miércoles, 10 de diciembre de 2025

El 11 de diciembre de 1811, en la Plaza del Fuerte de Buenos Aires, fueron fusilados los cabecillas del llamado “Motín de las Trenzas”, protagonizado por efectivos del Regimiento de Patricios pocos días después de jurado el Estatuto Provisional.


El tribunal militar ordenó la degradación y ejecución pública de diez sargentos, cabos y soldados, entre ellos Juan Ángel Colares, Domingo Acosta, Manuel Alonso, José Enríquez Pinto, Agustín Quiñones, Agustín Castillo, Juan Herrera, Mariano Carmen y Ricardo Nonfres, mientras que otros recibieron condenas de prisión en la isla Martín García. La víspera del fusilamiento, los condenados permanecieron aislados en celdas separadas y recibieron la última cena en la fonda del francés Ramón Aignase: carne, gallinas guisadas con garbanzos y arroz, vino, bizcochos y cigarros, además de yerba y azúcar para el mate. También se encargaron licores, jerez, café y chocolate en el café de Marco. Tras confesarse y recibir los sacramentos, aguardaron la ejecución mientras el teniente coronel José Gregorio Belgrano organizaba los preparativos: instalación de postes, banquillos, sogas y pañuelos para vendar los ojos. Al amanecer del 11 de diciembre, un redoble de tambores anunció la salida de los reos. El pelotón de fusileros cumplió la sentencia y, acto seguido, el verdugo Bonifacio Calixto Silva colgó los cuerpos en la horca, donde permanecieron varias horas antes de ser enterrados por la Hermandad de la Caridad. El informe oficial incluso detalló los gastos de alimentos, bebidas y materiales, así como los costos adicionales del entierro solemne de Ricardo Nonfres, de origen inglés y sin familiares en la ciudad. Este episodio reflejó la tensión política entre Buenos Aires y las provincias, pues el Primer Triunvirato acusó a diputados del interior de haber instigado el levantamiento y los obligó a regresar a sus lugares de origen. El motín y su sangrienta represión marcaron uno de los primeros conflictos internos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El “Motín de las Trenzas” se originó por la resistencia de los Patricios a cambiar su uniforme y cortar las trenzas, símbolo de identidad militar. El fusilamiento colectivo fue uno de los más numerosos de la etapa revolucionaria temprana. El episodio consolidó el poder del Triunvirato, que buscaba disciplinar a las tropas y reafirmar la autoridad central. #MotínDeLasTrenzas #BuenosAires1811 #Patricios #Triunvirato #HistoriaArgentina #Fusilamiento #ConflictosIniciales

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