lunes, 12 de julio de 2021

La Avenida Las Heras y sus más de 135 años de historia. Ciudad de Mendoza

Por Carlos Campana

Denominada así oficialmente en 1882, hasta entonces la popular arteria había tenido distintos nombres, pero siempre fue reflejo del impulso de la Ciudad


Es una de las calles más transitadas y populares de la Ciudad y su nombre está vinculado a uno de los grandes héroes de la independencia de nuestro país. Además, a partir de fines del siglo XIX fue una de las avenidas que, junto a la San Martín, tuvieron un esplendoroso desarrollo comercial. Nos referimos a la avenida Las Heras, uno de los íconos de la metrópolis mendocina.

 Mendoza resurge de las cenizas

Después del trágico terremoto del 20 de marzo de 1861, la reconstrucción de la ciudad se desarrolló bajo la confección de un plano de la ciudad nueva que la ubicaba más al Sudoeste de la anterior. Allí, una calle central llevaba por nombre Avenida de Circunvalación Norte.
El novedoso proyecto urbano consistió en el trazado de cuatro avenidas principales, más precisamente las actuales Godoy Cruz, Las Heras, Sarmiento y Colón. Años después, la avenida Las Heras –inaugurada formalmente en noviembre de 1885- se transformaría en una de las más transitadas de la ciudad de Mendoza. 

 El tranway

En 1885, por la avenida Las Heras circuló la primera línea de tranvías a caballos que fue inaugurada en abril de ese mismo año y recorría el trayecto desde la estación del ferrocarril, pasando por avenida Las Heras, avenida San Martin, Colón y Belgrano, hasta el lugar de partida. Los mendocinos utilizaron este servicio hasta que fue sustituido por el tranvía eléctrico en la primera década del siglo XX. Por resolución municipal, el 13 de octubre de 1882 la arteria fue denominada Avenida Las Heras en honor al guerrero de la Independencia y político de Buenos Aires Juan Gualberto Gregorio de Las Heras. Esta vía de comunicación abarcaba, por aquel entonces, de la actual avenida San Martín hasta Boulogne Sur Mer. A pesar de la denominación oficial dada por el municipio capitalino, los mendocinos la seguían llamando hasta principios de 1900 “la Calle de las Carretas”. Se la nombraba así porque a lo largo de esta calle se estacionaban los carros y carretas que transportaban hasta la ciudad mercaderías que provenían de diferentes puntos del país. Con los años, el tramo de avenida Las Heras que va desde Belgrano hasta Boulogne Sur Mer pasó a denominarse, en 1932, avenida Juan B. Justo. 

 El primer shopping del centro

Al poco tiempo de oficializarla, la avenida Las Heras se transformó en una de las más populares de la Ciudad y, por primera vez en la historia de Mendoza, se instaló un centro comercial, denominado el Mercado Central, cuyo dueño era el empresario Luis Lavoissier, quien lo construyó en un sitio de su propiedad ubicado en avenida General Las Heras esquina Libertad, arteria que en 1911 pasó a llamarse Patricias Mendocinas.
Inaugurada en 1883 por Lavoisier, fue la primera galería comercial y feria de la ciudad, con salida a tres calles: Patricias Mendocinas, Las Heras y General Paz. Surgió como una enorme feria sin techar, con paredes de adobe y pórticos de piedra cuyos comerciantes eran mayoritariamente inmigrantes.  Muy importante para el desarrollo del mercado fue la llegada del ferrocarril, en 1885, lo que marcó un despegue definitivo de toda la zona debido a la presencia de inmigrantes y viajeros que transitaban febrilmente por allí. El 29 de octubre de 1888 se le otorgó la personería jurídica a la Sociedad Anónima Mercados de Mendoza y se construyó la primera galería comercial de la provincia con salida a tres calles, que se denominó Pasaje del Mercado Central. Entre 1922 y 1924 se remodeló el edificio y se comenzó a hacer galpones de adobe, con puestos de estructura de metal y mesadas de mármol. Luego de un incendio ocurrido en 1968, el lugar fue reconstruido, eliminándose las construcciones de adobe y adquiriendo la fisonomía actual.

