Esta frase es una de sus más célebres reflexiones sobre la naturaleza irracional del enamoramiento. La frase se basa en la conocida metáfora de que "el amor es ciego", una idea que Shakespeare popularizó en sus obras. Significa que las personas enamoradas no pueden ver (o deciden ignorar) los defectos, errores e imperfecciones de la persona a la que aman. El afecto intenso nubla su juicio y su capacidad de análisis. Desde fuera, las acciones o gestos de una pareja pueden parecer absurdos, ridículos o, como dice Shakespeare, "divertidos". Sin embargo, para los protagonistas de la relación, esas mismas acciones son justificables y no ven el lado cómico o irracional que los demás perciben. Esta parte de la frase resalta la ironía de la situación, donde la "ceguera" del amor actúa como una burbuja que aísla a los amantes de la perspectiva de los demás. Esta idea aparece en la obra de Shakespeare El mercader de Venecia, estrenada en 1605, donde el personaje de Jessica pronuncia una frase similar. También explora el tema en otras obras, como Sueño de una noche de verano, en la que el amor se presenta como una fuerza irracional y a menudo cómica. La cita combina una observación perspicaz con un toque de humor. Aunque se presenta como una advertencia sobre la irracionalidad del amor, lo hace de una manera irónica y dulce, reconociendo que esas "tonterías" son parte de la experiencia humana del enamoramiento. No es un juicio negativo, sino una descripción precisa y a menudo divertida de la condición de estar enamorado.
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lunes, 6 de octubre de 2025
FRASE DEL DÍA. El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen. (William Shakespeare)
Esta frase es una de sus más célebres reflexiones sobre la naturaleza irracional del enamoramiento. La frase se basa en la conocida metáfora de que "el amor es ciego", una idea que Shakespeare popularizó en sus obras. Significa que las personas enamoradas no pueden ver (o deciden ignorar) los defectos, errores e imperfecciones de la persona a la que aman. El afecto intenso nubla su juicio y su capacidad de análisis. Desde fuera, las acciones o gestos de una pareja pueden parecer absurdos, ridículos o, como dice Shakespeare, "divertidos". Sin embargo, para los protagonistas de la relación, esas mismas acciones son justificables y no ven el lado cómico o irracional que los demás perciben. Esta parte de la frase resalta la ironía de la situación, donde la "ceguera" del amor actúa como una burbuja que aísla a los amantes de la perspectiva de los demás. Esta idea aparece en la obra de Shakespeare El mercader de Venecia, estrenada en 1605, donde el personaje de Jessica pronuncia una frase similar. También explora el tema en otras obras, como Sueño de una noche de verano, en la que el amor se presenta como una fuerza irracional y a menudo cómica. La cita combina una observación perspicaz con un toque de humor. Aunque se presenta como una advertencia sobre la irracionalidad del amor, lo hace de una manera irónica y dulce, reconociendo que esas "tonterías" son parte de la experiencia humana del enamoramiento. No es un juicio negativo, sino una descripción precisa y a menudo divertida de la condición de estar enamorado.
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