domingo, 21 de diciembre de 2025

📌 El material rodante del Trasandino: vapor, cremallera, electricidad y nieve en la cordillera


El Ferrocarril Trasandino, que unió Mendoza (Argentina) con Los Andes (Chile), requirió un material rodante excepcionalmente complejo debido a las duras condiciones de la cordillera. En sus primeros tramos, cerca de Los Andes, se emplearon locomotoras pequeñas Hawthorn Leslie 0-6-0T, una de ellas bautizada en honor al presidente chileno José Manuel Balmaceda. Más tarde, al alcanzar la alta montaña, se incorporaron locomotoras Shay de la Lima Loco Co. (EE. UU.), útiles para convoyes livianos. La verdadera solución llegó con el sistema de cremallera ABT, que permitió a locomotoras Borsig alemanas (2-6-2T y 2-6-4T) arrastrar trenes de hasta 50 toneladas. Para mayores cargas, se adaptaron locomotoras Kitson-Meyer articuladas, adquiridas entre 1907 y 1909, capaces de mover hasta 140 toneladas en pendientes del 8%. El lado argentino recibió seis máquinas similares. La firma Esslingen entregó dos más, aunque una quedó abandonada tras un accidente en Juncal. El servicio era eficaz pero lento: las locomotoras a vapor consumían enormes cantidades de carbón y en los tramos de cremallera no superaban los 15 km/h, demorando más de una hora en recorrer los 12 km entre Juncal y Portillo. Para mejorar la operación, en 1927 se electrificó el tramo chileno entre Río Blanco y Las Cuevas, con locomotoras suizas Brown Boveri & SLM Winterthur, clasificadas luego como Clase 100. En 1953 se extendió la electrificación hasta Los Andes, y en 1961 se sumaron locomotoras Clase 200. Sin embargo, la vulnerabilidad de las instalaciones eléctricas frente a rodados mantuvo en servicio las locomotoras a vapor hasta 1964, cuando comenzaron a ser reemplazadas por diésel. El lado argentino mantuvo la tracción a vapor hasta la llegada de automotores diésel Ganz Mavag. En Chile se incorporaron automotores Schindler, que ofrecieron mayor rapidez y confort. El Trasandino transportó pasajeros, carga variada y ganado en carros jaula, siendo este último uno de los servicios más duraderos. Entre sus curiosidades destacó un barrenieve a vapor ALCO, capaz de abrir trincheras en acumulaciones de hasta 3 metros de nieve, pieza que hoy se conserva en la maestranza de Los Andes. También se utilizó una góndola Yellow Truck & Coach adaptada a rieles para inspección y transporte de personal, actualmente restaurada para viajes turísticos. #TrasandinoHistórico #LocomotorasCordilleranas #CremalleraABT #FerrocarrilEntreMendozaYChile #HistoriaFerroviaria #MemoriaEnRieles #mendozantigua 

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