lunes, 5 de julio de 2021

Francisco Correas, pionero de la prensa mendocina

 Por Carlos Campana


El 7 de junio se celebró el Día del Periodista en la Argentina, en homenaje a la aparición del primer periódico patrio, La Gaceta de Buenos Aires, fundada por Mariano Moreno en 1810. Los que trabajamos todos los días en esta hermosa profesión sabemos del esfuerzo y dedicación que se pone en cada nota para que la sociedad pueda estar informada objetivamente de lo que ocurre a cada minuto. Pero si nos remontamos en el tiempo, en el periodismo local aparece una figura muy destacada en su época pero poco conocida en la actualidad. Se llamó Francisco de Borja Correas, un verdadero entusiasta de las noticias que fundó varios periódicos durante la segunda década del siglo XIX y del que se puede afirmar fue uno de los primeros en defender la libertad de expresión aún a costa de sufrir agresiones y el exilio, en una época muy conflictiva para los medios de ese entonces.

El periodismo en Mendoza

En los primeros años del siglo XIX y luego de la separación de Mendoza de las provincias de Cuyo, el periodismo local hacía sus primeras armas con grandes y afiladas plumas, como las de Juan Gualberto Godoy, Agustín Bardel, Nicolas Villanueva, Juan C. Lafinur y Agustín Delgado, entre otras. Pero uno de los más importantes mentores de la prensa fue Francisco Borja Correas quien editó y redactó por aquellos convulsionados tiempos, varios periódicos. Corría la segunda década del siglo XIX y Mendoza se encontraba sumida en un verdadero caos político luego de la desintegración de las provincias de Cuyo. La prensa mendocina tuvo un período de esplendor que duró diez años. Aquella aldea contaba con tres imprentas: la de Juan Escalante, quien la trajo de Chile y estaba compuesta de elementos escasos y pobres; otra era la imprenta de la Provincia, propiedad del Gobierno, y la última, denominada Imprenta Lancasteriana, fundada a fines de 1820 y llamada así por pertenecer a la Sociedad Lancasteriana, constituida por ciudadanos preocupados por impulsar la instrucción pública. El pionero de los periódicos fue El Termómetro del Día, fundado en 1820 por Escalante. Luego apareció La Gaceta de Mendoza, que también fue dirigida y editada por el mismo imprentero con la colaboración de los periodistas Agustín Delgado y Agustín Bardel. Simultáneamente vio la luz el semanario El Verdadero Amigo del País, editado por la imprenta Lancasteriana y dirigido por Juan Lafinur, quien tuvo a su lado grandes redactores. Contemporáneo a este existía otro, denominado El Orden, creado por el cura Torres y publicado en el mismo taller gráfico, que combatió las reformas liberales del gobierno de Pedro Molina contra el clero. La provincia también tuvo su Registro Ministerial, que salía cada semana e informaba sobre leyes y decretos, cuyo director fue Lafinur. Le siguieron El Amigo del País en 1824 y El Aura Mendocina en 1826, una edición que fundó el canónigo Lorenzo Güiraldes con la colaboración de Juan Gualberto Godoy. El Telégrafo apareció un año después para defender los principios del Partido Federal, siendo sus redactores Jorge Velazco, Lorenzo Güiraldes y Gabino García. El Telégrafo y otro periódico, llamado La Columna Federal, se enfrentaron a El Huracán y El Iris Argentino. Después salieron El Fénix y La Abeja Mendocina, y en 1830 fueron publicados el Boletín del Ejército, El Nuevo Eco de los Andes y El Coracero, que era de tendencia unitaria y redactado todo en verso por Juan Gualberto Godoy. Ese fue el último que vio la luz en aquellos años.

Un apasionado por las noticias

Francisco de Borja Correas, nació en nuestra provincia el 10 de octubre de 1800. Fueron sus padres Juan de Dios Correas y María Eduarda Espíndola y sus primeros estudios los realizó en el colegio de la Santísima Trinidad. En el segundo año se destacó entre sus compañeros por su buen desempeño en las clases de Matemáticas, dictadas por el sabio francés Monseñor Lozier. A los 15 años, él y su hermano Hilarión ingresaron al colegio de Monserrat, en la Ciudad de Córdoba, establecimiento en el que estudiaron hasta 1817. De joven brilló en sus estudios universitarios. En 1821, abocado al estudio de la ciencia del Derecho, fue un alumno sobresaliente en la cátedra que estaba a cargo del doctor Juan Agustín Maza. Años más tarde, Francisco se trasladó a Córdoba animado por el interés de finalizar sus estudios, pero fue más fuerte su vocación por la carrera eclesiástica e ingresó al Seminario de esa provincia. Tiempo antes de consagrarse, viajó a Buenos Aires para continuar con sus estudios de Derecho. Pero en 1824 su padre, Juan de Dios Correas, asumió el cargo de gobernador de la provincia de Mendoza, situación que llevó a Francisco a decidir regresar a su ciudad natal para acompañarlo, abandonando nuevamente el cursado de su carrera. Integrante de una familia de destacados políticos, fue cuñado del general Juan Lavalle, casado con su hermana, Dolores Correas. Fueron sus conocimientos sobre leyes los que le permitieron a este brillante abogado mendocino ejercer como profesor de Derecho Civil y Criminal en el Colegio de Mendoza. Además de su pasión por el Derecho, desde muy joven Francisco se destacó en el periodismo. El primer periódico en el que participó Correas fue El Amigo del País, que salió a la calle el 19 de junio de 1824 y se imprimió en la imprenta de Escalante, publicación que circuló hasta el 2 de octubre de ese mismo año. Después colaboró con El Eco de los Andes, creado por Godoy acompañado por los periodistas José L. Calle y José María Salinas. Este semanario apareció el 23 de setiembre para cesar catorce meses más tarde, el 25 de diciembre de 1825. Constituyó una tribuna donde se publicaban ideas liberales y desapareció por razones políticas. Inmediatamente, Correas creó El Iris Argentino, que vio la luz el 25 de diciembre de 1826. También unitario, sus redactores fueron Juan Gualberto Godoy, Agustín Bardel y José L. Calle. El 4 de julio de 1827 se dejó de editar. Colaboró además con el El Huracán, un semanario burlesco cuyo director y redactor fue el dinámico Juan G. Godoy. Sobrevivió solamente un mes, dado que el gobierno persiguió a sus periodistas, especialmente a Correas y a Godoy, quienes debieron huir a Chile. Pero un año después, Correas regresó a su tierra natal y publicó La Abeja Mendocina, un pasquín semanal que se oponía a la política de Dorrego. En 1830 colaboró con el periódico El Nuevo Eco de los Andes, que apareció bajo la dirección del distinguido periodista José Luis Calle el 24 de mayo de 1830 y dejó de ser editado en agosto del mismo año.

El exilio en Chile

En 1830, Correas volvió a ser perseguido por sus opositores y se refugió otra vez en el país trasandino. Allí se radicó en región de Aconcagua y después en la ciudad de Valparaíso, donde formó parte de la redacción de El Mercurio bajo la dirección de los argentinos Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. Años más tarde se trasladó a Copiapó y ocupó un cargo como administrador de una mina. Luego de la caída de Rosas regresó a nuestra provincia y fue electo senador nacional por Mendoza. Al finalizar su mandato representó al departamento de Belgrano –actual Godoy Cruz– como legislador provincial. Don Francisco de Borja Correas murió en Mendoza el 13 de julio de 1894.

(https://www.ciudadanodiario.com.ar/otro-punto-de-vista/francisco-correas-pionero-de-la-prensa-mendocina)


 

'Juega Bien'

La primera vez que experimenté la envidia fue a mis 6 años en la casa de un amigo, el muy desgraciado tenía una caja llena de bloques 'Lego'. Eso fue un ejemplo de mi posición en la escala social. Yo tenía 'Rasti' que no estaba nada mal, otros tenían 'Mis ladrillos' que era peor. Esa sensación de niño no se me borró nunca, y sobre ella se edificó la imagen de algo mágico, ideal, único y perfecto. Por ello me dio mucho placer conocer su historia y ver que la realidad estaba en línea con mi fantasía. El carpintero Ole Kirk Christiansen vendía muebles y sus réplicas en miniatura para casas de muñecas. Pero un día el fuego redujo la fabrica a cenizas, por suerte Christiansen era danés y testarudo, que no son sinónimos, pero casi. Cayendo en un clásico lugar común, lejos de quedar abatido, lo tomó como una oportunidad, decidió reconstruirla pero para fabricar juguetes. Eligió el nombre de una expresión danesa 'leg godt', que significa 'juega bien', las unió fonéticamente quedando 'LEGO'. En la Feria Internacional de Copenhague de 1946, queda maravillado con las posibilidades del plástico. Invirtió todo el dinero acumulado durante 20 años y re equipó su planta. Luego de 3 años de ingeniería y ensayos, salen a la venta los bloques de encastre fabricados en acetato de celulosa de variados y llamativos colores. El éxito internacional de sus bloques abrieron nuevos y más exigentes mercados. Las mejoras y novedades no cesaron, en 1954 su hijo Godtfred, tiene la idea de incluir en la caja los bloques para formar un juguete o figura determinada combinable con los tradicionales. El siguiente paso fue rediseñar el sistema de encastre que llega a rozar la perfección, la precisión y la calidad de las piezas hace que permanezcan inalterables hasta nuestros días. Un nuevo logro fue el desarrollo del "ABS" (acrilonitrilo butadieno estireno), material no tóxico que mantiene el color y la flexibilidad eternamente. La expansión incluyó las líneas 'Duplo' para niños menores de 3 años, 'Technic' para adultos y temáticas como 'star Wars' y 'Harry Potter'. La gracia y la magia de 'LEGO' se basa en que un bloque comprado hace 50 años tiene el mismo color y encastra perfectamente con uno actual. Ah, y que a los 50 años me pude comprar una caja. (Fuente: Pequeñas Piezas de la Historia. Por Gabriel Horacio Blasco Dantuono)

domingo, 4 de julio de 2021

Los Signos del Zodíaco. (1899) Por Mayol. Caras y Caretas



Elisa Beatriz Bachofen, primera mujer diplomada en ingeniería en el país y América del Sur por la Universidad de Buenos Aires. Feminista, socia fundadora de la Unión Feminista Nacional en 1918.



Construcción de la entrada principal de la Penitenciaria. Mendoza, 1906.



Festejos por el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810. Ciudad de San Rafael. Provincia de Mendoza. (1910)

  Col. Juan Pi



Comiendo en la pizzería "Las cuartetas". Buenos Aires, 1958.



Cine La Bolsa: a 58 años de la desaparición de un ícono de la Ciudad de Mendoza

Por Carlos Campana

Quedó en la memoria de muchos mendocinos por sus características muy particulares y por ser el lugar preferido de estudiantes y empleados de comercio para “hacerse la rata”

La popular sala estaba ubicada en la calle Necochea, en la Ciudad.

Se cumplieron 55 años de la desaparición de uno de los cines más emblemáticos y populares que tuvo la ciudad de Mendoza. Se llamaba La Bolsa y muchos de los que hoy rondan los 70 deben tenerlo bien presente en su memoria. Era el lugar de las recordadas “sincola" de los alumnos del secundario del Colegio Nacional y de otros establecimientos de la zona, que bajo su techo cobijaba a los estudiantes que por distintos motivos evitaban concurrir a clases. En aquellos tiempos también era el lugar predilecto de muchos adultos que no tenían mucho que hacer de sus vidas, y ese sitio era el único contacto social que tenían. Otros, en cambio, buscaban a La Bolsa como el único lugar para descargar tensiones después de un día muy “ajetreado". El tiempo ha pasado y hoy aquella sala cinematográfica quedó en el anecdotario popular de los mendocinos.

La muerte del cíclope
En una fría mañana de fines de mayo de 1966, los mendocinos vieron con asombro cómo la piqueta del progreso daba muerte a un ícono, que durante muchos años había cobijado en sus entrañas a estudiantes, prestamistas, lustrabotas y canillitas. Un reconocido escritor que plasmó su crónica periodística en aquel año, lo llamó “el cíclope de la calle Necochea”. Al nombrar esta arteria se nos viene a la memoria aquel viejo cine llamado La Bolsa.
Un cine muy singular
No se sabe con exactitud el año de la construcción del cine La Bolsa. Para algunos memoriosos se remonta a 1927 en la segunda década del pasado siglo; otros, en cambio, afirman que fue a principios de 1930. Lo mismo pasa con sus propietarios, a lo que se alude que fueron los hermanos José y Segundo Antún –dueños de la mayoría de las salas cinematográficas de Mendoza- sus verdaderos propietarios. Aunque hasta ahora ese dato es un verdadero misterio. La sala estaba ubicaba en la calle Necochea 85 –donde hoy existe un edificio de varios pisos y un local de alimentos dietéticos– justo antes de llegar a la calle 9 de Julio, de Ciudad. En la actualidad esta zona es conocida por la gran concentración de bancos y entidades financieras, que siguen funcionando desde hace cien años, cuando al igual que hoy, se realizaban transacciones comerciales mucho antes que existiera la Bolsa de Comercio de Mendoza. Para los que no lo conocieron, la construcción del cine La Bolsa era simplemente un típico café de los años 30 y para acceder a él solo se contaba con una puerta principal. También había dos grandes ventanales provistos de una inmensa persiana metálica.
En la parte superior del frente había una inscripción pintada que decía “Bar, Bolsa, Café", y debajo coronaban la leyenda cuatro faroles antiguos. Junto a la puerta de entrada trabajó por muchos años un dicharachero lustrabotas, que llegaba todas las mañanas para ejecutar con maestría su tarea y dejar brillantes los zapatos de los transeúntes que caminaban por esa vereda, y también a los clientes fijos que antes de entrar al cine preferían estar bien arreglados. En la calle Necochea, además del cine y sus “cuevas financieras”, se podía escuchar los pregones de los vendedores de lotería que ofrecían sus billetes tratando de tentar a muchos con la esperanza de ser millonarios. El establecimiento cinematográfico no estaba solo, ya que tenía como vecinos a la casa de lotería La Baskonia y el extinguido café Jamaica, que era otro de los lugares de encuentro de prestamistas y usureros. Por supuesto, allí se realizaban las “transas” comerciales más oscuras que uno se podría imaginar.

¡Vamos a la bolsa!
El cine-bar La Bolsa conformaba una sala atípica de fines de los años 30 y fue la única que se conservó hasta los años 60, porque a diferencia del resto y más tradicionales, ofrecía un servicio de bar. Todas las mañanas abría sus puertas a las 10.30 y las cerraba a la medianoche en punto. Allí se podía tomar la tradicional en cerveza Cóndor, la recordada gaseosa Bidú o algún aperitivo, como el recordado Cynar con soda, acompañados de un sándwich de jamón y queso. Otra de las características más llamativas de esta sala cinematográfica era que, por lo general, las damas no concurrían a ver películas por proyectarse allí filmes “non sanctos" y también porque esto era mal visto por la sociedad de aquel tiempo. Era, por lo tanto, el reducto ideal para la “sincola" de gran parte del estudiantado local. Pero no solamente los alumnos se “hacían la rata" aquí, ya que también muchos de los empleados que trabajaban en el centro pegaban el faltazo para saborear una cerveza y ver una película.

 ¡Cuidado con las cabezas!
Después de pasar por el bar y sacar la entrada, los “sincoleados” se sentaban en las butacas para poder ver la película. Al comenzar la proyección toda la sala quedaba en silencio, pero con el transcurrir de los minutos comenzaban las travesuras. Una de las más comunes era la de gritar mientras se proyectaba el filme; otra era la de silbar o chiflar cuando alguna actriz mostraba sus atributos naturales; y cuando la película se ponía “muy pesada" lo habitual era tirar objetos contundentes a cuanta cabeza asomara de las filas de butacas. Una vez desaparecido, aquel cine dejó un recuerdo imborrable en gran parte de la población y hoy todavía persiste en la memoria de los mendocinos.(Fuente: https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/cine-la-bolsa-a-55-anos-de-la-desaparicion-de-un-icono-de-mendoza) 

 



Calle Belgrano, Departamento de Tupungato (Noviembre de 1979) Mendoza.



💉 Campaña de vacunación en Clorinda. Formosa, 1947.



Publicidad Gráfica de FERNET BRANCA. (año 1914) Mendoza.



'Señoras y señores, con ustedes, el dinosaurio'

Hoy en día la mayoría de los mortales manejamos una cantidad inconmensurable de información que incluso para genios de los siglos pasados era desconocida. Pero a no confundirse, que mi cuñado sepa de la existencia del átomo, los microbios o la galaxia de Andrómeda, no significa que sea mas inteligente que Arquímedes. En el marco de esa injusticia del conocimiento, me resulta increíble pensar que Leonardo Da Vinci, Cristóbal Colón, Napoleón Bonaparte, Manuel Belgrano, George Washington, Wolfgang Amadeus Mozart y toda otra persona que haya muerto antes de 1824, desconociera la existencia de los dinosaurios. El responsable que los niños jueguen con tiranosaurios de plástico y que Steven Spielberg haya amasado una fortuna fue el geólogo Británico William Buckland, que paseando por una cantera de pizarra de Oxfordshire hizo el descubrimiento mas importante de la historia de la paleontología. Lo curioso de nuestro amigo Buckland, es que era un ferviente católico que abrazaba el creacionismo y defendía la existencia del diluvio universal, su pasión por la geología nace con la idea de confirmar científicamente los postulados de la iglesia. Su dualidad académico eclesiástica lo fue enfrentando al replanteo de sus creencias, así fue que elegantemente reinterpretó la palabra "Creación" como un proceso y no un hecho, por ello mientras el Corpus Christi College lo invitó a retirarse, la Royal Society lo invitaba a incorporarse. Obsesionado en descubrir como era la vida animal antidiluviana, cambió la geología por la paleontología, así fue que el 26 de octubre de 1824, descubre un gran diente y un trozo de maxilar. William no encontró animal alguno del que pudiera proceder ese fósil aunque estaba convencido que se trataba de un reptil, lo bautizó "Megalosaurus" (gran lagarto), cuando elaboró una proyección de su apariencia en vida el mundo quedó horrorizado. La Geological Society of London estaba tan desorientada que no sabía si echarlo o premiarlo, mientras lo debatían, el geólogo Gideon Mantell presenta un descubrimiento similar, el "Iguanodón", tema resuelto, Buckland presidente de la GSL. Estos descubrimientos dieron origen a una nueva rama de la paleontología, el biólogo Richard Owen acuñó la palabra dinosaurio (deinos: terrible, saurus: reptil), para infundir respeto y temor, nunca imaginó que 150 años después los niños amarían y jugarían con uno violeta llamado Barney. (Pequeñas Piezas de la historia por Gabriel Horacio Blasco Dantuono

sábado, 3 de julio de 2021

Puente Colgante de las Termas de Cacheuta. Mendoza

Hombre fuerte - Arthur Saxon de Circo Hagenbeck, Países Bajos ca. 1920.



Egresados, Colegio Nacional, AGUSTÍN ALVAREZ. Quinto Año Turno Mañana 3ra. División Bachilleres año 1970 (Mendoza).


Luis O. Abate, Andrés G. Aliaga, Ricardo M. Baron, Orlando O. Barros, Julio C. Burgos, Alberto Cano, Daniel Carroni, Jorge G. Cortijo, Osvado O. Croce, José R. Espejo, Roberto R. Fajer, Pedro H. Fiaccadori, Pablo V. Glovaski, Humberto C. Godoy, Carlos A. Grilli, Carlos C. Guiñazú, Francisco C. Iglesias, Miguel A, Klinger, Osvaldo H. Lavanti, Daniel E, Lavoisier, Raúl A. Lilloy, Juan C. Lucero,  Antonio F. Manrique, Eduardo J. Marchevsky,  Luis A. Matile, Domingo G. Moncho, Bernardo Monserrat, Reynaldo Narváez, Daniel A. Niemetz Carlos M. Novielli, manuel A. Oliva, Julio M. Perez, Francisco J. Ramirez, Eduardo D. Rodriguez, Miguel A. Salamino, José M. Salinas, Cesar O. Sanchez, Carlos E. Silberlsib, Héctor J. Sona,  Hécto E. Talavera,  Mario H. Valdez,  Daniel A. Wainstein, Carlos G. Perdigués. 


Harlem, Nueva York, EE. UU (1942)



Mateo Lopez, repartidor de Pan y Jacinto Ruiz de Bebidas (década de 1940) Mendoza.


El Tiempo, las costumbres, la tecnología fueron las causas por las que paulatinamente desaparecieron los vendedores ambulantes de antaño, que con sus carros recorrían  las calles de la ciudad pregonando su mercadería. Junto a ellos desfilaban otros que llevaban su taller a cuestas: el cardador de lana o el afilador, único supérstite de aquel tiempo, que hoy como antaño, montado en su bicicleta sigue con sus recorridas rasgando el aire con su silbato como lo hacía hace 50 o 60 años. Pero ya se fueron el panadero, con su canasta olorosa a pan fresco, el hielero, el achurero, el vendedor de ropa y otros tantos otros, cuyos pregones se perdieron en un recodo del tiempo

Saltando el charco, Berlín, 1930. (Foto de Friedrich Seidenstücker)


Tranvías en Mendoza, Década de 1960. Protagonista José Luis Astargo.

 Gentileza: Señora Celia Astargo






jueves, 1 de julio de 2021

Cacheuta y el Dique Potrerillos. TODO NEVADO. NEVADA 2021. Mendoza, Arge...

EL FARO Bar, Fiambreria y Heladería, Esquina Noroeste Belgrano y Colón (año 1953) Mendoza.

El negocio era propiedad de los Hermanos Oliver Vicente  Jurado y Jorge Eduardo Jurado provenientes de Buenos Aires, En horas de la Noche EL FARO era el lugar preferido de las familias del populoso barrio donde iban a saborear los exquisitos helados en cómodas sillas, al aire libre




Avenida Mitre, Ciudad de San Rafael (Año 1911) Mendoza.



Formación del equipo de Fútbol del Club Godoy Cruz Antonio Tomba, Campeón del año 1954. Torneo de 1ra. División de la Liga Mendocina de Fútbol.

Aparecen en la imagen de pié de izquierda a derecha:   E. Guiñez, (preparador físico). Jugadores: Garín, Frigolé,  Elso, Méndez, Unanua, Arias, Pereyra, (masajista) Agachados, de izquierda a derecha: García, Pereyra, Cipolla, Godoy y Carabajal.



miércoles, 30 de junio de 2021

Colocación de la Piedra Fundacional, del Pabellón de Pensionistas en el Hospital Provincial (año 1917) Mendoza.


En el año 1917 se realizó en el Hospital Provincial, el acto de la colocación de la piedra fundacional del pabellón de pensionistas, completando el plan general de aquel Hospital. Ante la presencia de un gran número de caballeros, médicos especialmente del cuerpo de facultativos de la administración sanitaria se realizó el acto con el discurso del señor Ministro de Industrias y Obras Públicas, Doctor Ramón O. Leguizamon, participando también el Director General de Salubridad, Doctor Carlos Ponce. 

Cristo Redentor (año 1961) Mendoza.



'La tragedia inicial'

La carrera espacial comenzó con una URSS desatada corriendo riesgos innecesarios y a los EEUU con pie de plomo. Sin embargo, la tragedia los golpeó de manera inversamente proporcional. Por el lado soviético, desde que cocinaron en órbita a la pobre perra Laika, decidieron hacer mas pruebas en tierra antes de mandar a un ñato al espacio. En esos menesteres se encontraba Valentín Bondarenko cuando la pifió. En el décimo día de una prueba de resistencia en una cámara de presión se mandó un macanón ajeno a la carrera espacial. Se sacó un biosensor, se limpió con alcohol, se le cayó el algodón sobre una placa eléctrica y adiós Bondarenko. Seis años después con todos los datos obtenidos por las misiones Gemini y Mercury, los EEUU iban por la Luna. La misión Apolo I arrancó verde, todavía no se había decidido el método de alunizaje por lo que su módulo de mando no estaba diseñado para acoplarse con el lunar. Si bien la misión era orbitar primero había que simular las condiciones de vuelo en tierra y ver si todo funcionaba, y no funcionó. Los astronautas Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee no confiaban mucho en la cápsula de mando, no por su diseño sino por sus materiales. Cuando se realizó la sesión de fotos oficial de la NASA luego de la foto de rigor sonrientes con una réplica de la cápsula, hicieron una segunda toma en posición de rezo, bromeaban con sus propios temores. La prueba inicial era con la nave fija en plataforma pero totalmente desconectada de los servicios de tierra. Así se simularía el lanzamiento y ver si la nave podía operar por sus propios instrumentos, su propia alimentación y su propio oxígeno. Una vez que los tres conejillos de india se sentaron en la cápsula, se cerró la escotilla, se inyectó oxígeno puro a una presión mayor a la de la atmósfera y a rezar. Ni bien comenzaron los ensayos, la mayoría de ellos rutinarios y muy aburridos, sonaron decenas de alarmas. La tarde transcurría entre fugas, fallas y roturas, aunque la mas preocupante eran las fallas de las comunicaciones. Por el intercomunicador se escuchó “-Como vamos a ir a la Luna si no podemos comunicarnos con un edificio que está a 200 metros”. Fue lo último que dijo Grisson, acto seguido se escucharon "¡Hey!", "¡Hay fuego en la cabina!" y "¡Me quemo, me quemo!". Por los monitores se veía a White envuelto en llamas aún fijo a su butaca tratando de alcanzar la manija de la escotilla. De haberla alcanzado tampoco la hubiera podido abrir por la presión. El silencio de radio fue interrumpido por la fractura de la cabina que expandió las llamas a toda la plataforma. Tardaron horas en poder abrir la cápsula, hubieran preferido no hacerlo. Los trajes de los tres astronautas se habían derretido encapsulando sus cuerpos. White estaba aún en su asiento, Chaffe estaba de lado bajo la escotilla y Grissom tumbado en el piso, habían luchado si saber que no tenían chance. (Fuente:Pequeñas Piezas de la Historia)

martes, 29 de junio de 2021

A 55 años del último viaje del tranvía que circuló en Mendoza

Por Carlos Campana.

Después de estar activo durante casi un siglo, este medio de transporte se convirtió en un emblema que todavía es recordado por muchos memoriosos que llegaron a utilizarlo 


Hace 55 años, nuestros padres y abuelos vieron por última vez circular un vehículo que fue el transporte por muchos años en la Ciudad, llamado tranvía. La mayoría de los adultos de hoy no lo conocieron, pero para muchos poseía un gran misticismo que hasta en la actualidad es recordado en los almuerzos familiares de los domingos. En 1966, el gobierno de Mendoza removió este servicio tranviario por considerarlo obsoleto, después de tenerlo activo por casi un siglo. Entre vías y adoquines. El 6 de abril de 1885 llegó a la ciudad de Mendoza el primer tranvía –o tranway– un excelente medio de transporte que era utilizado en todas las capitales del mundo. Era una especie de vagón de ferrocarril al que le decían “coche" construido en su mayor parte con madera e impulsado por dos caballos. Aquí, en la ciudad de Mendoza, su recorrido se iniciaba en la estación de ferrocarril ubicada en la avenida Las Heras, luego empalmaba con la avenida San Martín hasta llegar a la calle Colón, donde finalizaba el viaje. En los primeros meses de aquel año –según las estadísticas de aquella época- viajaron más de 70.000 pasajeros. Hasta principios del siglo XX, la compañía de tranway mendocina estuvo activa con sus coches y caballos, un servicio público que había creado un hábito entre los ciudadanos al ofrecer un pasaje más económico y rápido, desplazando así a los mateos y otros carruajes de alquiler. Desde sus inicios, la empresa de tranvías fue una sociedad de capitales privados y luego de explotar el negocio por más de 25 años, la Honorable Corporación Municipal se lo adjudicó a José Orfila y Cía., firma también tenía a su cargo una empresa encargada del alumbrado público de la ciudad. Orfila se encargó del servicio de tranvía durante dos años, pero su sociedad tuvo grandes pérdidas y quebró. Por esta causa la Compañía de Luz y Fuerza se hizo cargo del activo y pasivo de aquella firma. En esos días el tranway a caballo ya tenía los días contados y en 1912 se renovaron todas las líneas y el servicio pasó a ser eléctrico.

Una inauguración de alto voltaje
El 1 de octubre de 1912 quedó inaugurado el servicio de tranvías eléctricos de Mendoza, que contaba con cuatro líneas. Estas fueron enumeradas, empezando por la línea 1, que iniciaba su recorrido en la plaza de Godoy Cruz, circulaba por la calle Rivadavia, avenida San Martín, Ayacucho, Salta, Tucumán, San Martín, Rivadavia, y nuevamente a la plaza. Mientras que la número 2 partía desde la plazoleta Barraquero, seguía por la avenida San Martín, seguía por General Paz, pasaba por el Ferrocarril Pacífico, luego bajaba por Necochea, San Martín, la calle Tucumán, San Martín y llegaba al punto de partida. La otra línea, denominada 3, comenzaba el recorrido en la plazoleta Barraquero y seguía por Ayacucho, Salta, Tucumán, San Martín, General Paz, Ferrocarril Pacífico, Necochea y San Martín regresando a la plazoleta. Por último, la 4 circulaba por las calles Necochea, Buenos Aires, José Federico Moreno hasta Tucumán, San Martín, General Paz, Perú, plaza Italia, Montevideo, Patricias Mendocinas y regreso por Necochea. Un año después se inauguraron los trabajos de la doble vía por San Martín a Godoy Cruz y la ampliación por la calle Falucho. A fines de 1923 se habilitó el tramo de Tucumán a coronel Díaz y dos años más tarde se libró al público el nuevo recorrido de la línea 4, que circulaba por la calle Ituzaingó, y el 16 de marzo de 1926 se habilitó el servicio de la línea 3 al Parque del Oeste, actual Parque San Martín. A fines de ese año, se habilitó la línea 5, que llegaba al departamento de Guaymallén, y se amplió el tramo de Coronel Díaz al Cementerio de la Ciudad. A principios de 1927 se añadió otro, de la calle Colón a la plaza Italia. Durante aquellos años, la administración del servicio de tranvías estaba en manos del Estado y siguió así hasta 1966.

El último paseo
Pasaron 81 años desde la inauguración del servicio de tranvía a caballo, que fue presenciada por el presidente Julio Argentino Roca y algunos de sus ministros, hasta que se produjo el último viaje del tranvía, que ya era eléctrico. Un día del verano de 1966, el conductor o motorman –como se le llamaba– del coche de tranvía número 50 se acomodó en el asiento y partió desde la terminal ubicada en la calle San Martín. Era la línea 1, que tenía el trayecto Godoy Cruz-Las Heras. El hombre al frente de la máquina comenzó su trabajo con una profunda tristeza. Sería la última vez que conduciría ese medio de transporte. El viejo tranvía tomó por la calle San Martín hacia el Sur y comenzaron a subir algunos pasajeros. Un anciano reflejaba su pena comentándole al ocasional acompañante historias de los años que utilizó el servicio. Recordaba, entre asientos vacíos, cómo durante años los coches se llenaban y muchos viajaban hasta colgados en los estribos. El último tranvía de la línea 1 tenía las horas contadas y a las 20.30, el interno 50 llegó a la terminal y puso así el broche final a aquel medio de transporte.

(Fuente:https://www.ciudadanodiario.com.ar/otro-punto-de-vista/a-55-anos-del-ultimo-viaje-del-tranvia-que-circulo-en-mendoza) 




Juan Pi con una de sus hijas en el estudio. (c.1910). San Rafael. Mendoza



Publicidad Gráfica; Carnavales Populares del Club San José (marzo de 1976) Mendoza.



Formación del equipo de Fútbol del Club Godoy Cruz Antonio Tomba (Agosto de 1974) Mendoza.

Integrantes: Pedone; G:H: Pereyra; Yácomo; Haack; Berríos; Rodriguez; Giménez; Suárez; Paiva; Ballejos; J:O:Pereyra. Tecnico: Francisco Manuel Ontiveros



lunes, 28 de junio de 2021

Ciudad de San Rafael en 1940. Provincia de Mendoza



La Clase C del Turismo Nacional en el circuito El Challao - Cerro de la Gloria (Diciembre de 1972) Mendoza.



Sucursal del Banco Nación, Departamento de San Rafael - Mendoza (año 1918).



Publicidad Gráfica de Rhum Negrita Bardinet. (año 1956) Mendoza.


Desde 1857, el ron NEGRITA ha estado añadiendo la luz del sol a cócteles, postres y grogs. Con su experiencia consagrada, nuestros fabricantes de ron de amo hacen su selección de sus islas de casa de Martinica, Guadalupe y Réunion. Un ron excepcional con aromas poderosos, NEGRITA trae un toque flavoursome exótico a todas las clases de recetas del más viejo al más moderno. La reputación mundial del NEGRITA está también basada en los rones expresamente bended para asegurar el éxito de todas las recetas de cóctel más famosas. El ámbar o picante ("la Especia"), NEGRITA está presente en más de cien países en el mundo.


Camión Leyland, utilizado por la Compañía Internacional de Transportes Automóviles C.I.T.A SA:(años 1935-36) Mendoza.(distribuido por A.G.Pruden & CIA.S.A)



Publicidad Gráfica de FERNET BRANCA (AÑO 1939) Mendoza.



Grupo de Obreros trabajando en la construcción del interior del Ex Banco de Mendoza, Casa Central (9 de Julio y Gutierrez).



sábado, 26 de junio de 2021

Plan Cordillerano Centro, para la extracción de Cobre en Mendoza, Neuquén y San Juan. (1963 - 1968)

Salón del Sorteo de Navidad de 1898, de la Lotería Nacional

Caras y Caretas


Foto aérea de la mina de Sierra Pintada. 1975. San Rafael. Mendoza



Bodegas y Viñedos Giol. Vino Toro. (1971) Mendoza



Construcción de la base San Martín, en la Bahía Margarita, "la base más austral del mundo" (a comienzos de la década del cincuenta). Antártida Argentina, (1951)

 El 21 de marzo de 1951, el entonces coronel Hernán Pujato funda la primera base, bautizándola "General San Martín". La base cuenta con el Laboratorio Antártico Multidisciplinario San Martín (LASAN), que concentra las actividades científicas. Principalmente se realizan estudios de geomagnetismo, ionosfera, fitoplancton, geodesia y glaciología.

Monumento a Fray Luis Beltrán, La Alameda. (año 1920) Capital de Mendoza

La estatua de fray Luis Beltrán, se inaugura el 12 de febrero de 1917,en el centanario de la gloriosa batalla de Chacabuco. Donada por la Sociedad Santa Cecilia y bendecida por Monseñor Américo Orzali en su visita pastoral a tierras mendocinas. Un sanjuanino con estatua en Mendoza. Aunque todavía se cree que este fraile nació en en Mendoza o en Chile , no es tál , ya que el mismo Luis Marcelo declara a sus 16 años de edad ser oriundo de la ciudad de San Juan..

Niños de un conventillo porteño. Buenos Aires, década del veinte.



Construcción del Ala Este de la Casa de Gobierno ( 5 de Mayo de 1952) Ciudad de Mendoza.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...