cañada, hoy Ituzaingó, aún deriva aguas como colector. Acequias como la Guevara y la Allayme han desaparecido casi por completo, aunque sobreviven tramos menores. El sistema se complementa con perforaciones estratégicas que inyectan agua subterránea a las acequias urbanas. En días de lluvia intensa, antiguos zanjones aluvionales reaparecen como ríos pluviales, recordando a los mendocinos que su ciudad fue moldeada por el agua y sus cauces invisibles. #AcequiasMendoza #SistemaHídrico #UrbanizaciónCuyana #CanalesHistóricos #MemoriaDelAgua #15Diciembre #MendozaSigloXX #mendozantigua 

Bautista Stornell: el hombre que encendió las pantallas de Cuyo (1947)




En 1947, falleció Bautista Stornell, figura clave en el desarrollo de la infraestructura cinematográfica en la región de Cuyo. Junto a su familia, fue pionero en la creación y administración de salas de cine y teatro que marcaron una época en Mendoza y San Juan, no como productor de películas, sino como exhibidor visionario. Bautista inauguró el emblemático Cine Teatro Stornell en Mendoza en mayo de 1927, y otra sala en San Juan en 1942, que resistió el devastador terremoto de 1944, convirtiéndose en símbolo de resiliencia cultural. Durante décadas, dominaron el negocio de las salas cinematográficas en Cuyo, introduciendo comodidades modernas como el aire acondicionado, algo inusual en la época. Su rol fue esencial: ofrecieron los espacios donde el público pudo disfrutar de películas nacionales e internacionales, contribuyendo activamente a la formación de audiencias y al crecimiento de la cultura audiovisual en el interior argentino. El legado de Bautista Stornell fue recordado con respeto y gratitud por quienes reconocieron su aporte silencioso pero decisivo al cine regional. En los años 30 y 40, Mendoza y San Juan vivieron un auge de salas cinematográficas. #Estornell #CineCuyano #Mendoza1927 #SanJuan1942 #MemoriaCinematográfica #15Diciembre #PionerosDelCine #mendozantigua 


1921: “La Cenicienta” brilló en el Teatro Municipal de Mendoza


En el año 1921, la prestigiosa compañía teatral Salvat-Olona, que venía cosechando elogios en el Teatro Municipal de la Ciudad de Mendoza, anunció la puesta en escena de una versión espectacular de “La Cenicienta”, adaptación escénica del célebre cuento, dramatizado por el autor español Jacinto Benavente, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1922. La obra, presentada como un “cuento teatralizado de gran aparato”, combinó elementos de fantasía, escenografía fastuosa y vestuario de época, en una propuesta que deslumbró al público mendocino. El montaje incluyó decorados elaborados, efectos visuales y una cuidada dirección artística, en sintonía con las tendencias teatrales europeas de la época. La compañía Salvat-Olona, reconocida por su repertorio clásico y su compromiso con la calidad interpretativa, consolidó su prestigio en la región con esta producción, que atrajo a familias, críticos y amantes del teatro. El grabado que acompañó la promoción mostraba una escena clave del espectáculo, con personajes en vestuario de gala y ambientación palaciega, reflejando el tono mágico y refinado de la obra. Jacinto Benavente, dramaturgo español, fue una figura central del teatro moderno en lengua castellana. Su versión de “La Cenicienta” incorporó matices psicológicos y sociales al relato clásico. El Teatro Municipal de Mendoza, inaugurado en el siglo XIX, fue uno de los principales escenarios culturales del interior argentino, albergando compañías nacionales e internacionales. La compañía Salvat-Olona tuvo presencia en varias provincias argentinas, destacándose por su adaptaciones de obras europeas y su formación actoral rigurosa. #Teatro1921 #LaCenicienta #JacintoBenavente #MendozaCultural #SalvatOlona #MemoriaEscénica #16Diciembre #mendozantigua 

El 15 de diciembre de 1939, en el Loew’s Grand Theater de Atlanta, se estrenó la monumental película “Gone With the Wind” (Lo que el viento se llevó)


Basada en la novela de Margaret Mitchell, fue producida por Selznick International Pictures junto a MGM, y dirigida principalmente por Victor Fleming, con participación inicial de George Cukor y Sam Wood. El guion, elaborado por Sidney Howard y revisado por otros escritores, dio vida a una historia épica ambientada en la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865). El elenco reunió a figuras legendarias: Vivien Leigh como Scarlett O’Hara, Clark Gable como Rhett Butler, Olivia de Havilland como Melanie y Leslie Howard como Ashley. La música de Max Steiner reforzó el dramatismo de la obra. La producción fue colosal: la famosa escena del incendio de Atlanta requirió las 7 cámaras Technicolor disponibles en Hollywood y la presencia de 250 bomberos, convirtiéndose en una de las más costosas de la época. La película obtuvo 8 premios Oscar, incluyendo Mejor Película, Director y Actriz, además de otros 10 galardones internacionales, consolidándose como un clásico eterno. El estreno reflejó las tensiones raciales de la época: a la actriz afroamericana Hattie McDaniel, que interpretó a Mammy, se le pidió no asistir por la segregación en Atlanta. Aunque Clark Gable amenazó con boicotear el evento, McDaniel lo convenció de participar para no perjudicar la película. Aun así, ella se convirtió en la primera afroamericana en ganar un Oscar, un hito histórico en la industria. La película fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de EE.UU. para el National Film Registry, por su relevancia cultural. Es considerada una de las películas más taquilleras de la historia, ajustada a la inflación. Décadas después, fue objeto de debates y cancelaciones por su representación romántica de la esclavitud. #LoQueElVientoSeLlevó #GoneWithTheWind #VivienLeigh #ClarkGable #Oscar1939 #HistoriaDelCine #15Diciembre #mendozantigua 

El 15 de diciembre de 1974, en Los Ángeles (EE.UU.), se estrenó la película “Young Frankenstein” (El joven Frankenstein), dirigida por Mel Brooks y escrita junto a Gene Wilder, inspirada en la célebre novela de Mary Shelley.


