Nacida en el seno de una familia británica de firmes raíces católicas, cuando decidió dedicarse a la enfermería torció el deseo de sus padres de casarse y solo llevar adelante el rol de madre. Su abultada situación económica le permitió viajar, estudiar y perfeccionarse con tareas de campo en varios países como Alemania, Grecia y Egipto, adquiriendo una amplia experiencia en todos los eslabones de la enfermería. Su estrecha relación con políticos le permitió acceder a cargos gubernamentales desde donde impulsó programas de capacitación para enfermeras y realizar las primeras estadísticas sanitarias y epidemiológicas. Luego de una invalorable experiencia en la Guerra de Crimea, en 1860 creó la escuela de enfermería con sede en el hospital Saint Thomas de Londres y una sucursal en el hospital Real Buckinghamshire de Aylesbury. En estas escuelas se enseñaba enfermería de manera profesional pero orientada a asistir humanitariamente a heridos de guerra, marginados sociales y enfermos terminales, sus postulados fueron los que inspiraron a Henri Dunant para fundar la "Cruz Roja Internacional" en 1863. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, miembro honorario de la American Statistical Association y galardonada con la Orden de Mérito del Reino Unido por pedido de la propia Reina Victoria en 1883. En homenaje a su contribución a la profesión en 1893 se instituyó el "Juramento Nightingale" para los que se reciben de la carrera de enfermería, además se fijó el día de su cumpleaños como el "Día del enfermero". A los 90 años falleció plácidamente mientras dormía en su casa de Park Lane en Londres, pese a que se le ofreció a sus familiares sepultarla con honores en la Abadía de Westminster, prefirieron hacer honor a su vida humilde y fue enterrada en el cementerio de la Iglesia de St. Margaret en East Wellow, Hampshire.
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