1943. El epígrafe que anotó en aquel entonces su autor, el suizo Gaston Bourquin, dice: “Terr. Neuquén. Traful. El valle encantado. El dedo de Dios” @ArchivoVisualArgentino

Si fuésemos desde la estepa hacia Bariloche, después de pasar Confluencia Traful, unos tres kilómetros a la derecha está esa gran roca. @florian_von_der_fecht , gran conocedor de la zona, nos cuenta que siempre se le llamó dedo de Dios a esa formación. Sin embargo, agrega que él recuerda que hace ya varios años, se le sacó el cartel con ese nombre “Dedo de Dios” y se lo colocó al otro lado del río Limay. Ahora entonces esa roca es llamada oficialmente Centinela, como muchos comentan. Y el dedo de Dios –oficial- está del otro lado del río. La imagen es parte de la Colección Ayerza Lynch