La producción estuvo a cargo de 20th Century Fox y otras compañías, y contó con un elenco inolvidable: Gene Wilder, Peter Boyle, Marty Feldman, Cloris Leachman, Teri Garr, Madeline Kahn, Gene Hackman, Richard Haydn y Kenneth Mars. La música fue compuesta por John Morris. La trama narraba cómo el joven neurocirujano Frederick Frankenstein intentaba escapar del legado de su abuelo, pero al heredar el castillo y descubrir un manual científico, terminaba creando su propio monstruo. La película, rodada en blanco y negro como homenaje a los clásicos de terror, se convirtió en una obra maestra de la comedia paródica, ganando 11 premios internacionales y consolidando a Brooks como un genio del humor absurdo. Durante la preproducción, Brooks recuperó la escenografía original de las películas de Boris Karloff, conservada por el técnico Ken Strickfaden, quien finalmente fue acreditado en los títulos tras años de olvido. La relación entre Brooks y Wilder fue intensa: incluso tras una fuerte discusión, Brooks se disculpó con su característico humor telefónico. Columbia Pictures había rechazado el proyecto por su estética en blanco y negro, pero 20th Century Fox le otorgó libertad creativa total, lo que permitió que la película se convirtiera en un clásico. En 2007, Brooks adaptó la película en un musical de Broadway, que recibió nominaciones a los premios Tony. “Young Frankenstein” fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de EE.UU. para ser preservada en el National Film Registry por su relevancia cultural e histórica. Es considerada una de las mejores comedias de todos los tiempos, con diálogos y escenas que se volvieron icónicas en la cultura popular.  #YoungFrankenstein #MelBrooks #GeneWilder #ComediaClásica #Cine1974 #MaryShelley #HumorInmortal #mendozantigua 

El 15 de diciembre de 2006, se apagó la vida de Gianclaudio Giuseppe “Clay” Regazzoni, uno de los pilotos más carismáticos y queridos de la Fórmula 1.


Nacido en Mendrisio, Suiza, en 1939, Regazzoni dejó una huella imborrable en el automovilismo internacional por su estilo aguerrido, su pasión por Ferrari y su espíritu indomable. Compitió en la máxima categoría entre 1970 y 1980, logrando 5 victorias, 28 podios, 5 poles y 15 vueltas rápidas. Fue subcampeón mundial en 1974, detrás de Emerson Fittipaldi, y tercero en 1970. Su vínculo con Ferrari lo convirtió en ídolo de los tifosi, y su carácter lo hizo respetado por rivales y fanáticos. En 1980, sufrió un grave accidente en el Gran Premio de Long Beach, que lo dejó parapléjico. Lejos de retirarse del mundo del motor, se convirtió en símbolo de superación, participando en carreras de autos adaptados y promoviendo la accesibilidad en el deporte. Su muerte ocurrió en Fontevivo, Italia, tras un accidente de tránsito. Su vehículo fue embestido y proyectado bajo un camión, cerrando la historia de un hombre que vivió con intensidad cada curva de la vida. Regazzoni fue uno de los últimos pilotos que corrieron “por placer”, como lo definieron sus colegas. Tras su accidente, fundó una asociación para pilotos discapacitados y participó en el Dakar en vehículos adaptados. Su legado sigue vivo en Ferrari, donde es recordado como uno de los grandes de los años 70. #ClayRegazzoni #F1Leyenda #Ferrari1970s #PasiónSobreRuedas #15Diciembre #MemoriaDePista #mendozantigua 

Promoción 1978 – Colegio Nacional de la Ciudad de San Martín, una generación que dejó huella


En el año 1978, egresó una destacada camada de estudiantes del Colegio Nacional de la Ciudad de San Martín, en la provincia de Mendoza. Esta promoción reunió entre ellos a: Andrés Asarchuk, Ricardo Escudero. Edgardo Francese, Hector Mounter, José Rinando, Monica Ana, Zulema Bueno, Monica Campana, Patricia Caramazza, Ana Casoni, RoXana Cuasnicu, Silvia De Gaetano. Estela del Pozzi. Ana Diaz, Maria Espetze, Monica Falco, Nancy Fernandez, Norma Frites, Haydee Gabutti, Myriam Garin, Maria Gavosto, Ana Gropa, Wilma Laborde, Fanny Lucero, Maria Michelli, Laura Mirallas. Monica Monassa. Nelida Neyra, Monica Rios, Laliana Rodato Valeria Rómoli, Sonia Sanchez, Nelly Sondermann, Mabel Torres, Silvia Zárate, Sergio Bront, Pablo Camiolo, Roberto Conill, Carlos Chaban, Francisco De Stefano, Edgardo Di Marco, Alvaro Fernandez. Andrés Fontane. Daniel Prúgoli, Ulises Gómez, Osvaldo Lizana, Carlos Mauro, Julio Vanea, Nora Aguirre. Maria Badul, Ivonne Cabriana. Graciela Casado, Grace Cocconi, Maria Camera, Alejandra Icart, Maria Licarze. Susana Manzanares, Maria Martinez, Andres Olguin, Nélida Pontoni, Patricia Pontoni Maria Ramirez, Gioconda Valente, Mirta Valestra, Olga Vásquez, Ana Zambrana, Juan Argerich, Raúl Bertirosi, Alejandro Bertolini, Mariano Borruel, Gonzalo Carracedo Orueta, Antonio Córica, Elías Chaban, Walter Ferreira, Ricardo Jaliff, Walter Marzonetto, Roy Mayne, Gustavo Miranda, Jorge Pardo, Osvaldo Romagnoli, Edgardo Salvini. Carlos Terranova. María Bertarini, Patricia Córica, Fanny Chapini, Susana González, Elda Herrero. Susana Leytes, Carmen Locamuz, Mabel Maiz, Maria Melica, Alicia Montero, Maria Orbelli. Cecilia Pena, Ana Pizarro y Laura Villar. La fotografía grupal, tomada frente al edificio escolar entre árboles y miradas cómplices, refleja el espíritu de una época marcada por la amistad, el compromiso y el deseo de futuro. En un contexto social complejo, esta generación transitó sus años formativos con entusiasmo y resiliencia, dejando una impronta que aún perdura en la memoria colectiva de San Martín. Muchos de sus integrantes continuaron sus estudios en universidades nacionales, mientras otros se volcaron al trabajo, la docencia, la salud, el comercio o el arte. Algunos se reencontraron décadas después en emotivos aniversarios, celebrando no solo el paso del tiempo, sino el valor de haber compartido una etapa irrepetible. #Promoción1978 #ColegioSanMartín #MemoriaEscolar #EgresadosMendoza #AmistadesQuePerduran #14Diciembre #RecuerdosQueVuelven #mendozantigua. Gentileza de Raúl Bertirosi

Los Cainguás, de raíz guaraní, fueron una nación poderosa asentada en el Alto Paraná y dispersa entre Paraguay, Brasil y Argentina. (Imagen Ilustrativa)


