Ese viernes de octubre de 1993, en Madrid, se estrenaba Kika, una de las películas más provocadoras y estilísticamente audaces del cineasta Pedro Almodóvar. Escrita y dirigida por él mismo, la cinta fue producida por El Deseo (la productora fundada por Pedro y Agustín Almodóvar) junto a Ciby 2000, y se convirtió en un símbolo de la irreverencia narrativa que caracterizó al cine español de los años 90. La historia gira en torno a Kika, una maquilladora optimista y excéntrica, interpretada por Verónica Forqué, quien reemplazó a María Barranco tras su embarazo confirmado poco antes del rodaje. Kika vive con Ramón, un fotógrafo introvertido y obsesionado con la muerte de su madre. A su alrededor gravitan personajes tan delirantes como Andrea “Caracortada”, una periodista sensacionalista (Victoria Abril), Amparo, su amiga sin filtros (Anabel Alonso), y una criada bigotuda enamorada en secreto, cuyo hermano —actor porno y prófugo— se esconde en su casa. La película mezcla comedia negra, crítica mediática y erotismo kitsch, con una banda sonora ecléctica que incluye piezas de Enric Granados, Chavela Vargas, Pérez Prado, Bernard Herrmann y Xavier Cugat, entre otros. El resultado es un collage emocional y estético que desafía convenciones y expone la banalización del dolor en los medios. Kika recibió cinco premios internacionales, y aunque su recepción fue polarizada —algunos críticos la consideraron excesiva o incómoda—, hoy se la reconoce como una obra clave en la filmografía almodovariana, por su capacidad de tensar los límites entre lo grotesco y lo entrañable. Un dato curioso: la mujer que entrevista al personaje de Nicholas en el programa televisivo es nada menos que la madre de Pedro Almodóvar, en una aparición que refuerza el tono meta y familiar del film. #Scroll1993 #KikaSinFiltro #AlmodóvarEnEstadoPuro #HumorNegroIbérico #DeseoYCaos #mendozantigua
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