🕯️ Entre mármol y memoria: el arte de despedir en la Mendoza de 1920
En la década de 1920, la ciudad de Mendoza vivía una etapa de modernización urbana, y con ella surgieron empresas que profesionalizaron servicios antes informales. Una de ellas fue la Empresa de Pompas Fúnebres Boito Vila y Cía, ubicada en Sarmiento 1265, que ofrecía atención permanente y la posibilidad de consultar precios, algo inusual para la época, cuando los servicios fúnebres solían ser gestionados por parroquias o cooperativas barriales. El término pompas fúnebres proviene del latín pompa, que significa “procesión solemne”, y en el contexto funerario alude al conjunto de rituales, ornamentos y servicios que acompañan el entierro. En Argentina, estas empresas comenzaron a consolidarse a fines del siglo XIX, y en ciudades como Mendoza se volvieron esenciales ante el crecimiento demográfico y la necesidad de organizar los cortejos, velatorios y traslados con mayor eficiencia. La publicidad de Boito Vila y Cía refleja una transición cultural: la muerte ya no era solo un asunto familiar o religioso, sino también comercial y logístico. El hecho de que se recibieran órdenes “a cualquier hora” indica la incorporación de guardias permanentes, algo que hoy parece natural pero que en 1920 era una innovación. Aunque no hay registros detallados de esta firma en los archivos públicos actuales, su presencia en el centro mendocino sugiere que fue parte de una red de cocherías y casas funerarias que ofrecían desde carrozas tiradas por caballos hasta capillas ardientes, como lo hacían contemporáneos en Buenos Aires y Rosario. Este tipo de anuncios, con tipografía sobria y dirección precisa, eran comunes en diarios como Los Andes o La Palabra, y hoy constituyen valiosos documentos históricos que permiten reconstruir la vida cotidiana y los rituales de la Mendoza de principios del siglo XX. #Scroll1920 #PompasEnSarmiento #ArchivoFunerario #MendozaEntreCruces #BoitoVilaCía #mendozantigua
%20(1).jpg)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario