Con picos de emotividad, algunas notorias ausencias y sin aparentes sobresaltos de última hora, se cerró ayer el largo y conflictivo proceso de privatización de los bancos de Mendoza y de Previsión Social, que quedaron en manos del consorcio integrado por el Banco República y Magna Inversora La ceremonia de traspaso se realizó en el edificio del Banco de Mendoza, en Gutiérrez y 9 de Julio, y tuvo como oradores al Gobernador Arturo Lafalla; el presidente del nuevo directorio de las entidades, Raúl Moneta, y al titular saliente de los bancos, Francisco Díaz Telli. Además de ellos tres, en la mesa central del acto estuvo la ministra de Economía y Finanzas. Ana María Mosso de Mortarotti, timonera de la privatización, quien-emocionada-mezcló sus saludos con sollozos al término de los discursos.
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