En Misiones, sus núcleos principales se establecieron en los montes de San Ignacio, manteniendo un modo de vida aislado, con fuerte apego a sus tradiciones y bajo la autoridad de caciques. Los Cainguás (también llamados Caingwt, Cainguú o Caigaá) constituyeron un pueblo de origen genuinamente guaraní, con gran presencia en el territorio paraguayo y una amplia dispersión en la región del Alto Paraná, rodeando los yerbales y extendiéndose hacia zonas boscosas del interior. En tiempos históricos, fueron considerados una nación poderosa, aunque hoy sobreviven como un universo marginal, replegado en comunidades que se resisten a integrarse plenamente a los Estados modernos. Sus poblados se distribuyen en Paraguay y en los estados brasileños de Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, además de la provincia argentina de Misiones, donde se asentaron tras cruzar el río Paraná desde las reducciones cercanas a Jesús y Trinidad. En Argentina, sus mayores núcleos se localizaron en los montes de San Ignacio, aunque su hábitat se extendió por gran parte de Misiones y el sector oriental paraguayo. Se caracterizaron por vivir aislados en los bosques, practicando cultivos como el arroz y organizándose en grupos familiares o tribus regionales, bajo la conducción de un cacique. Estudios etnográficos de fines del siglo XIX, como los de Juan Bautista Ambrosetti, destacaron su singularidad dentro de la familia guaraní y su resistencia cultural frente a la colonización. Los Cainguás son considerados parte de los Mbya guaraníes, que aún mantienen rituales como el Ayvu Porã, lenguaje sagrado transmitido por sus líderes espirituales. Su aislamiento cultural fue documentado en censos indígenas del siglo XX, donde se los describió como una “nación oculta” que preservaba sus creencias y prácticas tradicionales. Hoy, comunidades mbya-guaraní continúan habitando Misiones, con fuerte vínculo espiritual con la selva y resistencia frente a la deforestación y el avance agrícola. #Cainguás #Guaraníes #Misiones #AltoParaná #PueblosOriginarios #MemoriaIndígena #15Diciembre

1600 - En el sur argentino, los pueblos fueguinos —Onas/Selk’nam, Yaganes/Yámanas y Alacalufes/Kawésqar— habitaron Tierra del Fuego desde tiempos ancestrales hasta bien entrado el siglo XX.


Su cosmovisión incluía a Teméukel, deidad suprema de los onas, y su vida cotidiana fue descrita por exploradores europeos como ruda y marcada por la supervivencia en un entorno extremo. Hacia el año 1600, los llamados fueguinos ocupaban los territorios de la actual Tierra del Fuego. Diversos estudios los engloban bajo el término “Peschera”, que reunía a tres etnias principales: Onas o Selk’nam, cazadores pedestres de las llanuras, cuya espiritualidad reconocía a Teméukel, creador de hombres, animales y plantas. Yaganes o Yámanas, nómadas canoeros expertos en la navegación de los canales australes, recolectores de mariscos y pescadores. Alacalufes o Kawésqar, habitantes de la zona occidental, también vinculados al mar como fuente de alimento y transporte. El expedicionario francés Dumont d’Urville describió a los fueguinos como personas que pasaban gran parte del tiempo recostadas sobre pieles, rodeadas de perros y caballos, y que incluso para recoger mariscos a pocos metros preferían hacerlo montados. Un marino escocés, Low, relató que los patagones llamaban “zapallos” a los fueguinos, aunque se trataba de un error auditivo. En realidad, los patagones los denominaban “sapallios”, en tono despectivo, aludiendo a su baja estatura y a la práctica de vender hijos recién nacidos como esclavos. Los pueblos fueguinos fueron estudiados desde el siglo XIX por misioneros y científicos europeos, quienes destacaron su adaptación extrema al frío austral. La colonización, el alcohol y las enfermedades aceleraron su desaparición, especialmente en el caso de los selk’nam, víctimas de una verdadera cacería humana durante la expansión ganadera de fines del siglo XIX. Hoy se reconocen descendientes yaganes en Ushuaia y Puerto Williams, que mantienen viva parte de su memoria cultural. #Fueguinos #Selknam #Yaganes #Kawesqar #TierraDelFuego #MemoriaIndígena #HistoriaAustral #mendozantigua 

1600 - En el sur argentino, los pueblos Yagán y Ona habitaron Tierra del Fuego desde tiempos ancestrales. (Imagen Ilustrativa)


Los yaganes fueron nómadas canoeros y pescadores, mientras que los onas vivieron en las llanuras como cazadores de guanacos. Ambos pueblos sufrieron exterminio por enfermedades, alcohol y colonización. El último ona reconocido, Segundo Arteaga, falleció en 1997. Hacia el año 1600, en la actual provincia de Tierra del Fuego, se distinguían dos grandes grupos originarios: los Yaganes (o Yámanas), que habitaban al sur del Lago Fagnano y se desplazaban en canoas por los canales australes, y los Onas (o Selk’nam), establecidos en las llanuras del norte de la isla. Yaganes: fueron expertos navegantes y recolectores marinos. Su dieta incluía peces, mariscos y mamíferos marinos. Desde hace más de 6.000 años, sus antepasados exploraban los canales del Beagle hasta el Cabo de Hornos. Onas/Selk’nam: vivían como cazadores pedestres, alimentándose principalmente de guanacos, cuyos cueros curtían con los dientes para confeccionar vestimenta. También recolectaban mariscos y, en ocasiones, aprovechaban ballenas varadas para celebraciones como el Hain, ceremonia de iniciación de los jóvenes. Ambos pueblos no fueron guerreros, aunque existieron enfrentamientos menores entre clanes. El proceso de transculturización, sumado al impacto del alcohol y las enfermedades introducidas por los colonizadores, provocó su rápida desaparición. En el siglo XX, las comunidades fueron consideradas “extintas”, aunque hoy se reconoce la existencia de descendientes yaganes en Ushuaia y Puerto Williams, que mantienen viva su memoria cultural. El último ona de linaje puro, Segundo Arteaga, murió en 1997, y años antes había fallecido Virginia Choquintel, símbolo de la resistencia cultural selk’nam. Los yaganes fueron estudiados por misioneros y científicos europeos desde el siglo XIX, destacando su adaptación extrema al frío austral. El pueblo selk’nam fue objeto de una verdadera cacería humana durante la colonización ganadera de fines del siglo XIX, especialmente en la Isla Grande de Tierra del Fuego.  #Yaganes #Onas #Selknam #TierraDelFuego #PueblosOriginarios #MemoriaIndígena #15Diciembre #mendozantigua 

En el Buenos Aires del siglo XIX, el abastecimiento de leche fue un oficio duro y caro: primero con tambos móviles atendidos por mujeres campesinas, luego con lecheros y hasta niños que recorrían largas distancias para vender el producto. (Imagen Ilustrativa)


En 1823, Norberto Quirno intentó organizar la primera lechería fija, y hacia mediados de siglo la actividad se consolidó, aunque marcada por precariedad, violencia y altos precios. Durante la colonia y el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires dependió de los lecheros que traían diariamente la leche desde chacras situadas entre 2 y 6 leguas de distancia. Sin ferrocarriles ni comercios especializados, el producto era escaso y sorprendentemente caro, pese a que las vacas y caballos se obtenían a bajo costo. En verano funcionaban los tambos móviles, instalados en la zona del “bajo”. Allí, mujeres del campo ordeñaban sus vacas frente a los clientes, tras recorrer largas distancias bajo lluvia o barro. Su aspecto rústico las convirtió en personajes pintorescos de la venta ambulante. En 1823, Norberto Quirno inauguró el primer depósito urbano de leche en la calle Victoria, abastecido desde su chacra en San José de Flores. Aunque fue clausurado por acusaciones de monopolio, un decreto municipal lo rehabilitó, reconociendo su aporte a mejorar la calidad del abasto. Con el tiempo, los tambos fueron reemplazados por lecheros con tarros de metal y carretas tiradas por bueyes. Muchos eran hombres y mujeres locales, rudos y poco higiénicos, distintos de los vascos que más tarde se convirtieron en símbolo del oficio. Incluso hubo “lecheritos”, niños de 8 a 10 años que trabajaban para sostener a sus familias en épocas de guerras y levantamientos. Ya bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, los lecheros formaban cofradías temibles, reunidas en pulperías de Flores, Morón o Barracas. Tras repartir la leche, se agrupaban en decenas, cantaban y a veces cometían asaltos, lo que les dio fama de violentos. Respecto a la manteca, en la colonia se consumía en forma de mantequilla guardada en vejigas de vaca, casi siempre rancia. La primera manteca bien elaborada en panes de una libra apareció en 1825, producida por la colonia escocesa de los hermanos Robertson en Santa Catalina. La leche se convirtió en un producto de lujo en Buenos Aires, comparable en precio a las metrópolis europeas. Entre 1880 y 1910 comenzó la industrialización del sector lácteo, con tambos mecanizados y fábricas de manteca. El oficio de lechero fue uno de los más característicos de la vida urbana porteña hasta fines del siglo XIX. #BuenosAiresSigloXIX #Lecheros #TambosMóviles #NorbertoQuirno #HistoriaDelAbasto #14Diciembre #MemoriaPorteña #mendozantigua 

16 de Diciembre de 1878: Sarmiento y la creación del Arsenal Naval de Zárate


El 16 de diciembre de 1878 se estableció oficialmente el Arsenal de Artillería de la Marina de Guerra Argentina, en la ciudad de Zárate, provincia de Buenos Aires. Esta dependencia naval nació gracias al impulso personal de Domingo Faustino Sarmiento, quien, tras dejar la presidencia, continuó vinculado a la obra pública y militar. Con el apoyo de las autoridades municipales y una inversión de 300.000 pesos fuertes aprobada por el Congreso Nacional, se levantaron los primeros pabellones. Sarmiento, con el grado de coronel, asumió el cargo de inspector de obras y se trasladó a vivir a Zárate para supervisar personalmente la construcción. La elección del lugar respondió a su condición de puerto natural de aguas profundas, estratégico para la defensa del Río de la Plata y las desembocaduras de los ríos Paraná y Uruguay. En 1876, el coronel de marina Clodomiro Urtubey tomó la dirección del proyecto, asegurando su continuidad. A partir de 1895, el arsenal incorporó personal civil, y hacia 1929 comenzó a funcionar allí la Escuela de Aprendices, que formó operarios especializados en distintas ramas técnicas, fortaleciendo la capacidad industrial y naval del país. Hoy, el antiguo arsenal constituye parte de la Base Naval Fluvial de la Armada Argentina, símbolo de la visión estratégica de Sarmiento, quien consideraba esencial el fortalecimiento de la Armada y el Ejército para consolidar el Estado moderno. El pueblo de Zárate había sido fundado en 1817 por los hermanos Pedro y José Anta. En 1872, Sarmiento ya había impulsado la creación de la Escuadra de Sarmiento y la Escuela Naval Militar, antecedentes directos de este proyecto. La obra se inscribe en su programa de modernización del Estado, que integraba educación, infraestructura y defensa nacional. #Arsenal1878 #Sarmiento #ZárateNaval #HistoriaArgentina #ArmadaArgentina #14Diciembre #MemoriaHistórica #mendozantigua 

Lavalle y la alianza con Francia: la otra herida del 16 de diciembre de 1838


El 16 de diciembre de 1838, el general Juan Galo de Lavalle, figura clave del unitarismo argentino y férreo opositor de Juan Manuel de Rosas, enfrentó una de las decisiones más contradictorias de su carrera: aceptar la intervención francesa en su campaña contra el gobernador bonaerense. Lavalle, marcado por el fusilamiento de Manuel Dorrego en 1828, vivió con el peso de esa acción, que él mismo calificó como “el sacrificio mayor” en favor del pueblo de Buenos Aires. Años después, se vio envuelto en otra encrucijada moral: la presión de los unitarios exiliados en Montevideo y la Comisión Argentina, que buscaban derrocar a Rosas con apoyo militar francés. Tras la toma de la Isla Martín García por fuerzas aliadas franco-orientales, Lavalle expresó su rechazo a la participación extranjera en cartas dirigidas al coronel Martiniano Chilavert, donde defendía el honor nacional y criticaba la “traición al patriotismo”. Sin embargo, la insistencia de los dirigentes unitarios y la mediación de su amigo Florencio Varela, lograron torcer su voluntad. Varela, quien ya había influido en Lavalle durante el golpe contra Dorrego, lo convenció de sumarse a la causa con apoyo francés. Según el testimonio de Pedro Lacasa, lugarteniente de Lavalle, el general regresó a Montevideo en mayo de 1839, dispuesto a liderar la ofensiva. Esta decisión, aunque estratégica, dejó otra espina clavada en su conciencia, al contradecir sus principios sobre soberanía y lucha nacional. La Comisión Argentina en Uruguay fue integrada por exiliados unitarios como Agustín Vedia, Valentín Alsina y Florencio Varela, quienes negociaron directamente con el cónsul francés Aimé Roger. La toma de Martín García fue parte de la bloqueo francés al Río de la Plata, iniciado en 1838 por conflictos comerciales y diplomáticos con Rosas. Lavalle murió en 1841, perseguido por las tropas federales, sin haber logrado consolidar la alianza ni derrocar al régimen rosista. #Lavalle1838 #RosasVsUnitarios #FlorencioVarela #BloqueoFrancés #ConflictoFederal #15Diciembre #HistoriaArgentina #mendozantigua 