A través de los años, por sus pasillos caminaron famosos artistas, entre ellos Carlos Gardel –en junio de 1933– y el mexicano Mario Moreno Cantinflas –en setiembre de 1968-, que degustaron los famosos churros del Bar Americano. También se recuerda las visitas de otras figuras como el entonces presidente Arturo Illia, la actriz Olga Zubarry, el folclorista Antonio Tormo y el boxeador campeón del mundo Nicolino Locche, quienes solían degustar las empanadas y pizzas de uno de sus reconocidos puestos. En 1991, al cumplirse 107 años de su fundación, el lugar fue declarado de ‘Interés Turístico’ por el Gobierno de la provincia, por su enorme valor tradicional, patrimonial y cultural para todos los mendocinos. Actualmente, el mercado ofrece productos de la tierra mendocina, como  frutas y hortalizas frescas y secas, vinos, dulces caseros y comidas típicas, y es además un sitio donde la tradición dejó su sello, ya que hay puestos que son atendidos por la cuarta generación de la misma familia. 
También se venden todo tipo de productos de mar, muy frescos, carnes y aves. Posee un Patio de Comidas con una carta de variados platos para todos los gustos, en un ambiente muy típico de la Ciudad de Mendoza. 

 Entre empedrado y palmeras

 A principios del siglo XX, bajo la intendencia de Manuel A. Ceretti, se concretaron los trabajos para empedrar la avenida Las Heras, en el tramo comprendido entre 9 de Julio y Belgrano. De esta manera la importante avenida fue embelleciéndose y a partir de 1907, se la conocía como “la calle de las palmeras”, ya que en la parte central había una especie de bulevar donde se plantaron palmeras, haciéndola muy pintoresca.


Con el correr de los años, la tradicional avenida comenzó a registrar un notable impulso y a partir del 18 de setiembre de 1957, por inquietud de los comerciantes de la zona, quedó fundada la Asociación Amigos de Avenida Las Heras. Los dirigentes de esa entidad tuvieron como primer objetivo mejorar la imagen de la avenida, y una de las tareas iniciales, desde el aspecto urbanístico, consistió en modernizar la iluminación con tubos fluorescentes que, por esos años, eran lo último en tecnología y esta avenida fue la primera en lucirlos.

(Fuente: https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/la-avenida-las-heras-y-sus-mas-de-135-anos-de-vida)









 




Camino a Cacheuta. Desde el aire. Mendoza. Argentina

Monumento al Ejercito Libertador, en el Cerro de la Gloria. Parque General San Martín( c. 1920) Ciudad de Mendoza



Un rincón del Lago del Parque General San Martín. Ciudad de Mendoza. Principios Siglo XX



Un Rincón del Jardín Zoológico de la Ciudad de Mendoza. (c.1930) Parque General San Martín



Pérgolas del Rosedal del Parque General San Martín. (c.1930) Ciudad de Mendoza



Estación del Tren Trasandino en la localidad de Uspallata. (c.1910) Provincia de Mendoza



Hombre bajo la lluvia, Nueva York, 1952. (Foto de Ruth Orkin)



Jovencitas de los años 1920



Mirando hacia el sur a lo largo de Allenby Road (ahora Allenby Street) en la intersección con King George Street, Tel Aviv, Palestina (ahora Israel), circa 1937



Prendiendo fuegos artificiales, Sicilia, 1950 s. Fotografía de Mario De Biasi.

 

Varinas (vendedoras de pescado) en Lisboa, Portugal, 1970. (Foto de Eduardo Gageiro)



domingo, 11 de julio de 2021

Grupo de niñas asiladas en el establecimiento dependiente de la Sociedad de Beneficencia,1923.


Turistas sobre el puente en el Cabo Corrientes, Mar del Plata, s/f.


Pareja en Santa Mónica, California, alrededor de los 1930


Borrachos/as, 1954. fotografiado por Kurt Hutton.


Hombres levantando sus jarras durante el Oktoberfest en Múnich, 1961. Fotografiado por Stan Wayman.


Remeros en el Lago del Parque General San Martín. Ciudad de Mendoza s/f



Paseo de La Alameda. (c.1920) Ciudad de Mendoza



Hotel Termas de Villavicencio. (d.1950) Provincia de Mendoza



Los revolucionarios almacenes de 1800

 Por Carlos Campana

A fines del siglo XIX la ciudad de Mendoza se vio “invadida” por negocios que ofrecían productos novedosos traídos del exterior


Ocurrió a fines de 1892 en la tranquila, pero floreciente aldea mendocina, cuando de un día para otro, se instaló un nuevo y rentable negocio: el almacén de alimentos. Al principio, los primeros establecidos observaron que una importante franja de la población empezaba a transformar sus hábitos, cambiando los tradicionales alimentos básicos de carnes y verduras –estas últimas cosechadas en las improvisadas huertas en el fondo de las casas- para consumir los nuevos productos envasados en latas, como así también se inclinaban por una nueva bebida alcohólica llamada cerveza u otros aperitivos importados. Esto llamó poderosamente la atención a los comerciantes, quienes de a poco empezaron a ver que obtenían grandes ganancias. Muy pronto se produjo la instalación de nuevos establecimientos y, por ende, una feroz batalla de precios y de novedosos productos tanto del país como importados. La competencia duró algunos años y muy pocos de estos grandes almacenes sobrevivieron a la exigencia del consumidor mendocino. Pero introduzcámonos en aquellos tiempos para saber cuáles eran los gustos y tendencias a la hora de elegir.

Aquella vieja prosperidad

A fines del siglo XIX, la ciudad crecía a pasos agigantados. Con el correr de los años, los comercios iban instalándose con gran celeridad en la arteria principal –hoy avenida San Martín- y calles aledañas, como Lavalle, Buenos Aires, San Juan, Entre Ríos, Unión -actual Paseo Sarmiento o Rivadavia. Las nuevas edificaciones iban dándole a la urbe local un toque diferente, acompañadas de nuevas tecnologías que incluían la llegada de los transportes, como el tranvía a caballo y el ferrocarril, que habían desarrollado una gran transformación para poder potenciar una economía a pleno al poder transportar en cuestión de horas todo tipo de productos en gran cantidad y a menor costo.


La nutrida inmigración que llegaba generalmente de Europa fue uno de los más importantes factores para que la provincia progresara en forma vertiginosa. También lo fue para el comercio, que se incrementó en gran medida y muchos propietarios se beneficiaron amasando grandes fortunas. El consumo que traía la adopción de una política capitalista se había extendido a gran parte de la población, que trabajando podía comprar un poco más que la canasta básica para alimentarse, tener una indumentaria digna y darse algunos gustos. Para muchos, solo "el progreso" podía hacer este milagro. Por aquel tiempo la Argentina vivía momentos de gran prosperidad, y eso se reflejaba en el mundo, ya que se encontraba en la lista de los países más importantes. En aquel momento, en la ciudad de Mendoza abundaban las confiterías, cafés, peluquerías, tabaquerías, mueblerías, ferreterías, tiendas, mercerías, librerías y, por supuesto, no podían faltar los almacenes de comestibles, que eran los más visitados por la población. Estos verdaderos palacios del buen comer exponían su codiciada mercadería en los escaparates de las vidrieras, haciendo que a muchos transeúntes al pasar, se les hiciera agua en la boca y se tentaran para comprar algún producto.

 Productos para todos

Entre la gran lista de almacenes de comestibles instalados, se encontraba tal vez el más grande e imponente de estos negocios, llamado Al Pobre Diablo, ubicado en la esquina de San Juan y Entre Ríos. Su edificio era majestuoso y en sus vitrinas se encontraba una variedad de exquisitas mercaderías que producían la tentación de todo mortal. En sus vidrieras se podían observar todo tipo fiambres y de conservas importadas, contenidas en frascos.


Además de tener exhibidos los alimentos y bebidas, este negocio poseía una especie de cantina, en donde por la tarde muchos distinguidos caballeros se sentaban a beber el apreciado aperitivo hecho a base de hierbas y alcohol llamado Berthe, que era acompañado por una abundante “picadita" compuesta de variados y sabrosos quesos, trozos de jamón crudo y las infaltables aceitunas rellenas producidas en Mendoza.

 Latas de lejanas tierras

En esos tiempos de abundancia, se produjo una invasión de novedosos productos envasados que venían de Europa, en especial de países como Francia, Italia y el Reino Unido, lo que inició un rotundo cambio en el hábito de las comidas. Muchos años atrás, la dieta en las familias mendocinas estaba basada principalmente en carne vacuna, guisados y algunas verduras, pero a finales del siglo XIX, los nuevos métodos para conservar alimentos y la migración que se produjo desde el viejo continente trayendo sus costumbres, cambiaron para siempre el hábito de las comidas.

Dentro de esta nueva dieta se fueron incorporando quesos como el gruyere, el azul –comúnmente llamado roquefort–, el Holanda, el gorgonzola, el cheddar y el parmesano. Otra novedad fue la incorporación de variedades de pescados en conservas, como el bacalao del Reino Unido, anchoas españolas enlatadas, atún francés, andonilettes trufadas y sardinas con tomates, todo enlatado. Ahora sí la variedad de alimentos para los progresistas ciudadanos de Mendoza era más que importante. A esto, había que sumarle la feroz competencia de precios y productos entre los grandes almacenes locales.

 Duelo entre almaceneros

A pesar de que el almacén Al Pobre Diablo era uno de los comercios de mayor venta en la ciudad, otro que tenía el simpático nombre de La Bombilla daba batalla con sus precios económicos y sus variedades de quesos y embutidos. Este negocio estaba ubicado en la calle San Martín 260 y su dueño era el italiano Gerónimo Corvetto. Gran cantidad de público concurría a comprar a lo del “tano", como cariñosamente le decían. Más al Oeste existía otro negocio de almacén, llamado El Positivo, establecido en la calle Unión –actual Sarmiento- y Perú, que ofrecía los mejores productos alimenticios importados, además de licores y vinos. Más hacia el centro de la ciudad, se encontraba otro de los tradicionales almacenes, llamado La Sirena, que con su agresiva publicidad en panfletos y periódicos desprestigiaba a los otros comercios, acusándolos de desleales en su peso y calidad. Este negocio era administrado por los señores Ugalde y Aguinaga. Otro de los que llamaban poderosamente la atención era el almacén denominado La Locomotora, y como su nombre lo indicaba, aplastaba a los demás establecimientos de comestibles con sus precios y novedades. Paradójicamente, se encontraba en donde hoy se ubica un conocido supermercado de origen francés, en la intersección de la avenida Las Heras y la calle Belgrano, de Ciudad. Su dueño era el italiano Miguel Carosella, quien introdujo una gran variedad de comestibles incluyendo aceitunas sicilianas y embutidos del país sardo. Con el correr del tiempo, el apogeo de los almacenes de comestibles en la ciudad de Mendoza, comenzó a declinar cuando empezaron a pasar de moda, y como consecuencia de esta decadencia, muy pocos sobrevivieron pasada la primera década del siglo XX.

Fuente: https://www.ciudadanodiario.com.ar/otro-punto-de-vista/los-revolucionarios-almacenes-de-1800







'La estafa de Hitler'

Adolf Hitler era un hombre muy ocupado, entre invasiones, desfiles, matanzas, mentiras, conspiraciones y planear métodos de exterminio se metió en el diseño de un auto y lo hizo con pasión, como alguna de las anteriores. Desde 1932 un joven genio de la ingeniería automotriz, un tal Ferdinand Porsche, andaba obsesionado en el proyecto de un auto para el pueblo, no un slogan, un auto económico y eficiente. Fabricó un prototipo, el "Porsche Lohner Chasie" pero recorrió sin éxito todas las fábricas de Alemania y Austria, que todavía era un país aparte. Pero en 1934 se cruza con Hitler que andaba con esa idea pero detrás de la de construir tanques y cañones. Hitler le dio una lista de condiciones, un vehículo para 4 personas, motor refrigerado por aire, que no consuma mas de 7 litros cada 100 km y que alcance una velocidad de 100 Km/h. Porsche sonrió, su Lohner Chasie encajaba perfectamente. Se encargaron tres prototipos a empresas distintas, el VW1 a la Reutter, el VW2 a la Drauz y el VW3 a la Daimler Benz, este último sería el elegido. Corría con el caballo del comisario. Cuando Hitler lo vio había algo que no lo convencía, no tenía ventanas traseras. Si se podían agregar algún tipo de ventana en lugar de las rejillas de ventilación Hitler daría el "OK" para comenzar la producción. Con toda la industria bélica alemana ocupando las plantas de la Asociación alemana de fabricantes de coches, había que construir una nueva planta de producción. El único lugar viable era a su vez uno ideal, Wolfburgo. Un río navegable, vías férreas y una central eléctrica propia, una pinturita. La primera tanda de vehículos se llamaría "KDF-Wagen" y se compraría financiando previamente su producción mediante bonos. Cuando se saldaba el auto y se completaba un campo minado de trámites, se lo entregarían. Esto espantó a la clase trabajadora, que se suponía era la destinataria del proyecto. Sin embargo mas de 300.000 aventureros encargaron el suyo. El 22 de Junio de 1938 comenzó la entrega de los ya llamados "Volksauto", pero a cuenta gotas. En 1939 Alemania invadió Polonia y la planta pasó a fabricar artillería. 336.000 personas pagaron su auto pero como no recibieron nada y pensaron, si Hitler no nos pudo entregar un auto, mucho menos un imperio o un futuro. La fábrica se reactivó al finalizar la guerra como parte del plan de reconversión industrial y se confirmó que el proyecto de Porsche era viable. El famoso "Beatle" se fabricó durante 50 años y vendió más de 35 millones de unidades. (Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono)

El Embalse Potrerillos desde Arriba. Paisajes de Mendoza Argentina

sábado, 10 de julio de 2021

Qué hacer en Mendoza 2021, Argentina

Vista Panorámica de Puente del Inca. (d.1930) Provincia de Mendoza



Valle de Potrerillos. (c.1930) Provincia de Mendoza



Lago del Jardín Zoológico de Mendoza. Parque General San Martín. (c.1930)

 

Refugio en la Laguna de Los Horcones. Provincia de Mendoza. Principios Siglo XX



Plaza Italia. Ciudad de Mendoza. S/F



Monumento al Teniente Benjamín Matienzo. Parque General San Martín. (c.1930) Ciudad de Mendoza



Usina de la Empresa Luz y Fuerza. Cacheuta. Mendoza. s/f



Valle de Las Cuevas. Provincia de Mendoza. (1925)



Estampilla de 10 Centavos. Puente del Inca. Provincia de Mendoza. (1972)



Dos mujeres posan frente a las Ruinas del Templo de San Francisco. (1912) Ciudad de Mendoza



10 de Julio de 1948 - Se forma la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo. Su primer Director fue el Maestro Julio Perceval y el primer solista el pianista Francisco Amicarelli.

 

Una vista del Rosedal del Parque General San Martín. (c.1930) Ciudad de Mendoza



viernes, 9 de julio de 2021

Viñedos en Vistalba. (c.1940) Mendoza



La Quinta Agronómica. (c.1929) Hoy actual Centro Cívico de la Ciudad de Mendoza



Capilla de Puente del Inca. (c.1930) Provincia de Mendoza



Usina de la Empresa Luz y Fuerza. Cacheuta. Mendoza. s/f



Valle de Villavicencio. Provincia de Mendoza. Principios Siglo XX



Paisaje Nevado del Hotel y Balneario de Aguas Termales de Puente de Inca. (c.1930) Provincia de Mendoza



La tardía celebración en Mendoza de la declaración de la Independencia

Por Carlos Campana

En agosto de 1816, el entonces gobernador intendente de Cuyo José de San Martín organizó actos que incluían una corrida de toros y bailes en casas de vecinos


En 2021 se celebra en todo el país el 205º aniversario de nuestra Independencia. En aquellos días, la noticia de este importante acontecimiento tardó –por las largas distancias y los lentos medios de transportes– varias semanas para que las entonces provincias Unidas del Sud pudieran jurar la deseada emancipación de España. En Mendoza este hecho histórico se conoció casi un mes después, y el 8 de agosto de 1816 las autoridades, las tropas y el pueblo juraron el acta de la Independencia.

 Antes libres que esclavos
Luego de la revolución de abril de 1815, que destituyó al director supremo Alvear, se formó un gobierno provisorio que disolvió la Asamblea de 1813 e impulsó mediante un Estatuto Provisional la convocatoria a un Congreso General Constituyente, en el que se eligieron representantes de cada provincia. Posteriormente se determinó que los diputados se reunirían en la ciudad de San Miguel de Tucumán para elegir a los representantes. Los objetivos principales de este congreso eran la "declaración de la Independencia" y a la adopción de una Constitución que organizara el Estado, lo que tardó más de 40 años en ejecutarse.
En Mendoza, a mediados de junio de 1815 el Cabildo eligió como sus representantes a los doctores Juan Agustín Maza y Tomás Godoy Cruz, quienes participaron en la primera sesión, el 24 de marzo de 1816.
Ese día, el encuentro se inició a las 8, con una salva de 21 cañonazos. Después, en la casa elegida para realizar el Congreso se reunieron veintiún diputados de diferentes provincias. Posteriormente las delegaciones marcharon hacia el templo de San Francisco, en el que se ofició un tedeum. Finalizado el acto litúrgico, la comisión regresó al recinto, donde Pedro Medrano, como presidente provisional –cargo que se renovaba mensualmente– juró por la religión y la integridad del territorio de las Provincias Unidas, como lo hicieron después todos los diputados. A partir de esa fecha se comenzó a sesionar periódicamente, pero por inexplicables motivos, la Asamblea dilataba el principal objetivo: emanciparse del reino de España. Esa situación causó la reacción de muchos patriotas. Ante la demora de la declaratoria de la Independencia, el gobernador intendente San Martín instruyó a los delegados mendocinos para que trataran de que se ejecutara con la mayor rapidez aquel anhelado objetivo. El 3 de mayo se abrió la sesión y, con 23 votos sobre 25, Juan Martín de Pueyrredón fue elegido director supremo de las Provincias Unidas de Sud América. El flamante representante apeló siempre a la participación activa de las provincias en las decisiones del gobierno. El martes 9 de julio de 1816, a las 14, se iniciaron las sesiones y se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Los representantes proclamaron la existencia de una nueva nación libre e independiente de España.  El diputado sanjuanino Francisco Narciso de Laprida preguntó: "¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?". Todos los diputados contestaron afirmativamente. De inmediato se labró el ‘Acta de la Emancipación’. Un aspecto que suele quedar en el tintero a la hora de recordar este suceso trascendental, es que días después del acto de desvinculación con el reino español se volvió a declarar la Independencia con un artículo adicional. Esto se debió a un persistente rumor sobre que, a espaldas de los diputados, se estaba gestionando un protectorado portugués. Por ese motivo, los diputados aceptaron que a la Declaración de la Independencia se le introdujera una modificación. Un nuevo párrafo decía: "...una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y de toda otra dominación extranjera". 

El nuevo monarca
En los comienzos de julio de 1816, algunos políticos decidieron plantear la designación de una forma de gobierno monárquica, representada por un descendiente inca. La posible designación de esta nueva manifestación de gobierno sorprendió a muchos y fue rechazado rotundamente por los diputados de Mendoza, pero a pesar de la oposición, la idea de un monarca inca cobró forma y hasta se planteó la regencia por parte de la corona portuguesa. Pero la posición de Maza y Godoy Cruz fue muy firme: su objetivo era crear una república.

Festejo cuyano
En nuestra provincia, la noticia de la Independencia de las Provincias Unidas del Sud se conoció a fines de julio. A principios de agosto, José de San Martín, entonces gobernador intendente de Cuyo, dispuso que la fecha de jura de fidelidad al ‘Acta de Emancipación’ fuese el 8 de agosto. Con ese motivo se blanquearon los frentes de las casas y las calles se adornaron con flores y gallardetes, como se acostumbraba en aquella época.
En la mañana del 8, en la Plaza Mayor de nuestra ciudad –hoy Pedro del Castillo– se reunieron las tropas y gran parte del pueblo para celebrar la jura de la Independencia del rey de España Fernando VII. En la ceremonia, el entonces coronel mayor José de San Martín juró la declaración en la sala capitular junto a sus jefes y oficiales. Acto seguido el pueblo hizo lo propio y después lo hicieron las tropas del Batallón de Infantería número 11, algunos de los escuadrones de Granaderos a Caballo, el piquete del Batallón Nº 8 y las milicias cívicas de Mendoza. En la tarde del 9 de agosto, se realizó en la plaza una corrida de toros a la que acudieron las autoridades y una importante cantidad de vecinos. Por la noche se lanzaron fuegos de artificio, que fueron contemplados por muchos mendocinos que se reunieron en la calle de la Cañada –hoy Ituzaingó– y la plaza principal. En los tres días sucesivos en distintas viviendas se realizaron bailes que duraron hasta la medianoche. Días después de esos actos, el gobernador San Martín era comunicado oficialmente por el gobierno de las Provincias Unidas respecto de su designación de general en jefe del nuevo el Ejército de los Andes y delegaba el mando como gobernador intendente de Cuyo al brigadier Toribio de Luzuriaga, quien asumió en los primeros días de septiembre de 1816 el mando para dirigir los destinos de las provincias cuyanas hasta 1819. En aquellos días se iniciaba la formación de un nuevo ejército, llamado de los Andes, que se preparaba para llevar la libertad a Chile y Perú en los años posteriores, sellando también la independencia de las entonces Provincias Unidas del Sud, aquella que se forjó en Tucumán un 9 de julio de 1816.
Fuente: https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/la-tardia-celebracion-en-mendoza-de-la-declaracion-de-la-independencia




Vendimia (año 1890) Mendoza.



