viernes, 5 de diciembre de 2025

⚔️ La Caída del "Restaurador": Catorce Años de Guerra para Derrocar a Rosas (1838 - 1852)


Entre 1838 y 1852, la Confederación Argentina fue escenario de una prolongada y sangrienta guerra civil que tuvo como principal objetivo poner fin al extenso mandato de Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires. Este período de catorce años, marcado por el terror político y la búsqueda constante de la organización nacional, culminó con el triunfo del Ejército Grande liderado por Justo José de Urquiza en la crucial Batalla de Caseros. La posición hegemónica de Rosas se consolidó en 1835, cuando la Sala de Representantes de Buenos Aires le otorgó la suma del poder público con facultades extraordinarias. Este nombramiento, esencialmente una dictadura vitalicia, se basó en el prestigio obtenido por sus victorias militares (incluida su campaña al desierto) y el aplacamiento de la revolución unitaria. Rosas, autoproclamado sostenedor del Partido Federal, utilizó su poder para asegurar la adhesión de la mayoría de las provincias bajo la figura de la delegación de las relaciones exteriores, mientras postergaba la sanción de una Constitución. El régimen se caracterizó por una feroz persecución de sus oponentes, principalmente los unitarios, a quienes incitó a "perseguirlos a muerte". Esta atmósfera de terrorismo de Estado y la centralización del poder fueron el motor de las numerosas campañas libertadoras.  La Sociedad Popular Restauradora y su brazo armado, la Mazorca, fueron instrumentos fundamentales del régimen rosista para imponer el terror y eliminar opositores en Buenos Aires y sus alrededores, garantizando así la lealtad al "Restaurador de las Leyes". Los movimientos anti-rosistas, a menudo conocidos como "Ejércitos Libertadores", enfrentaron grandes desafíos: Composición: Estaban compuestos principalmente por milicias reunidas por caudillos provinciales, con escasa presencia de tropas veteranas o de línea, lo que dificultaba su organización y disciplina. Logística y Armamento: Rosas, al controlar el Puerto de Buenos Aires, mantenía un bloqueo comercial que impedía a sus adversarios acceder a armamento y recursos esenciales, dificultando las operaciones de campaña. En contraste, el ejército rosista era formidable. Rosas dio prioridad a la creación de fuerzas disciplinadas, estableciendo campamentos militares para reclutar y adiestrar gauchos, especialmente en el arma de la infantería, lo que le confirió una notable superioridad material y numérica durante gran parte del conflicto. La oposición se gestó inicialmente en el exilio en Montevideo, donde los unitarios buscaban activamente apoyo internacional para invadir el territorio argentino. Bloqueo Francés (1838): La negativa de Rosas a eximir del servicio militar a ciudadanos franceses en Buenos Aires provocó un bloqueo naval en el litoral, debilitando la posición de Rosas y favoreciendo a sus enemigos. Guerra en Uruguay: El conflicto entre Fructuoso Rivera (Partido Colorado) y Manuel Oribe (Partido Blanco, aliado de Rosas) en la Banda Oriental fue clave. Tras el triunfo de Rivera, el nuevo gobierno oriental se convirtió en un aliado de facto de los unitarios y de Francia. En 1838, Rivera invadió Entre Ríos y firmó un Tratado de Alianza con el gobernador de Corrientes (31 de diciembre de 1838), marcando el inicio formal de esta larga etapa bélica que se prolongaría hasta la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. #Rosas #Caseros #HistoriaArgentina #GuerraCivil #Unitarios #mendozantigua 

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