16 de Diciembre de 1608: la primera mensura oficial que trazó Buenos Aires


El 16 de diciembre de 1608, por orden del Cabildo de Buenos Aires y con la participación del gobernador de Asunción Hernando Arias de Saavedra, se realizó la primera mensura oficial del ejido urbano, en respuesta a los conflictos entre vecinos por la posesión de tierras sin títulos ni delimitaciones claras. La medición fue ejecutada por los medidores Francisco Bernal y Martín de Rodrigo, junto a regidores como Víctor Casco de Mendoza, Bartolomé López y Juan Nieto de Humanes, quienes fijaron los rumbos y amojonamientos que darían forma a la ciudad. Para fines de 1798, Buenos Aires conservaba apenas 28 cuadras de frente (Norte-Sur) y 14 de fondo (Este-Oeste). Las calles, originalmente nombradas con referencias religiosas, fueron renombradas tras las invasiones inglesas de 1806 y 1807 en honor a patriotas destacados. Entre los templos y edificios públicos registrados en el plano figuran la Catedral, el Cabildo, la Plaza Mayor, el Colegio de San Carlos, y las iglesias de San Francisco, La Merced, San Nicolás, Montserrat, entre otras. La ciudad estaba dividida en 20 cuarteles y contaba con 365 manzanas, donde se registraron 592 personas dedicadas al comercio, entre ellos comisionistas, mercaderes, almaceneros y mozos, según una estadística levantada por la Junta de Gobierno en 1798. El plano original, conservado en el Archivo General, fue elaborado para justificar la exención del servicio de milicias a los comerciantes, conforme a la real orden del 22 de agosto de 1794. El arroyo que delimitaba el ejido era conocido por los pueblos originarios como Riachuelo, y la zona era considerada frontera sur del Virreinato. La mensura fue clave para el ordenamiento territorial y la consolidación de la propiedad urbana en tiempos coloniales. El plano de 1798 es uno de los documentos urbanos más antiguos conservados en el Archivo General de la Nación.  #BuenosAires1608 #MensuraHistórica #ArchivoGeneral #OrigenUrbano #14Diciembre #MemoriaColonial #CallesConHistoria #mendozantigua 

El Congreso General Constituyente de 1824, inaugurado el 16 de diciembre en Buenos Aires, fue un intento de organizar institucionalmente al país tras la anarquía del Año XX. (Imagen Ilustrativa)


Reunió representantes de 17 provincias, sancionó leyes clave como la Ley Fundamental de 1825, declaró la guerra al Brasil y designó a Bernardino Rivadavia como primer presidente nacional en 1826. Sin embargo, la Constitución unitaria de 1826 fue rechazada por la mayoría de las provincias, lo que marcó el fracaso del proyecto. Tras el fracaso del Congreso Federativo de Córdoba (1821), Buenos Aires impulsó una nueva asamblea nacional. Bernardino Rivadavia, ministro de Martín Rodríguez, negoció con las provincias mediante el Tratado del Cuadrilátero y envió comisionados como Estanislao Zabaleta, Juan Antonio Álvarez de Arenales y Juan García de Cossio para asegurar adhesiones. La amenaza de guerra por la anexión de la Banda Oriental al Brasil aceleró la convocatoria. El Congreso abrió sus sesiones el 16 de diciembre de 1824, bajo el gobierno de Las Heras, con diputados de 17 provincias, además de representantes de la Banda Oriental y Tarija. Entre ellos figuraron figuras destacadas como Juan José Paso, Valentín Gómez, Julián de Agüero, Narciso Laprida, Dalmacio Vélez Sarsfield y Alejandro Heredia. Manuel Antonio Castro fue elegido presidente del Congreso y Francisco Laprida vicepresidente. Principales resoluciones: 1825: sanción de la Ley Fundamental, que reconocía a las Provincias Unidas del Río de la Plata, garantizaba instituciones provinciales y otorgaba a Buenos Aires el manejo provisorio de relaciones exteriores. 1825: declaración de guerra al Brasil. 1826: aprobación de la Ley de Presidencia, creación de un Ejecutivo nacional y designación de Rivadavia como presidente, lo que generó fuerte rechazo en el interior. 1826: sanción de la Ley de Capitalización de Buenos Aires, que profundizó tensiones entre unitarios y federales. 24 de diciembre de 1826: aprobación de la Constitución unitaria, considerada avanzada pero contraria al sentir federal de la mayoría de las provincias, que la rechazaron casi unánimemente. El Congreso de 1824 representó un momento clave en la construcción institucional argentina, pero su desenlace mostró el choque entre unitarios y federales, anticipando décadas de conflictos políticos. El Congreso buscaba consolidar la independencia declarada en 1816 y dar forma a un Estado nacional. La Constitución de 1826 fue la primera carta magna argentina, aunque nunca entró en vigencia. El rechazo provincial evidenció la tensión entre el centralismo porteño y las autonomías regionales, un dilema que marcaría todo el siglo XIX. #Congreso1824 #HistoriaArgentina #Rivadavia #UnitariosVsFederales #Constitución1826 #15Diciembre #MemoriaHistórica #mendozantigua 

16 de Diciembre de 1832. Azul: del fuerte fronterizo a ciudad bonaerense — origen y memoria. (Imagen Ilustrativa)


