Mientras la coalición cristiana integrada por reinos del occidente europeo batallaban contra las fuerzas egipcias en plena Quinta Cruzada, los reinos de Dinamarca y Suecia apoyados por caballeros Livonios y Teutónicos iniciaban su propia caza de paganos en el nororiente europeo en lo que se conoce como “Las Cruzadas Bálticas”. Los objetivos eran los pueblos Estonios, Eslavos, Lituanos y Prusianos, a pedido del Papa, el rey danés Valdemar II al mando de un gran número de chalupas llega a las costas de la actual Estonia. Un grupo encabezado por el conde Alberto de Nordalbingien desembarca en Lyndanisse para tomar las proximidades del Castillo Danorum pero las columnas de sus lugartenientes, los obispos Anders Sunesen y Teodorico de Estonia pagaron caro su inexperiencia y fueron repelidos por por los Estonios. La huida desordenada recién se detuvo cuando arribaron las tropas a cargo de Vitslav I de Rügen, allí un hecho místico elevó la moral de las tropas danesas que arrasaron al enemigo y tomaron la fortaleza. El suceso que dio un empuje moral a las tropas es una de las mas sagradas leyendas danesas, se dice que cuando la batalla estaba casi perdida, al arribar Vitslav, un lienzo rojo con una cruz blanca cayó del cielo, esto fue tomado como una señal de Dios, como el resultado fue una victoria aplastante, se la llamó “Dannebrog” y se la adoptó como bandera nacional, siendo la mas antigua de las mas de 200 vigentes.
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