'La ley Coogan'

En un mundo ideal, los padres no deberían explotar laboralmente a sus hijos. En un mundo ideal, los padres no deberían robar el dinero de sus hijos. En definitiva, en un mundo ideal no hubiera sido necesario elaborar la 'Ley Coogan'. Esta ley aprobada en 1939 en el estado de california, fue incluida en 'Código de familia' y el 'Código laboral'. Fue el último capítulo de una larga batalla legal donde el joven Jackie Coogan le reclamaba a sus padres los mas de 4 millones de dólares que había ganado trabajando como actor desde los 4 años. Pero, ¿tan importante era el caso como para que terminara siendo una ley?. El caso no tanto, lo importante era el niño. Charles Chaplin era la mayor estrella del cine a principio de los años '20. Luego de 50 cortos, estaba sumergido en la producción de su primer largometraje. Agobiado y estresado decidió tomarse un respiro e ir al Orpheum a ver a un bailarín comediante. Luego de una función que no le pareció nada del otro mundo, se produjo algo mágico. Junto con el protagonista, al saludo final, salió un niño de unos 4 años. Con una sonrisa que iluminaba el teatro, comenzó a ejecutar unos pasos mitad baile y mitad comedia que hicieron estallar al público. Ese niño era Jackie Coogan. Chaplin lo transformó en la pieza fundamental de su filme 'The Kid'. Con solo 6 años desplegó una catarata de recursos actorales, además realiza una de las escenas más dramáticas de la historia del cine cuando es cargado en la caja de un camión y ruega que no se lo lleven al orfanato. Chaplin, unos años después confesó que le dijo, si no logras llorar, voy a hacer que te lleven enserio a un orfanato. Coogan se transformó en una celebridad, filmó decenas de exitosas películas que le reportaron ganancias astronómicas, que sus padres se encargaron de administrar. Tal era la popularidad de Coogan, que con motivo del primer corte de su rubia cabellera se decidió hacer un filme  'Johnny get your hair cut'. Un resumen de su popularidad era que mientras los niños querían ir a ver a Babe Ruth, Babe Ruth lo quería ir a ver a él. La mayoría de edad lo alejó de las preferencias del público y llegaba la hora de disfrutar la fortuna que había amasado. Pero su madre y su segundo esposo se habían patinado mas de 4 millones de dólares, cuanto recibió Jackie?, unos 120 mil... para pagar las costas de los abogados. Este hecho precipitó el tratamiento de la ley de trabajo infantil llamada 'Ley Coogan'. Esta no solo resguardaba las ganancias hasta su mayoría de edad sino que regulaba duración de las jornadas laborales y escolaridad especial. Para escapar de su nueva realidad, Coogan se enlistó en la 'US Army Air Corps' donde sirvió como piloto de reconocimiento en la India y Birmania. Al terminar la guerra no pudo reinsertarse en Hollywood, apenas papeles secundarios en películas de clase 'B' o series de segunda línea. Pero un día la fama se acordó de él y le dio otra oportunidad, en realidad el que se acordó fue  el productor Charles Adams. Le ofreció participar de un casting para un simpático tío pelado con ojos saltones, el 'Tío Lucas' o 'Uncle Fester' en la serie 'La familia Addams'. Le robó el papel a otros 20 comediantes. Su carrera resurgió y no paró de trabajar hasta su muerte en 1984. (Fuente: Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono)

9 de Julio de 1924. Se inaugura en la Plaza departamental de Godoy Cruz, el monumento a Tomás Godoy Cruz, ubicado en el centro de la misma.



9 de Julio de 1854, nace en Mendoza Adolfo Calle.

Hijo de Francisco Estanislao Calle y Constanza García. A los siete años quedó huérfano, ya que sus padres y hermanos perecieron en el terremoto del 20 de marzo de 1861. Se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales en 1877. El 20 de octubre de 1882 fundó el diario Los Andes. Falleció en Buenos Aires el 6 de enero de 1918.

9 de Julio de 1844. Nace en la ciudad de Rosario, Santa fe, Tiburcio Benegas.

En 1865 se instaló en Mendoza y se destacó por ser Gobernador de la provincia y además por poseer importantes propiedades con viñas varietales y plantas frutales. Fue un destacado representante de la oligarquía mendocina.



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