El 16 de diciembre de 1832, por orden de Juan Manuel de Rosas, el coronel Pedro Burgos fundó el Fuerte de San Serapio Mártir del Arroyo Azul, en pleno desierto sur bonaerense, sobre las márgenes del arroyo conocido por los pueblos originarios como Callvú-Leovú (en mapudungun). Su objetivo fue establecer una línea defensiva frente a los ataques indígenas y consolidar la frontera sur de la provincia. Alrededor del fuerte comenzaron a instalarse valientes colonos, que enfrentaron los riesgos de la zona con la esperanza de construir un futuro. Se dedicaron a la agricultura y la ganadería, dando origen a un núcleo poblacional que, con el tiempo, se transformó en la actual ciudad de Azul, ubicada a unas 70 leguas de Buenos Aires, en el corazón de la provincia. En 1833, el territorio fue reconocido como partido, y en 1872 se publicó el primer periódico local, dando inicio a una rica tradición periodística. En 1876, la llegada simultánea del ferrocarril y el telégrafo marcó un salto en la conectividad y el desarrollo regional. Finalmente, en 1895, Azul fue oficialmente elevada a la categoría de ciudad, consolidando su rol como centro administrativo, cultural y productivo del interior bonaerense. El fuerte se ubicó en el solar que hoy ocupa la Plaza San Martín, delimitado por las actuales avenidas Mitre, 25 de Mayo, Humberto I y la ribera del arroyo. Azul fue considerada durante décadas como “la capital del sur” por su importancia estratégica y cultural. El nombre “Azul” proviene del color del arroyo, según relatos coloniales, aunque su denominación indígena refleja una cosmovisión ancestral del territorio. #Azul1832 #FundaciónHistórica #FuerteSanSerapio #CallvúLeovú #15Diciembre #MemoriaBonaerense #OrígenesDeCiudad #mendozantigua #azul

1978: séptima promoción del Nacional de Comercio General Gutiérrez — identidad, esfuerzo y memoria mendocina


En el año 1978, la Escuela Nacional de Comercio General Gutiérrez, ubicada en la ciudad de Mendoza, celebró la egresada séptima promoción de 5º año, 1ª división, conformada por un grupo de estudiantes que marcaron una etapa de compromiso académico y compañerismo. La fotografía, tomada en un espacio institucional con obras enmarcadas al fondo, muestra a más de 30 jóvenes organizados en varias filas, vestidos con ropa clara y uniforme, reflejando el estilo sobrio y formal de la época. El retrato colectivo transmite una atmósfera de orgullo, pertenencia y cierre de ciclo, en un contexto educativo que combinaba formación contable, comercial y ciudadana. Los integrantes de esta promoción fueron: Dirse Abarzúa, Noelia Aguero, Raquel Aguilar, Patricia Alcaraz, Mónica Bravo, Mabel Britos, Liliana Brizuela, Patricia Calí, Nelci Carcereri, María Castro, Graciela Cedro, Myriam Dipauli, Adriana Garay, Patricia Gómez, Nancy López, María Lucero, Miriam Menghini, Elida Miranda, Iris Ortiz, Clara Pareja, Liliana Pieralisi, Nancy Pieratonelli, Noemí Santucci, Kilda Scheggia, Graciela Serrani, Hebe Tasteri, Sandra Trubiano, Raúl Aguilera, Jorge González, Alfredo Matilla, Walter Pulido y Edgardo Sosa. Esta generación transitó sus estudios en plena década del 70, marcada por transformaciones sociales y tensiones políticas, pero también por el fortalecimiento de la educación pública como herramienta de movilidad y construcción de futuro. La Escuela Nacional de Comercio General Gutiérrez fue parte del sistema de escuelas técnicas y comerciales que formaban profesionales en administración, contabilidad y gestión. En los años 70, las promociones escolares eran registradas en fotografías formales, que hoy constituyen valiosos documentos de memoria colectiva. #Promoción1978 #GeneralGutiérrez #MemoriaEscolar #EducaciónPública #14Diciembre #MendozaHistórica #IdentidadComercial #mendozantigua 

ASA y sus Mini ASA: pioneros del supermercado express en Mendoza, 1977


En el año 1977, los Supermercados ASA marcaron un hito en la evolución del comercio minorista mendocino al consolidar el concepto de “venta express” con sus sucursales Mini ASA, ubicadas estratégicamente en la Ciudad de Mendoza y en Rivadavia. La imagen publicitaria muestra una campaña gráfica que destacaba la multiplicación de ventajas económicas para el consumidor, con productos de uso cotidiano a precios accesibles: desde crema dental Colgate, picadillo Swift y leche en polvo Vital, hasta ropa, calzado y electrodomésticos. Las tres sucursales Mini ASA estaban ubicadas en: San Martín 421, Ciudad. Paso de los Andes 82, Ciudad (con estacionamiento por Pueyrredón 642). Lavalle 453, Rivadavia Además, la sede principal en Alameda y San Martín ofrecía promociones exclusivas en indumentaria femenina, carnes blandas, y artículos para el hogar como el Turbo-Circulador reclinable, todo bajo el lema institucional del Banco de Previsión Social: “Al servicio de TODO el Pueblo de Mendoza”. Este modelo de supermercado anticipó el formato de autoservicio urbano, con atención rápida, variedad de productos y cercanía barrial, en una época donde el comercio tradicional aún predominaba. ASA se posicionó como referente de modernización comercial, adaptándose a las nuevas dinámicas de consumo y movilidad urbana. El concepto de supermercado comenzó a expandirse en Argentina en los años 60, pero ASA fue uno de los primeros en aplicar el formato express en Mendoza. En 1975–76, la inflación y la crisis económica impulsaron la búsqueda de formatos de compra más eficientes y accesibles. #ASA1976 #MiniASA #SupermercadoExpress #MemoriaComercial #14Diciembre #MendozaHistórica #ConsumoPopular #mendozantigua 

domingo, 14 de diciembre de 2025

14 de diciembre de 1975: rugió el Zonal Cuyano y se homenajeó a “Buggy” Poggio en el San Martín


El domingo 14 de diciembre de 1975, el Autódromo General San Martín, ubicado en la zona serrana de Papagallos, fue escenario de una jornada histórica para el automovilismo mendocino: la gran final del Turismo Carretera Zonal Cuyano, con la fiscalización de la Federación Regional de Automovilismo Deportivo Zona 8 y la organización del Automóvil Club Mendoza. Desde las 16 horas, el circuito de 5.021 metros recibió a los mejores exponentes de la categoría, en una competencia que definiría al campeón de la temporada 1975. Además, se realizó un emotivo homenaje al ex piloto “Buggy” Poggio, recientemente fallecido, en reconocimiento a su trayectoria y legado deportivo. El evento incluyó el “Primer Premio Círculo de Periodistas Deportivos”, y reunió a un parque automotor de altísimo nivel. Entre los favoritos se destacaron: Ricardo Blengini, con su “Liebre III” equipada por Oreste Berta. Alberto Sánchez, al volante de un potente Ford F-100. Carlos Zocco, firme escolta con chances de coronarse campeón La grilla de largada contó con figuras como Raúl y Enio Calzetti, Juan García, Oscar Colombo, Daniel Di Césare, Ramón Ragona, Jacinto San Román, Juan Manuel Basco, Carlos Mazzeo, Ricardo González, Mario Cola, Antonio Tarcuini, Alberto López Martín, Juan C. Rodríguez, Juan Carlos Manzano, Juan Carlos Isuani, Luis Maggini, Federico Lettera, Jorge Cerrutti, y Carlos Manzano, quien pilotó el “Numa Tornado” de Roberto Seggiaro. El programa incluyó dos series clasificatorias de seis vueltas cada una, seguidas por la competencia de Turismo Especial en clases A, B y C, disputadas en forma conjunta pero con premios diferenciados, sobre diez vueltas. La imagen adjunta muestra a los bólidos en plena acción, destacándose el auto número 20, con el nombre “MARTIN” en su lateral, liderando sobre un trazado de tierra, en un entorno rural que intensificó la emoción de la jornada. El Autódromo General San Martín fue inaugurado en 1972 y se convirtió en epicentro del automovilismo regional. El “Liebre III” fue uno de los modelos más emblemáticos del TC argentino, diseñado por Heriberto Pronello y motorizado por Oreste Berta. El homenaje a Poggio marcó un momento de recogimiento en medio de la adrenalina, recordando a un referente del volante cuyano.  #ZonalCuyano1975 #TurismoCarretera #AutódromoSanMartín #BuggyPoggio #14Diciembre #HistoriaTuerca #MendozaRuge #mendozantigua 

Promoción 1974: legado educativo y sororidad en Fray Luis Beltrán


En el año 1974, la Escuela de Bachillerato y Magisterio Especializado Fray Luis Beltrán celebró con orgullo la egresada segunda promoción de jóvenes docentes, formada en valores de compromiso, vocación y comunidad. La fotografía histórica muestra a más de 30 alumnas, organizadas en tres filas frente al edificio escolar, muchas de ellas luciendo medallas o escarapelas que simbolizan el logro académico. El gesto colectivo, entre sonrisas y posturas formales, refleja el espíritu de camaradería y esfuerzo compartido que marcó aquella generación. Entre las egresadas se encuentran: Susana Allia, María Cristina Arce, Beatriz Barret, Nora Bort, Liliana Comill, Elvira Crespo, Alicia Courtet, Ana Fanelli, Fany Gardela, Eugenia Gorri, Ana Internícola, Cristina Lahyton, Irene Leítón, María Elena Maggio, María Teresita Mendoza, Ángela Morales, Beatriz Mut, Liliana Mut, Miriam Ortiz, Elena Paludi, Ángela Parrilla, Mirta Patiri, Iris Quinteros, Mabel Reyes, Emilia Rodríguez, Mónica Rodríguez, Susana Rodríguez, Sara Ruiz, Lidia Sánchez, Margarita Serrano, Inés Sosa, Mercedes Torres y Nora Villarroel. #Promoción1974 #FrayLuisBeltrán #MagisterioMendocino #EducaciónConMemoria #15Diciembre #DocentesConHistoria #SororidadEscolar #mendozantigua 

Navidad 1973: el sorteo millonario que ilusionó a Mendoza


En diciembre de 1973, la Lotería de Mendoza lanzó su tradicional Sorteo de Navidad, con una campaña gráfica que capturó la atención de toda la provincia. El anuncio, protagonizado por un niño sonriente, prometía un primer premio de 4 millones de pesos, una cifra extraordinaria para la época, capaz de transformar la vida de cualquier afortunado. El sorteo se realizó el lunes 24 de diciembre, en vísperas de Nochebuena, y fue organizado por el Banco de Previsión Social, institución que por entonces gestionaba la lotería provincial bajo el lema “Al servicio de todo el pueblo de Mendoza”. La edición navideña de 1973 se inscribió en una tradición que combinaba esperanza popular, celebración familiar y expectativa económica, en un contexto donde los sorteos públicos eran una fuente legítima de ilusión colectiva. Este tipo de campañas gráficas, con estética cálida y mensajes inclusivos, buscaban reforzar el vínculo entre el Estado provincial y sus ciudadanos, promoviendo el juego responsable y el destino social de los fondos recaudados. La Lotería de Mendoza fue creada en 1923 y desde entonces ha financiado obras públicas, hospitales y programas sociales. En los años 70, los sorteos especiales como el de Navidad o el de Año Nuevo y Reyes eran eventos masivos, con transmisiones radiales y cobertura en diarios locales. El Banco de Previsión Social funcionó como ente administrador hasta la creación del Instituto Provincial de Juegos y Casinos en 1996. #Navidad1973 #LoteríaDeMendoza #SorteoMillonario #BancoDePrevisiónSocial #14Diciembre #MemoriaPopular #IlusiónMendocina #mendozantigua 

1972: choque en Palmira dejó gravemente herido a un matrimonio mendocino



En diciembre de 1972, un grave accidente vial sacudió la localidad de Palmira, en el departamento de San Martín, Mendoza. Un matrimonio que viajaba en una camioneta Chrysler modelo 1927 resultó con heridas de consideración tras colisionar contra un camión Ford F-700 con acoplado, cargado con 27.000 kilos de cajones de vino. El siniestro ocurrió en la Variante de la Ruta Nacional 7, a la altura del carril San Pedro. El camión era conducido por Gabriel Alberto Rosas, vecino de Tunuyán, mientras que la camioneta estaba al mando de Pedro Serafini, residente en Las Heras, acompañado por su esposa Esther R. de Serafini. Según los informes, el vehículo antiguo sufrió un desperfecto mecánico que provocó un desvío repentino, impactando de frente contra el camión. El choque dejó a Serafini con politraumatismos, fractura de fémur derecho y múltiples escoriaciones, mientras que su esposa sufrió contusión torácica, una herida desgarrante en la rodilla derecha y lesiones múltiples. Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Regional de San Martín. Este episodio evidenció los riesgos de circular en vehículos de estructura antigua por rutas de alto tránsito, y marcó uno de los accidentes más recordados en la zona durante la década del 70. #Palmira1972 #AccidenteRuta7 #HistoriaVial #SanMartínMendoza #14Diciembre #MemoriaMendocina #CrónicaDeRuta #mendozantigua 

Ambrosio Sandes: el rostro brutal de la “pacificación” que descansa en Mendoza


En el Cementerio de la Ciudad de Mendoza yace Ambrosio Sandes, uno de los militares más temidos del siglo XIX argentino. Nacido en Paysandú en 1815, combatió en las guerras civiles bajo las órdenes de Bartolomé Mitre, quien lo eligió para “pacificar” el interior del país. Su misión: imponer el nuevo orden constitucional frente a los últimos caudillos federales. Como jefe del Regimiento 1º de Caballería, Sandes sembró el terror en San Luis, donde ejecutaba prisioneros con lanza para ahorrar pólvora, a menudo en plazas públicas y frente a la población. Su crueldad fue tal que rechazó un canje humanitario ofrecido por El Chacho Peñaloza, porque ya había asesinado a todos sus cautivos. Pero su figura también despertó asombro por su resistencia física: acumuló 49 heridas de bala, sable, lanza y bayoneta, y según relatos, sus lesiones se cerraban solas en pocos días. Se decía que había recogido sus propias entrañas en el campo de batalla y continuado su marcha. Su cuerpo, cubierto de cicatrices, fue retratado como un mapa de guerra. Sandes intimidaba incluso a sus soldados, arengándolos con frases violentas y cargando sin medir enemigos. Su aspecto —alto, musculoso, de rasgos árabes— y su lanza “como lengua de víbora” lo convertían en una figura temida. El gobernador de San Luis, incapaz de contener el miedo popular, pidió su traslado. Antes de partir, se organizó un homenaje en su honor. Pero en plena noche, un gaucho desconocido lo apuñaló con tal fuerza que la hoja quedó incrustada en su cuerpo. Sandes sobrevivió dos días, pero murió al llegar a Mendoza, en 1863, a los 48 años. Su tumba, discreta y silenciosa, guarda la historia de un hombre que encarnó la violencia extrema en la construcción del Estado argentino. Para algunos, fue un pacificador; para otros, un verdugo sin clemencia. #AmbrosioSandes #HistoriaArgentina #CementerioDeMendoza #GuerrasCiviles #14Diciembre #ViolenciaYEstado #Pacificación

La ciudad de Mendoza sufrió históricamente graves aluviones e inundaciones, siendo el más recordado el del 4 de enero de 1970, que dejó 24 muertos, más de 1.500 heridos y pérdidas superiores a 23 millones de dólares


Desde su fundación en 1561, Mendoza y sus alrededores padecieron repetidos aluviones, desprendimientos de tierra e inundaciones. Aunque el imaginario popular la describe como un “oasis en el desierto”, su clima árido no la libró de catástrofes. La falta de respeto de los primeros pobladores por los cauces naturales y el afán de “transformar el desierto en vergel” hicieron que las lluvias torrenciales se convirtieran en tragedias. Principales desastres históricos: 1716: una inundación destruyó gran parte de los edificios céntricos, incluida la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto. 1754: otra crecida puso en riesgo a los pobladores de la vieja ciudad. 1895: un aluvión arrasó puentes, viviendas y cultivos; dejó 24 muertos y 200 heridos. 1900: el río Mendoza destruyó parte del Dique Luján (hoy Cipolletti) y dejó sin agua al Zanjón. 1920: dos crecidas del río Mendoza en enero destruyeron defensas en La Toma. 1934: un glaciar obstruyó el río en Punta de Vacas; al romperse, la crecida arrasó hasta Palmira, destruyendo la Usina y el Hotel de Cacheuta y causando más de 20 muertes. 1954, 1956 y 1957: crecidas del río Mendoza afectaron Cacheuta y Potrerillos. 1959: una lluvia intensa inundó el centro de Mendoza, con pérdidas de 220.000 dólares. 1968: dos aluviones golpearon Las Heras y Tupungato, con pérdidas superiores a 2,5 millones de dólares. 1970: la peor catástrofe: una tormenta destruyó el Dique Frías, provocando una avalancha de agua y barro que dejó 24 muertos, 1.500–2.000 heridos y pérdidas por más de 23 millones de dólares. Este último desastre marcó profundamente la memoria mendocina y evidenció la necesidad de obras hidráulicas de defensa aluvional, que desde entonces se convirtieron en prioridad para la provincia. Tras el aluvión de 1970, se reforzó el sistema de defensas y se planificaron obras como el Zanjón Cacique Guaymallén. Mendoza sigue siendo vulnerable a lluvias intensas en la precordillera, aunque hoy cuenta con un sistema hidráulico más robusto. Estos eventos también afectaron la economía vitivinícola, con pérdidas de cosechas y años de recuperación. #Aluvión1970 #MendozaHistórica #MemoriaHídrica #DesastresNaturales #14Diciembre #HistoriaMendocina #NuncaOlvidar #mendozantigua 

1920: homenaje mendocino al Capitán Almonacid, pionero de los cielos argentinos


En el año 1920, un grupo de admiradores mendocinos organizó una fiesta de simpatía en honor al Capitán J. A. Almonacid, destacado aviador argentino que se había ganado el reconocimiento nacional por sus hazañas en el aire. El evento, realizado en la ciudad de Mendoza, reunió a autoridades civiles y militares, intelectuales y ciudadanos que celebraron la trayectoria de uno de los pioneros de la aviación nacional. Almonacid, formado en la Escuela de Aviación Militar de El Palomar, había participado en vuelos de exploración, exhibiciones aéreas y misiones de reconocimiento que lo posicionaron como figura emblemática de la modernización tecnológica y el espíritu patriótico de la época. La fotografía del encuentro muestra a un grupo selecto de invitados posando junto al capitán, en un ambiente de respeto y admiración. Este tipo de homenajes reflejaba el entusiasmo popular por la aviación, considerada entonces símbolo de progreso, coraje y soberanía nacional. La aviación militar argentina se formalizó en 1912, y para 1920 ya contaba con pilotos reconocidos por sus vuelos en zonas cordilleranas y rurales. Mendoza fue uno de los puntos estratégicos para la expansión aérea, por su cercanía con la frontera y su geografía desafiante. El Capitán Almonacid formó parte de la generación de aviadores que inspiró la creación de la Fuerza Aérea Argentina, oficializada en 1945. #AviaciónArgentina #CapitánAlmonacid #Mendoza1920 #FiestaDeSimpatía #HistoriaAérea #14Diciembre #OrgulloNacional #mendozantigua 

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